La condición de Biden a Ucrania para enviar misiles de alta precisión contra Rusia

La administración de Joe Biden ha aprobado el envío a Ucrania de más sistemas de misiles avanzados y precisos para frenar el avance de Rusia en el este del país, en la región del Donbás, dentro de un paquete de 700 millones de dólares en armas. El suministro consiste en el sistema de lanzacohetes High Mobility Artillery Rocket Systems (HIMARS) o Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, que permitirán ataques más precisos de objetivos desde una distancia mayor. Finalmente y después de un profundo debate en Washington, Estados Unidos no suministrará a Ucrania el ATACMS, que tiene un alcance de 300 km.

EL HIMARS es una versión modernizada y más ágil montada sobre un vehículo de ruedas del M270 MLRS, desarrollado en la década de 1970 para las fuerzas estadounidenses y aliadas. Los misiles que llegarán a Ucrania desde EEUU tendrán un alcance de 80 km, según dijo a los periodistas un funcionario estadounidense. Con una tripulación pequeña, los HIMARS pueden retirar una carga gastada y cargar una nueva en minutos.

EEUU quiere que este sistema se use exclusivamente contra los sistemas rusos y que que no se empleen dentro del territorio ruso. Es la condición impuesta por la Casa Blanca. En un artículo titulado “Lo que Estados Unidos hará y no hará en Ucrania”, Biden defiende una solución diplomática al conflicto, pero advierte de que “cada negociación refleja los hechos sobre el terreno”. Por eso, insiste: “Hemos actuado rápidamente para enviar a Ucrania una cantidad significativa de armamento y municiones para que pueda luchar en el campo de batalla y estar en la posición más fuerte posible en la mesa de negociaciones”.

Un sistema de lanzacohetes HIMARS

Un sistema de lanzacohetes HIMARS FOTO: La Razón La Razón

El mandatario precisa que continuarán proporcionando a Ucrania armamento avanzado, “incluidos misiles antitanque Javelin, misiles antiaéreos Stinger, potentes sistemas de artillería y cohetes de precisión, radares, vehículos aéreos no tripulados, helicópteros Mi-17 y municiones”.

Estos misiles tácticos de largo alcance son capaces de golpear objetivos tanto en el mar como en tierra. En poder de Kiev, podrían servir para atacar cuarteles generales, depósitos de combustible, defensas aéreas y artillería rusas. Este dato es precisamente el que más preocupa en la administración estadounidense, ya que se piensa que Ucrania podría utilizar estas armas para atacar objetivos dentro del territorio ruso, lo que sin duda tendría un efecto de escalada muy inquietante.

El M142 High Mobility Artillery Rocket System es más ligero y consta de seis tubos de cohetes de 227 milímetros en el chasis de un camión, que también puede lanzar misiles de largo alcance. El sistema DeepStrike encargado al fabricante estadounidense Raytheon incluye cuatro misiles en cada plataforma M270 y dos misiles guiados por GPS con una ojiva explosiva en el lanzacohetes HIMARS.

Este sistema otorgará a Kiev la capacidad de atacar más allá de las líneas rusas y a distancias mejor protegidas. Los misiles guiados por GPS que dispara Himars tienen un alcance de aproximadamente el doble que los obuses M777 que Estados Unidos suministró recientemente a las fuerzas de Ucrania. Con los 80 kilómetros de alcance, el misil disparado queda fuera del alcance de la propia artillería de Rusia, al tiempo que pone en riesgo las baterías rusas.