La contradicción del PSOE sobre los ‘ongi etorri’: a favor de prohibirlos en Europa y en contra en España

El PSOE ha vuelto a demostrar que es capaz de votar una cosa y la contraria sobre un misma propuesta relacionada con ETA. Así lo ha evidenciado, una vez más, con dos iniciativas para prohibir por ley los ‘ongi etorri’ u homenajes públicos a presos de ETA, que se siguen celebrando en el País Vasco y Navarra con tanta frecuencia como impunidad. Los socialistas han dado esta semana una de cal y otra de arena sobre este asunto, proponiendo en el Parlamento Europeo lo contrario de lo que votaron el mismo día en el Senado español.

Unión del Pueblo Navarro (UPN) presentó el pasado miércoles en la Comisión de Interior del Senado una moción muy concreta con dos puntos básicos

sobre los ‘ongi etorri’: «rechazar y condenar» estos actos y «prohibirlos de manera inmediata a través de las modificaciones legislativas pertinentes». La propuesta, que no contenía ningún ataque político o partidista contra el Gobierno, fue apoyada por los principales grupos de la oposición, como PP, Vox y Ciudadanos (Cs), que no en vano ya han presentado iniciativas similares en el Congreso y el propio Senado. Todas ellas rechazadas por el PSOE, Podemos y sus socios preferentes, entre ellos Bildu.

Y eso mismo volvió a hacer el PSOE con esta propuesta, que definía los homenajes a etarras como «una ofensa y una humillación a las víctimas del terrorismo». El portavoz de la formación navarra, Alberto Catalán, recordó que «en ningún país democrático se permitiría semejante vileza», pues es «impensable» que en Estados Unidos se consientan homenajes a los terroristas del 11-S o en Francia a los de la revista ‘Charlie Hebdo’.

El portavoz de UPN añadió que en España tampoco se permitirían para los terroristas del 11-M en Madrid o los de Las Ramblas en Barcelona. «¿Entonces por qué se siguen celebrando homenajes a terroristas de ETA? ¿Por qué el Gobierno no hace absolutamente nada?», se preguntó Catalán, que repasó varios ejemplos recientes.

Entre ellos, la ‘korrika’ o carrera popular para promocionar el euskera subvencionada por ayuntamientos vascos e instituciones como el Parlamento navarro. Hace dos semanas, organizaciones proetarras como Sare y Etxerat aprovecharon este acto público y multitudinario para jalear a los presos de ETA. Incluso, fueron protagonistas destacados un exjefe de la banda como Josu Ternera y la responsable de su frente jurídico, Arantxa Zulueta, que acaba de ser condenada a siete años y medio de cárcel por la Audiencia Nacional como miembro de ETA.

El portavoz del PSOE en esta comisión, Alfonso Gil, afirmó que a los socialistas les «repugnan» estos actos, pero acusó a la oposición de «utilizar y manosear a las víctimas del terrorismo». Aseguró que esta moción de UPN sólo era una forma de «unirse todos para dar cera al Gobierno, al Ministerio del Interior y al PSOE». «Y por ahí no vamos a pasar», se justificó Gil para tumbar esta iniciativa con los secesionistas catalanes y los nacionalistas vascos.

A 1.600 kilómetros

Todo eso ocurría en Madrid apenas un par de horas antes de que el PSOE planteara en Bruselas justo lo contrario. La eurodiputada socialista Cristina Maestre suscribía esa misma tarde una batería de iniciativas ante el Parlamento Europeo para enmendar el informe de este organismo que cuestiona la política del Gobierno de Sánchez respecto a los presos de ETA.

Una de sus enmiendas compartía plenamente la necesidad de «impulsar, desde todas las instituciones competentes, que se evite el enaltecimiento público de los terroristas condenados cuando salen de las cárceles por el dolor y la victimización secundaria que conlleva para las víctimas del terrorismo». Esas «instituciones competentes» incluyen al Gobierno español y al Senado, donde el propio PSOE acababa de tumbar una moción que proponía eso mismo.

La enmienda firmada por esta representante del PSOE también apostaba por «cambios legislativos» en la normativa europea «para tipificar los actos de humillación a las víctimas» y conseguir así una mayor «eficacia en la prevención de la impunidad y la revictimización». De nuevo, muy similar a lo que pedía toda la oposición en España esa misma mañana y que los socialistas y sus socios secesionistas y nacionalistas rechazaron en el Senado.

Depende del día

Esta doble cara del PSOE responde a su necesidad de hacer equilibrios por sus pactos con Bildu sin que parezca ante la opinión pública que favorece más a los presos que a las víctimas de ETA. Tampoco es ajena a las discrepancias territoriales sobre este y otros asuntos en el seno del propio partido.

La eurodiputada que defiende en Bruselas ilegalizar los ‘ongi etorri’, Cristina Maestre, es la número dos y portavoz del PSOE de Castilla-La Mancha, feudo del barón socialista Emiliano García-Page. Su compañero que rechazó en el Senado una moción similar, Alfonso Gil, es un histórico del Partido Socialista de Euskadi y marido de la vicelendakari, Idoia Mendia.

Otro ejemplo de que la postura del PSOE sobre los ‘ongi etorri’ depende de quién, cuándo y dónde. Una ambigüedad calculada a la que juega Pedro Sánchez para justificar su política respecto al entorno proetarra.