La transición energética va a revolucionar también el mundo del automóvil. La Unión Europea acaba de dar esta semana un paso importante para reducir la huella de carbono. El Parlamento Europeo ha prohibido que se vendan coches de gasolina o diésel a partir del 2035, así que, en teoría, dentro de 13 años solo podremos comprar coches eléctricos o de hidrógeno. Entre las ventajas de este último, que el combustible es barato y no contamina. En contra, su precio, que, por ahora, es más elevado que el vehículo de combustión a gasolina o diésel. -Redacción-

La transición energética va a revolucionar también el mundo del automóvil. La Unión Europea acaba de dar esta semana un paso importante para reducir la huella de carbono.

El Parlamento Europeo ha prohibido que se vendan coches de gasolina o diésel a partir del 2035, así que, en teoría, dentro de 13 años solo podremos comprar coches eléctricos o de hidrógeno. Entre las ventajas de este último, que el combustible es barato y no contamina. En contra, su precio, que, por ahora, es más elevado que el vehículo de combustión a gasolina o diésel. -Redacción-