Izquierda en declive y un Feijóo al alza, las causas del batacazo

Quince escaños han perdido PSOE y Unidas Podemos en las elecciones autonómicas en Andalucía respecto a 2018. Una cifra que confirma una debacle sin precedentes en la izquierda, a la par que el bloque de la derecha sumaba 34 escaños en el mismo tiempo. Un cambio de tendencia que comenzó en mayo de 2021 con Isabel Díaz Ayuso. Entonces el PSOE perdió 13 escaños y la plaza de primer partido de la oposición. Podemos salvó los muebles con tres escaños más. En Castilla y León, los socialistas se dejaron siete y los morados se quedaron con un único escaño. En el horizonte no hay elecciones a corto plazo, más allá de las autonómicas y municipales de mes de mayo de 2023. El Gobierno niega que la debacle en Andalucía conduzca a un adelanto que pueda provocar un «superdomingo electoral».

El goteo de malos resultados es analizado ya en los cuarteles generales de PSOE y Unidas Podemos. Fuentes socialistas reconocen que parte de esta debacle se debe a la falta de una buena comunicación para que «las medidas del Gobierno sean atribuidas a quien les corresponde», en referencia a la defensa que hizo Juanma Moreno sobre el crecimiento del empleo, que es fruto de la reforma laboral. En Unidas Podemos echan la culpa a IU, al entender que les «invisibilizaron» en la candidatura de unidad por «darlos por muertos».

¿Qué ha pasado para que dos partidos de gobierno no rentabilicen su acción? Los expertos consultados por este diario coinciden en señalar el cambio de tendencia en el PP tras la llegada de Feijóo y las diferencias constantes en la coalición. Eduardo González Vega, experto en Comunicación Política en la UCJC, cree que si bien en estas elecciones «se votaba cambio o continuidad», lo cierto es que los votantes sí han expresado en las urnas el «enfado ante la subida de los precios de los carburantes y en la cesta de la compra», entre otras. Le une, además, la inestabilidad de Moncloa «Se hace una crítica al PSOE por sus socios». En concreto, a Unidas Podemos, cree que ha sufrido el mismo problema que Ciudadanos en el sur. «Tiene el problema de gobernar en gobierno que no presides, que te deja en una situación muy débil. Cuando no gobiernas, la gente no lo interpreta», explica. Cree, además, que hay un «cambio de tendencia» que se veía incluso antes de que llegara Feijóo a Génova. Según su análisis, al PP le ha sumado «la solidez de Feijóo por su trayectoria de gestión». «Es un cóctel por el que la izquierda no está rentabilizando las medidas o ventajas que tiene estar en el Gobierno». Por su parte, Allende Martín, CEO de CompoLider y asesora y analista política, cree que al PSOE le resta «credibilidad» los constantes tiras y aflojas con Unidas Podemos. La diferencia en estas elecciones es que el PP «teniendo conflictos se ha presentado unido y la izquierda desunida». Detalla alguno de los asuntos que han dividido al Gobierno, como la pandemia, la reforma laboral, la guerra en Ucrania. «Se ven voces discordantes y eso penaliza», subraya. «Todas estas crisis continuadas en el tiempo, hacen que se desgaste al Gobierno».

Por su parte, Pedro Marfil, politólogo en Compolítica, cree que «se ha roto ese tabú, ese miedo a la derecha y que había una bajísima expectativa de gestión tras 40 años de gobierno del PSOE», y que el presidente del PP, Juanma Moreno, «ha demostrado habilidad jugando con la baja expectativa que había en Andalucía. Moreno solo pedía una mayoría suficiente para gobernar en solitario, y mira la absoluta que ha sacado», comenta. A la izquierda, «la lucha cainita penaliza en las urnas. La izquierda ha ido en tres listas y eso atomiza la representación». Todo unido «al desgaste a nivel central de la marca PSOE». Aunque es pronto para analizarlo, el experto piensa que se está volviendo a una política «menos exabrupto, más moderada» en la que gana enteros el «modelo Feijóo, en sintonía con Moreno. De ahí, su victoria.