El impulso del nuevo Gobierno de Sánchez se agota en su primer aniversario

ESPAÑA GOBIERNO REMODELACIÓN:MADRID, 12/07/2021.- Los nuevos miembros del equipo de Gobierno o con nuevas funciones en el Ejecutivo durante el acto de toma de posesión de sus nuevos cargos en un acto celebrado este lunes en el Palacio de La Zarzuela, en Madrid. En la imagen (de izda. a dcha.) Nadia Calviño, nueva vicepresidenta primera la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital; Yolanda Díaz, nueva vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo; Teresa Ribera, nueva vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico; José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; Pilar Llop, nueva ministra de Justicia y Notaria Mayor del Reino; María Jesús Montero, ministra de Hacienda, que asume también la Función Pública; Raquel Sánchez, nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Pilar Alegría, nueva ministra de Educación y Formación Profesional; Félix Bolaños, nuevo ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática; Isabel Rodríguez, nueva ministra de Política Territorial, y Diana Morant, nueva ministra de Ciencia e Innovación. EFE/Ballesteros POOL[***POOL***]

El año pasado por estas fechas el Gobierno acababa de aprobar los indultos a los líderes del ‘procés’ condenados por sedición, entre ellos el líder de ERC, Oriol Junqueras. Apenas dos semanas después, Pedro Sánchez acometía su última y hasta el momento mayor crisis de Gobierno, con el claro objetivo de darle un nuevo impulso de cara a la segunda mitad de la legislatura. Un cambio profundo que se cobraba varias piezas políticas de calado. El ministro de Justicia que firmó aquellas medidas de gracia, Juan Carlos Campo, fue uno de los sustituidos, en este caso por Pilar Llop.

Además, Sánchez cesó a la que desde 2018 había sido su vicepresidenta primera, Carmen Calvo, una veterana dirigente que ya había sido ministra con José Luis Rodríguez Zapatero, y al titular de Transportes, José Luis Ábalos, al que sustituyó Raquel Sánchez.

Félix Bolaños ascendió de secretario de Estado a ministro de la Presidencia y Nadia Calviño de vicepresidenta tercera a vicepresidenta primera, conservando la cartera de Economía. La portavocía pasó de María Jesús Montero, que se mantuvo en Hacienda, a Isabel Rodríguez, que llegó al Ejecutivo como nueva ministra de Política Territorial, departamento que abandonaba Miquel Iceta para relevar en Cultura y Deportes a José Manuel Rodríguez Uribes. Y José Manuel Albares llegó a Asuntos Exteriores en sustitución de una Arancha González Laya muy tocada por su gestión del caso Gali y la consecuente crisis con Marruecos que precipitó el asalto migratorio a Ceuta. Otros cambios se produjeron en la cartera de Ciencia, donde Pedro Duque, su más rutilante fichaje al llegar a La Moncloa, cedió el testigo a Diana Morant y en Educación, donde Isabel Celáa fue sustituida por Pilar Alegría.

Aunque el cese más sorprendente no fue el de ningún ministro, sino el de el hasta entonces todopoderoso jefe de Gabinete del presidente y afamado gurú, Iván Redondo.

De acuerdo a las reglas de la coalición con Unidas Podemos establecidas en el pacto firmado en su día con Pablo Iglesias, las carteras que correspondían al partido morado permanecieron inalteradas.

Impulso agotado

Algunos titulares periodísticos llegaron entonces a hablar de «vuelco» a la legislatura, y el propio Sánchez subrayó que los cambios obedecían a un rejuvenecimiento del Gobierno, cuya media de edad, enfatizó, bajaba notablemente, de 55 a 50 años. También a «fortalecer la agenda feminista» y a elevar el porcentaje de mujeres, que pasó del 53 al 63 por ciento del Gobierno y, al mismo tiempo, aprovechar perfiles del PSOE que habían destacado por su experiencia municipal. Isabel Rodríguez había sido alcaldesa de Puertollano (Ciudad Real), Raquel Sánchez de Gavá (Barcelona), Diana Morant de Gandía (Valencia) y Pilar Alegría delegada del Gobierno en Aragón, tras haber sido cabeza de lista del PSOE las elecciones municipales en Zaragoza.

Un año después, las derrotas electorales del PSOE en Castilla y León y en Andalucía y el hecho de que Sánchez tenga que responder a preguntas sobre si tiene previstos cambios en su Consejo de Ministros, como ayer mismo tuvo que hacer en su rueda de prensa en Bruselas, evidencian los signos de agotamiento del Gobierno.

Además, un año después siguen siendo dirigentes enormemente desconocidos por la población. Según el barómetro del CIS de abril, casi la mitad de los españoles no conoce a Bolaños, y se trata del más conocido de los que llegaron hace un año. Más de un 70% no conoce a la portavoz Rodríguez y más de un 60% tampoco a Albares, un titular de Exteriores en tiempos de guerra. Alegría y Llop son desconocidas por el 77% de los españoles y Morant y Sánchez por más del 80%.