La baja por regla dolorosa divide al Gobierno: «No tomaremos medidas que estigmaticen a las mujeres»

El objetivo de Irene Montero de llevar la reforma de la ley del aborto al próximo Consejo de Ministros se está topando con las reticencias que algunas de sus medidas están despertando en el sector socialista del Gobierno, como la baja por reglas dolorosas, que ha generado un gran debate social.

Este tema está siendo ahora mismo objeto de «discusión» dentro del Gobierno y de «negociación» entre el Ministerio de Igualdad y el Ministerio de Seguridad Social. El Departamento de Montero propone que las menstruaciones dolorosas estén recogidas en el catálogo de causas de «incapacidad temporal» por las que un médico puede decretar una baja laboral de tres días.

«Sería como una gripe», explican fuentes del Ministerio, que exigiría acudir al centro de salud. No sería aplicable para casos de incomodidad, sino cuando la regla provoca dolores graves y síntomas aparejados como cefaleas o fiebre. Una de cada 10 mujeres, según Sanidad, sufre endometriosis.

La medida ha generado división en el seno del Gobierno y UGT ha expresado sus reticencias por si podría perjudicar a las mujeres en sus trabajos si se cogen tres días de baja al mes. Todo mientras se está negociando entre ministerios.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha sembrado dudas sobre si finalmente se aceptará la propuesta que viene recogida en el borrador del anteproyecto de ley después de advertir de que el Gobierno «no va a tomar ninguna medida que estigmatice a las mujeres».

«Permítanme que se lo repita con toda claridad, este Gobierno cree y está absolutamente comprometido con la igualdad de género y nunca vamos a adoptar medidas que puedan resultar en una estigmatización de las mujeres», ha señalado Calviño en declaraciones recogidas por Europa Press. En ellas, la número dos del Gobierno ha evitado afirmar expresamente si esa baja supone una estigmatización. Calviño ha afirmado que esta medida está debatiendo y que se están analizando «muchos borradores».

«En discusión». Éstas han sido las palabras empleadas por su compañero José Luis Escrivá para referirse a este asunto que está estudiando y negociando ahora su departamento con el equipo del Ministerio de Igualdad. El ministro de Seguridad Social ha apuntado que están buscando «armonizar» dos elementos orientados a mejorar la situación de las mujeres, por un lado, mejorar su protección y, por otro, impulsar su participación en el mercado laboral en «mejores condiciones». «En eso estamos, pero todavía está en proceso interno de discusión en el Gobierno», ha indicado.

En medio de esto, y preguntada por las declaraciones de Calviño sobre la estigmatización de las mujeres por dicha baja, Yolanda Díaz ha dejado ver las diferencias entre los dos sectores del Gobierno. «Creo que estigmatiza no tener la sensibilidad suficiente para comprender que somos diferentes las mujeres y los hombres y que el mundo laboral no es neutro», ha dicho la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.

En este sentido, ha advertido de que la política laboral actual está «profundamente masculinizada» y, por ello, ha dado todo su respaldo a la propuesta de Igualdad. «Hay que tener una política laboral de género y esta lo es, con las singularidades que debemos tener. Por tanto, completamente a favor».

Desde el PSOE hay voces de peso que están en desacuerdo. La secretaria de Igualdad del partido, Andrea Fernández, ha opinado que «asumir que la regla exige por sí misma una consideración especial puede ser poco útil y perjudicial» para las mujeres. «Necesitamos investigación, diagnóstico y tratamientos adecuados para abordar los padecimientos asociados a nuestro aparato reproductivo», ha apuntado en Twitter.

De igual modo, ha señalado que las reglas «no incapacitan por sí mismas sino que generalmente esconden una enfermedad que hay que diagnosticar y tratar adecuadamente». «Normalizar que la regla duele deteriora nuestra salud, en algunos casos, muy gravemente».

DUDAS EN UGT, APOYO DE CCOO

Las menstruaciones dolorosas también generan debate dentro de los sindicatos por las implicaciones que podría tener para las mujeres que vayan a causar baja tres días al mes. UGT tiene importantes reservas, mientras que CCOO lo apoya.

La última campaña de 2,5 millones Irene Montero, la ministra de los 525 en publicidad

En UGT piden abordar este asunto en el marco del diálogo social porque consideran que se trata de un tema «complejo» y pide evitar que se pueda «estigmatizar a las mujeres».

Para el secretario general de CCOO, Unai Sordo, esa baja estaría «perfectamente justificada» si el dolor inhabilita a la mujer para trabajar. «Se está hablando de una baja no por el hecho de menstruar, sino por que un hecho fisiológico produzca un dolor inhabilitante. Está perfectamente justificado, pero no conozco las interioridades del proyecto», ha afirmado.