Contenidos que van a tener que estudiar los alumnos ESO a partir del próximo curso en Madrid

La Comunidad de Madrid se ha puesto ya en marcha con el diseño de los contenidos que van a tener que estudiar los alumnos a partir del próximo curso académico en la ESO después de que el Consejo de Ministros haya aprobado los decretos que regulan esta etapa obligatoria y el Bachillerato. Y es que el Ministerio de Educación y FP cree que son las comunidades autónomas las que deben decidir los contenidos que estudian sus alumnos y que la función del Ministerio es solo la de establecer un marco de mínimos para que, a partir de ahí, las autonomías sean las que tomen las riendas de lo que quieren que aprendan los niños.

La ley estatal de educación (Lomloe) plantea un enfoque del aprendizaje por competencias. Es decir, se trata de poner en juego lo que se aprende. Por eso fija unos contenidos mínimos obligatorios muy generales, mientras que la ley educativa vigente hasta hace poco (Lomce o «ley Wert») se focalizaba en contenidos con una relación completa y exhaustiva de los que los alumnos debían estudiar. Este cambio radicar de concepto, con el que está en desacuerdo la Comunidad de Madrid, ha llevado a la Consejería de Educación a desarrollar en detalle el reparto de los contenidos de cada materia por cursos, después de que el Ministerio no los haya incluido, y que refleje lo que los estudiantes deben aprender en su afán por facilitar también la labor a los profesores. Además, se han incluido otros nuevos que el Ministerio había ignorado y que la Comunidad considera esenciales.

La mayor carga de contenidos nuevos que no figuran en el currículo estatal se encuentran en la asignatura de Geografía e Historia. Así, en 1º de la ESO, los niños madrileños tendrán que estudiar los movimientos y las capas de la tierra, continentes, océanos y mares, además de los principales accidentes geográficos y áreas bioclimáticas . En 2º de la ESO, el mapa político de España y Europa; en 3º, la actividad económica y los diferentes sectores de actividad, mientras que en 4º se introducirá la organización política de las sociedades y, en concreto, la española, además de los estados miembros de la UE.

Se mantendrá el estudio cronológico de la historia, una de las quejas más repetidas por los historiadores sobre el currículo del Ministerio y se profundizará en temas como el imperio carolingio, los accidentes geográficos, los Austrias o el origen y características del pueblo judío.

Las Matemáticas también incorporarán contenidos que tampoco estaban concretados en el currículo estatal. Así, los niños estudiarán el valor absoluto de un número entero, el máximo común divisor y el mínimo común múltiplo de dos números a partir de sus descomposición factorial, las progresiones aritméticas y geométricas, la división y factorización de polinomios, los logaritmos, operaciones con fracciones algebraicas sencillas, resolución de ecuaciones polinómicas de grado mayor de dos, además de variaciones y permutaciones o la resolución de ecuaciones irracionales.

En el caso de la Asignatura de Lengua Castellana y Literatura, se han concretado los contenidos mínimos fijados y «se han distribuido de forma coherente y progresiva a lo largo de los cuatro cursos de la etapa con el fin de adecuar los aprendizajes al nivel de madurez intelectual del alumnado, evitar las repeticiones innecesarias y facilitar la tarea de los docentes, que serán los encargados de concretar en sus programaciones de aula estos currículos», ha explicado la Consejería de Educación. Lo mismo ha ocurrido con la asignatura de Biología y Geología, en la que hay una mayor concreción. La Comunidad de Madrid ha sido muy crítica con la ley educativa impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez. El Consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha mostrado sin reparos su «total desacuerdo» con el currículo de la ESO al considerarlo «muy perjudicial para los alumnos». Entre otras cosas porque cree que «acaba con la cultura del esfuerzo, elimina contenidos básicos y reduce los conocimientos, lo que se traduce en un desastre para el sistema educativo en España».

Ossorio también se ha quejado ya en varias ocasiones de que el Consejo de Ministros haya aprobado muy tarde los contenidos mínimos que deben estudiar los alumnos, lo que dificulta su tramitación en tiempo y forma y genera perjuicios a los docentes.

De hecho, la Comunidad aún no ha podido desarrollar los contenidos que los alumnos madrileños en otras asignaturas optativas. Así, Madrid ya expresó su voluntad de que los alumnos estudien Filosofía después de que el Ministerio sacara esta asignatura como tal del currículo estatal e insertara parte de sus contenido en otras materias, como la asignatura de Valores. En el caso de la Comunidad, la materia se impartirá en 4º de la ESO como una optativa, según avanzó la Comunidad.

►Con la nueva ESO los exámenes no contarán únicamente para aprobar una asignatura y si un alumno pasa o no de curso quedará a expensas de la junta de evaluación de un instituto, independientemente de si ha suspendido varias asignaturas.
►La nueva ley educativa establece un aprendizaje por competencias y no memorístico. No habrá calificaciones numéricas ni nota media calificable entre cero y diez.
►La repetición será una excepción «por su caracter regresivo e ineficaz». El objetivo es que todos los alumnos consigan los objetivos básicos. Para eso será básica la detección temprana de dificultades de los alumnos.