Kiev se ha levantado de nuevo con dos sonidos inquietantes. El primero es el zumbido de que los drones de origen iraní Shahed-136 hacen en su cielo. El segundo, el de sus explosiones. Un enjambre de estos terrores tecnológicos ha vuelto esta mañana a sacudir la capital de Ucrania, atacando sobre todo su distrito Shevchenko, es decir, el centro de la ciudad, como ha anunciado su alcalde, Vitali Klitchko.
Aunque la defensa antiaérea ha conseguido derribar 26 de 37 de estos aparatos, su concentración hace muy difícil alcanzarlos todos. Eran aproximadamente las 6:30 de la mañana cuando llegó la primera oleada, cuando las familias se preparan para ir a trabajar y visten a sus hijos para ir al colegio. La segunda lo hizo aproximadamente una hora después. En total, se han escuchado cinco explosiones en Kiev.
«Como resultado del ataque con drones se ha producido una explosión en un edificio residencial en el distrito de Shevchenko«, ha confirmado el alcalde de la capital. Las autoridades confirman al menos tres muertos y tres heridos que han sido trasladados al hospital. 19 personas han sido rescatadas del edificio y se sigue buscando a otro vecino, que continúa atrapado.
Entre los tres cuerpos rescatados de entre los escombros se encuentran los de una pareja joven que esperaba un hijo. «La mujer estaba embarazada de seis meses. ¡Rusia es un país terrorista!», ha acusado el alcalde de la capital.
El ejército ruso ha afirmado a media mañana haber alcanzado «todos sus objetivos» con los ataques en Ucrania. Los ataques en infraestructuras energéticas en varias regiones han dejado a numerosos municipios sin electricidad durante la mañana. Otros tres civiles han muerto en ataques por todo el territorio ucraniano.
Irán ha negado de nuevo haber suministrado drones suicidas a Rusia. «(Las informaciones) sobre que Irán ha proporcionado drones a Rusia tienen motivaciones políticas. No hemos proporcionado armamento a ningún lado de la guerra«, ha afirmado el portavoz de Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, según informa Reuters.
«NO LOGRARÁN ROMPER A LOS UCRANIANOS»
Los bombardeos rusos «no lograrán romper» a los ucranianos, ha afirmado el presidente Volodimir Zelenski. «El enemigo puede atacar nuestras ciudades, pero no logrará quebrarnos», ha afirmado, y ha confirmado que «drones suicidas y misiles están golpeando toda Ucrania».
«Los rusos creen que les ayudará, pero muestra su desesperación», ha asegurado, por su parte, su jefe de gabinete, Andriï Yermak.
Los kievitas han bautizado a estos proyectiles suicidad como los «ciclomotores» por el sonido que hacen al pasar por encima de los edificios, que sin duda recuerda, incluso como ingenio bélico, a las V-1 que la Alemania nazi desató sobre Londres en 1944 y que luego bautizó Orwell en su obra 1984 como «bombacohete».
De nuevo, el blanco han vuelto a ser los civiles, ya que las explosiones de han registrado en ese barrio céntrico de la capital, sobre edificios residenciales, no sobre instalaciones eléctricas. Vladimir Putin afirmó, tras los ataques de la semana pasada, que había cumplido sus objetivos.
Los kievitas volvieron al refugio y las alarmas regresaron. Uno de los proyectiles cayó a escasos metros de la estación central de trenes, que a esa hora registra la llegada de los trenes nocturnos desde Zaporiyia, Odesa o la frontera polaca. Muchos viajeros tuvieron que correr con sus maletas hacia algún refugio cuando comenzaron a escucharse las explosiones.
La región de Zaporiyia también ha sufrido varios ataques durante la noche, aunque no se han producido daños ni víctimas. «Existe la posibilidad de nuevos ataques», reporta el Telegram de información militar regional, que invita a la población a seguir las normas de seguridad.
PUTIN BUSCA EL TERROR DE LA POBLACIÓN CIVIL
Con este ataque, Putin continúa con su campaña de bombardeos sobre ciudades que, más allá de las infraestructuras vitales, pretende llevar el terror a la población civil y crear el contexto propicio para una salida rápida del conflicto, con la congelación de las fronteras actuales para ganar tiempo y retomar el conflicto más adelante. Moscú busca que EEUU y la UE aumenten la presión sobre Kiev para que acepte una paz por territorios, algo que de momento nadie quiere en Ucrania ahora que tiene el viento a favor en el campo de batalla.
Algo sí puede estar cambiando, y es la posición neutral de Israel en esta guerra. Con la venta de estos drones suicidas, Irán perfecciona su armamento y aprende de la experiencia adquirida en los cielos de Ucrania, algo que preocupa en Israel, que ya ha comenzado a compartir datos de inteligencia con el gobierno de Kiev para ayudarle a combatir esta amenaza.
