Mucha literatura y un soleado día en el ansiado regreso de la Feria del Libro de Zaragoza

El Parque Grande José Antonio Labordeta se ha convertido en el gran atractivo cultural del último mes en Zaragoza. Superado con éxito la segunda edición del festival Florece de la capital aragonesa, la vuelta de la Feria del Libro es el termómetro ideal para conocer el estado del sector en Aragón y reencontrarse, por fin, todos los elementos de la cadena: autores, lectores, editoriales y tiendas.

Y es que, para las grandes citas, hasta el cielo se engalana. Zaragoza y su tiempo han respondido con una mañana soleada, calurosa, pero con algo de aire, a la vuelta de una cita literaria que llevaba meses marcada en los calendarios. Desde primera hora, cientos de zaragozanos paseaban por el recorrido que más de medio centenar de casetas marcaban como epicentro del Parque Grande. Una ocasión perfecta para combinar cultura y naturaleza gracias a una localización que, tanto para visitantes como para tenderos, debe mantenerse para todas las ediciones.

Conversaciones en torno a las últimas novedades, charlas entre amigos, clientes acumulando bolsas y lectores compartiendo fotografías con sus escritores favoritos son algunas de las imágenes que la Feria del Libro ha mostrado en su primera jornada. Tras un arranque exitoso, el ciclo cultural seguirá concentrando las miradas y los paseos de los zaragozanos hasta el próximo 12 de junio. Entre medias, ocho días plagados de actividades, firmas y talleres para todos los públicos con un objetivo claro: acercar, un año más, la literatura a todos los aragoneses.

Las reivindicaciones de Altarriba en el pregón

La nueva edición de la Feria del Libro de Zaragoza también quiere abrir su abanico de influencia y ha apostado con fuerza por la presencia del cómic. Tanto es así que el pregonero, Antonio Altarriba, es uno de los grandes referentes españoles del noveno arte e incluso ha ganado el Premio Nacional del Cómic. Nacido en Zaragoza, Altarriba ha sido el encargado de dar el pistoletazo de salida al ciclo.

El autor ha reclamado, ante una nutrida galería de representantes políticos, que las autoridades en la feria “deben ser los autores, los que han construido las historias”. “Hoy tenemos una plantilla de autores que convierte a Aragón en toda una referencia nacional e internacional”, ha asegurado el guionista, que ha mantenido en toda su intervención un tono muy reivindicativo.

El pregón de la Feria del Libro se ha celebrado en el Quiosco de la Música.

El foco de sus críticas ha estado dirigido a “las noticias falsas, las mentiras y las manipulaciones”, que para Altarriba son “una de las epidemias más graves que sufrimos en la actualidad”. El afamado guionista, autor de obras como “El ala rota” o “El arte de volar”, ha lamentado la poca comunicación que existe entre las generaciones, lo que está provocando que vivamos “un momento crítico en el que se está rompiendo la cadena de transmisión de información entre las generaciones”.

En un importante alegato por la memoria y por el pasado, ya que Altarriba considera que “somos lo que recordamos”, el escritor ha criticado duramente a “los partidos políticos que se empeñan en solo mirar al futuro sin mirar lo que hemos sido antes”.

“Tenemos que saber que la literatura lo es todo”, ha aseverado Altarriba, que ha dado una recomendación a todos los asistentes para acabar con toda la desinformación: “Hay que vacunarse contra la mentira y la mejor vacuna son los libros. Queda prescrita la adquisición de libros para conseguir esta tarea”.

Un camino seguro para el éxito

El propio Altarriba ha compartido el paseo inaugural de las autoridades políticas con, entre otros, el consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, quien ha celebrado el regreso de la Feria del Libro “en un ambiente renovado y normalidad, que va a hacer disfrutar a todos los zaragozanos que no han podido estar en las dos últimas ediciones”.

“Va a ser un rotundo éxito”, ha adelantado Faci, que ha considerado que el sector del libro en Aragón “sigue siendo estratégico y goza de una estupenda salud”. Compartiendo declaraciones con Altarriba, ambos han coincidido en que la literatura aragonesa atraviesa “una especie de edad dorada”.

La alegría y la esperanza en torno a esta nueva Feria del Libro de Zaragoza también ha estado compartida por otros miembros del sector. Los autores aragoneses David Guirao y Pepe Serrano, especializados en el género infantil y juvenil, han mostrado su alegría por “volver a estar con el público y hablar con ellos sobre lo que hemos sacado en los últimos tiempos”. “El público siempre pide más y estamos contentos de compartirlo con ellos”, han asegurado.

Por su parte, Javier Lafuente, editor de Doce Robles, ha confirmado que las primeras horas de la Feria del Libro de Zaragoza estaban siendo “muy positivas, con muchos lectores acercándose a los puestos”. Así, para Lafuente, la nueva localización de la feria y las ganas de los zaragozanos de acercarse al lugar pueden hacer que “se consigan muchas ventas y, sobre todo, que volvamos a juntarnos todos en torno a los libros”.

Vicente Vallés, el primer foco mediático de la feria

Las firmas siempre son los grandes atractivos de este tipo de eventos. El primer autor con gran relevancia mediática en el evento cultural zaragozano ha sido el presentador de Antena 3 Vicente Vallés, que ha estado con el lanzamiento de “Operación Kazán”.

“Estoy muy contento con la reacción de los lectores, que es algo que aporta mucho de cara al futuro”, ha señalado Vallés, que ha confesado que “no tenía la certeza de presentar a la editorial esta novela cuando empecé a escribirla”.

Con éxito de crítica y público, “Operación Kazán” refleja parte de la historia de Rusia a través del espionaje y de la parte más secreta de uno de los países con un funcionamiento más desconocido del mundo: “Aunque es una novela, se explica mucho de la realidad de Rusia y los lectores van a poder descubrir bastantes datos de la personalidad de Putin”. A caballo entre el periodismo televisivo y la narración literaria, Vallés ha asegurado asegura que la literatura es “una válvula de escape” pero que su territorio sigue siendo la comunicación.