Sánchez y Feijóo salvan de su choque frontal el pacto del CGPJ

El jefe del Gobierno y el líder del PP exhiben en el Senado una distancia insalvable para otros acuerdos

El presidente de los populares pide la retirada de los Presupuestos de 2023, que considera «ficticios»

Feijóo lo acusa de no creer en España y de preocuparse solo por las elecciones

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo han vuelto a chocar de frente este martes en el Pleno del Senado, en el segundo debate a fondo que mantienen en esta Cámara, en esta ocasión con los Presupuestos Generales del Estado de 2023 y las nuevas medidas de respuesta a la guerra en Ucrania como punto principal. Ambos exhibieron una vez más un desencuentro total. O casi total. El acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional era el elefante en la habitación. Flotaba en el ambiente como la cuestión verdaderamente nuclear que atañe a ambos.

Cuando el debate ya empezaba a agriarse, fue el presidente del Gobierno quien se afanó en aislar la cuestión: «Parece, señorías, que podemos llegar a un acuerdo en la renovación de dos importantes órganos, como es el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, y en aras de preservar ese espacio, creo que es importante que lo dejemos a un lado, porque es muy relevante que podamos llegar a un acuerdo por el bien de nuestra democracia y de instituciones tan importantes como el órgano de gobierno de los jueces». Al término del debate, en el que cada parte se ve ganadora, en el Ejecutivo ratificaban esa idea: «El CGPJ está encapsulado. No va a afectar». La cuestión quedó fuera del campo de batalla de forma explícita e implícita.

Ese pacto no escrito para no ‘tocar’ la renovación del CGPJ en un momento en el que se ve luz al final del túnel se cumplió a rajatabla por parte de ambos. Pero ahí quedó todo el acercamiento entre Sánchez y Feijóo, en un debate que, al menos en el reparto del tiempo, benefició claramente al presidente del Gobierno, gracias al reglamento: 108.58 minutos por parte de Sánchez frente a los 32.15 minutos de intervención total de Feijóo. Sánchez defendió su política económica con «pasión», como él mismo reconoció, pero no se abstuvo de hacer oposición al que fuera presidente de la Xunta de Galicia, al que reprochó diferentes cuestiones de su gestión al frente de aquella comunidad.

Contener la inflación

Tras la experiencia de un primer debate en el que sus descalificaciones personales a Feijóo generaron malestar en su propio partido, Sánchez optó por un tono artificialmente más plano en su primera intervención. Que fue sustancialmente igual al discurso pronunciado la pasada semana en el Congreso de los Diputados. En esta primera intervención en la que se extendió durante una hora, Sánchez hizo equilibrios entre un futuro que reconoció lleno de incertidumbres y la convicción de que la inflación empezará a moderarse y que España no llegará a caer en recesión. Sánchez llegó a hablar de «datos esperanzadores» en lo relativo al alza de los precios. «España es el país de la UE donde más se ha reducido la inflación en el último mes», señaló. Entre agosto y septiembre la inflación se redujo en España en 1,7 puntos. Algo que el presidente atribuye a las medidas con las que ha intervenido en varios sectores de la economía. El mandatario socialista aseguró que los planes de ahorro energético en Europa permiten estar preparados para todas las eventualidades: «No se van a adoptar medidas drásticas. Ni apagones ni racionamiento. A ningún hogar español le va a faltar energía este invierno». Y pese a que el propio Gobierno ha tenido que corregir a la baja todas sus previsiones económicas y así lo hacen organismos como el Banco de España, Sánchez se aferra a la idea de que en cualquier caso la economía española no pasará a cifras de crecimiento negativas: «España va a seguir creciendo y creando empleo».

«En una continuación de la estrategia política emprendida hace meses, Sánchez se refirió al «deber moral» de las empresas financieras o energéticas de aportar más recursos para utilizarlos «en beneficio de la mayoría social». El presidente del Gobierno recordó que ha reservado margen fiscal para adoptar más medidas: «Todos los recursos del Estado van a estar al servicio de proteger a la mayoría social».

Feijóo cambia el paso

El debate se tensionó en las réplicas. Feijóo hizo una enmienda a la totalidad del triunfalismo de Sánchez: «Ha presumido de crecimiento de la economía y somos el último país de la Unión Europea en recuperar el nivel de 2019. Ha presumido de contener la inflación, después de liderarla durante meses y tener 2 puntos más de inflación subyacente que la media de la Unión Europea. Ha presumido de creación de empleo y es el líder del desempleo en la Unión Europea. Ha presumido de política energética, cuando estamos entre los cinco países con mayor incremento de la energía y el mayor precio de la energía en el ámbito del consumo».

Pero lo que más molestó a Feijóo es que Sánchez se adjudicara acciones que corresponden a las comunidades autónomas: «Ha presumido de autorizar muchos muchos parques fotovoltaicos eólicos. Hombre, estamos en la Cámara de representación de comunidades autónomas, usted prácticamente no autoriza ni un solo parque fotovoltaico y eólico, porque eso le corresponde a los presidentes de las comunidades autónomas». Le reprochó, además, que presuma de la vacunación durante la pandemia y de incrementar en 30.000 profesionales los servicios sanitarios, cuando es un mérito también de las autonomías. Por eso, pidió respeto a la Cámara de representación territorial y al Estado de las Autonomías.

«Usted llegó al Gobierno cabalgando a los lomos de una mentira y después, selló una coalición sobre otra mentira»

Al final, Feijóo resumió así la trayectoria de Sánchez: «Usted llegó al Gobierno cabalgando a lomos de una mentira, y eso perjudicó básicamente a mi partido». El líder del PP recordó las ‘mentiras’ de Sánchez relacionadas, sobre todo, con sus alianzas con independentistas y con Bildu.

A partir de ahí, reclamó la retirada inmediata de unos Presupuestos basados en predicciones que son falsas: «Que el Gobierno haya fallado siempre en sus predicciones económicas, que construya sus últimos presupuestos sobre proyecciones desmontadas por falsas en pocas horas será insolvencia o mala fe», comentó, en referencia a las descalificaciones que le dedicó Sánchez en el debate de septiembre.

«Su principal problema es que lidera un Gobierno que no cree en España»

Feijóo afeó a Sánchez que no «crea» en España. En lo que cree, según apuntó, es en las próximas elecciones generales. Ahí ambos entraron en un debate sobre quién quería más a España. «Yo quiero a España tanto como usted, no más, pero tampoco menos», afirmó Sánchez. Feijóo le replicó después que querer España significa no pactar con los independentistas para no cumplir la Constitución en Cataluña.

Cambio de estrategia

Aunque en La Moncloa apuntaron después que Sánchez intentó «rebajar» el tono respecto al primer debate esperando atrapar a Feijóo en «su marrullería», lo cierto es que el presidente no fue ajeno a la confrontación. Y en su turno de réplica comenzó acusando a Feijóo de «utilizar bulos como el señor Casado en el pasado» y de «carecer de propuestas». En este punto insisten mucho en el Gobierno y en el PSOE.

Sánchez aseguró que las medidas aprobadas para contener la inflación han rebajado en 3,5 puntos el nivel de los precios. Y presumió de haber bajado o prorrogado bajadas fiscales hasta en 32 ocasiones, en medidas vinculadas con la energía. El presidente acusó a Feijóo de desarrollar «una indefinición y ambigüedad calculada» porque «no son claros» si están a favor de revalorizar las pensiones, subir el salario mínimo o de la solución ibérica. Sánchez acusó a Feijóo de «no querer incomodar a unas élites a las que tiene mucho que deber».