El gasto público se ha disparado otro 5% pese a que la deuda se ha reducido al 116% del PIB por el efecto de la inflación. La Seguridad Social acumula una deuda de casi 100.000 millones
Pese a que la ratio de deuda pública sobre el PIB mantiene una curva descendente desde comienzo del año, apenas se redujo una décima respecto al segundo trimestre, para quedarse en el 116%, por lo que todavía queda lejos el objetivo de déficit marcado por el Gobierno del 115,2% en el Plan de Estabilidad remitido a Bruselas a finales de abril, y que plantea el progresivo descenso a lo largo de los próximos cuatro ejercicios hasta situarse en el 109,7% en 2025. Por tanto, aunque la deuda es 5,9 puntos inferior a la registrada en el tercer trimestre de 2021, cuando ascendió a 121,9% del PIB, solo se ha reducido gracias al efecto que la inflación tiene sobre esta magnitud macroeconómica, no al ajuste en el gasto público, que se ha disparado otro 5%.
La Administración Central volvió a ser la catalizadora de la mayor parte de la deuda. Su saldo negativo se elevó a 1,359 billones de euros, lo que representa el 104,8% del PIB, con un crecimiento en términos interanuales del 6,1%. Por su parte, el saldo de deuda de las Administraciones de Seguridad Social se situó en 99.000 millones, un 7,6% del PIB, con un crecimiento interanual del 8%. Apunta el supervisor bancario que este incremento se debe a los préstamos concedidos por el Estado a la Tesorería General de la Seguridad Social para financiar buena parte de su desequilibrio presupuestario, principalmente por el desequilibrio de los denominados “gastos impropios”. Estos préstamos no afectan a la deuda total de las Administraciones al tratarse de operaciones financieras entre subsectores.
Por lo que respecta a las administraciones territoriales, la deuda de las comunidades autónomas creció hasta los 315.000 millones de euros en septiembre de 2022, un 24,3% del PIB, con un aumento interanual del 0,8%, mientras que la deuda de las corporaciones locales se situó en 22.000 de euros, lo que representa un 1,7% del PIB y supone un 0,3% menos que el saldo registrado un año antes.