El CGPJ elige a Tolosa y Segoviano y desatasca la renovación del Tribunal Constitucional

El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha designado por unanimidad al magistrado del Tribunal Supremo César Tolosa y a la magistrada María Luisa Segoviano, hasta el pasado octubre presidenta de la Sala de lo Social del alto tribunal, como candidatos del órgano de gobierno de los jueces para el Tribunal Constitucional (TC). La decisión se ha producido después de que el bloque progresista haya renunciado a su candidato, el también magistrado del Supremo José Manuel Bandrés, “por sentido institucional”.

Ambos candidatos fueron propuestos por seis vocales del bloque conservador para forzar la renovación del TC antes de que entre en vigor la reforma del Gobierno que rebaja las mayorías para llevar a cabo el relevo en el tribunal de garantías. Tolosa es el actual presidente de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo y Segoviano, que se jubiló el pasado octubre, es la única mujer que ha presidido una Sala del alto tribunal.

Ya con los dos candidatos del CGPJ designados, el Pleno del TC se tendrá que reunir de forma inmediata -previsiblemente el próximo jueves- para pronunciarse sobre la idoneidad para el cargo tanto de Tolosa y Segoviano como de los dos elegidos por el Gobierno de Pedro Sánchez -el exministro de Justicia Juan Carlos Campo y la que fuera ex alto cargo de Moncloa Laura Díez-. Una vez con el aval del TC y cuando se haya publicado su nombramiento en el BOE, tomarán posesión de sus cargos en la sede del Tribunal Constitucional, lo que -según las fuentes consultadas- podría demorarse hasta después de las vacaciones navideñas, pues Felipe VI -que debe presidir el acto de promesa o juramento de los nuevos magistrados del TC- se traslada a Brasil el próximo día 31 para la toma de posesión de Lula da Silva el 1 de enero.

El Ejecutivo de coalición intentó que ambos tomaran posesión sin esperar a que el Consejo del Poder Judicial se pusiese de acuerdo sobre sus dos candidatos, pero el Pleno del Constitucional decidió esperar al CGPJ para cumplir el mandato de la Carta Magna, que estipula que el tribunal se renueva por tercios (de cuatro en cuatro magistrados) cada tres años. Un requisito que suprime la reforma suspendida por el TC, que allana el camino para que los magistrados designados por el Gobierno sin esperar al Consejo y sin necesidad del visto bueno del Pleno del Constitucional.

Dos perfiles de sólida trayectoria

El candidato del bloque conservador, César Tolosa (Santa María la Real de Nieva -Segovia-, 1957), cuenta con una dilatada trayectoria en la magistratura. Magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo desde 2014 y presidente de la misma desde 2020, ingresó en la carrera judicial en 1982. Después de prestar servicio en los Juzgados de Distrito de Molina de Aragón y de Arenas de San Pedro y en el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Palma de Mallorca, en 1984 obtuvo destino en la Magistratura de Trabajo número 1 de Santander.
Cuatro años después fue destinado al Juzgado de lo Social número 1 de Santander y en diciembre de 1989 se incorporó a Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria. En 1993 fue nombrado presidente del TSJ cántabro, cargo que ejerció hasta su nombramiento como magistrado del Tribunal Supremo en 2014.
Tolosa fue también decano de los Juzgados de lo Social de Santander entre 1985 y 1989 y es miembro de la Sala de Gobierno del Supremo desde diciembre de 2019.
Autor de numerosas publicaciones científicas, es profesor de la Universidad de Cantabria desde 2009 y ha sido director y ponente en numerosos cursos del CGPC, así como de otras instituciones. Es asimismo miembro de la Comisión Científica del Congreso Nacional de Derecho Sanitario y está en posesión de la Cruz de primera Clase de San Raimundo de Peñafort y de las Medallas al mérito Policial y de la Guardia Civil.
María Luisa Segoviano (Valladolid, 1950) consiguió en septiembre de 2020 un hito en la judicatura española, al convertirse en la primera mujer en presidir una Sala, la de lo Social, del Tribunal Supremo en sus más de 200 años de historia. Segoviano concitó entonces casi un respaldo unánime: 19 de los 21 miembros del Pleno respaldaron su candidatura.
La magistrada progresista comenzó su trayectoria profesional en 1974, pero como secretaria de Magistratura de Trabajo, desempeño profesional que ejerció hasta 1987 en Barcelona, Palencia y Valladolid.
Tras ingresar en la judicatura en 1987, su primer destino como jueza fue el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Bilbao, siendo destinada dos años después al Juzgado de lo Social número 1 de Valladolid, donde permaneció hasta 1996. Ese año fue nombrada presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, desde donde dio el salto al Tribunal Supremo en 2006 como magistrada de la Sala Cuarta hasta su elección como presidenta tras la jubilación del magistrado Jesús Gullón.
Segoviano, de firmes convicciones feministas y experta en Derecho del Trabajo (ha escrito varios libros como “Derecho Social de la Unión Europea”, “Principios esenciales de Derecho del Trabajo”, “La responsabilidad en la Seguridad Social” o “Igualdad en el mundo del trabajo y en la empresa”), también ha participado en actividades formativas del Consejo General del Poder Judicial y ha sido vocal de la Junta Electoral Central.
Presidenta de la Academia de Legislación y Jurisprudencia de Valladolid desde 2016, es académica de honor de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España desde 2018 y académica honoraria Academia de Jurisprudencia y Legislación de Extremadura desde 2019.

Al bloque conservador le hacía falta un voto

Hace una semana, los dos candidatos propuestos entonces por el bloque conservador -el propio Tolosa y el también magistrado del Tribunal Supremo Pablo Lucas– se quedaron a un voto de resultar elegidos. Ambos cosecharon diez apoyos (tantos como consejeros conservadores) frente a los siete que obtuvo el elegido para el TC por sus compañeros progresistas, José Manuel Bandrés.

Lucas, que fue uno de los nueve nombres que barajaron en un principio los vocales progresistas, no recibió sin embargo ni un solo voto del sector minoritario (en esa votación no participó Enrique Lucas por estar su hermano entre los candidatos propuestos).

Tras fracasar ese Pleno, seis vocales conservadores volvieron a la carga proponiendo de nuevo a Tolosa, pero esta vez junto a María Luisa Segoviano, en un nuevo intento de convencer al menos a uno de los vocales progresistas. La expresidenta de la Sala de lo Social del Supremo también estaba incluida en la relación inicial del sector progresista de candidatos para el Constitucional.

Pero finalmente se decantaron por Bandrés, a quien los vocales conservadores consideraban un candidato “gubernamental” al presumir detrás de su candidatura la mano de Moncloa. De ahí que para el sector mayoritario esa propuesta sea una línea roja que no está dispuesto a cruzar, y más después de que el Gobierno de Pedro Sánchez nombrase a dos candidatos para el TC (en la actual renovación dos magistrados debe elegirlos el Ejecutivo y otros dos el CGPJ) de marcado perfil “político”.