La Gran Vía de Zaragoza ya se llama Gran Vía de Don Santiago Ramón y Cajal

El equipo de PP y Cs al frente del Ayuntamiento de Zaragoza ha dado el visto bueno al cambio de denominación de la Gran Vía, que a partir de ahora pasa a denominarse Gran Vía de Don Santiago Ramón y Cajal. El acuerdo del Gobierno municipal se ha producido después de que, hace un año, el pleno aprobara por unanimidad esta propuesta, nacida en 2020 de la sociedad civil para honrar al científico aragonés, que se hizo con un premio Nobel de Medicina en 1906.

Este año se cumplen 170 años del nacimiento de Ramón y Cajal y cien años desde que se jubiló, por lo que se espera que el cambio de las placas de la Gran Vía se haga dentro de los actos de conmemoración de este aniversario, en el que van a participar también otras instituciones como el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza. Precisamente al inicio de la Gran Vía se encuentra el paraninfo, que antaño fue la Facultad de Medicina en la que Cajal desarrolló y difundió sus conocimientos.

La primera propuesta para cambiar el nombre de la Gran Vía y ‘apellidarla’ en honor al científico surgió a principios de 2020. Entonces, una serie de instituciones y personalidades de Aragón firmaron un manifiesto apoyando esta idea. Además de la propia Universidad de Zaragoza, también constaban en la lista el Gobierno de Aragón, Ibercaja, la Fundación Labordeta, la Fundación Giménez Abad, la Real Academia de San Luis y la de Medicina. También había ciudadanos célebres como el experto en cine Luis Alegre, el exentrenador del Real Zaragoza Víctor Fernández, el bailarín Miguel Ángel Berna y el científico Alberto Jiménez Schuhmacher. 

Coexistencia entre Gran Vía y calle Ramón y Cajal

La iniciativa, ya ratificada por el Gobierno municipal, busca dignificar la figura del científico Santiago Ramón y Cajal que ganó el premio Nobel en reconocimiento a su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso. En la actualidad, el científico cuenta ya con una calle en su nombre en Zaragoza, situada entre Conde Aranda y César Augusto. El vial tiene 370 metros de largo y diez de ancho y en ella trabajó y vivió don Santiago. Fue la primera en España que se nombró en honor del investigador aragonés y la intención del consistorio es que coexista con la futura denominación de la Gran Vía.

Según la normativa urbanística, las calles pueden compartir nombre siempre que tengan denominación diferente y, en este caso, se cumple dado que una es vía y otra es calle.

Esta misma situación ya se da en otras ciudades de España, como Valencia, donde ya existen la calle Ramón y Cajal y la Gran Vía de Ramón y Cajal. En Zaragoza, asimismo, ya hay nombres que se repiten en el callejero, como Pirineos (la avenida rodea la Expo y la calle está en Torrero); y Soria (la que une La Almozara con Delicias y la calle está en Ruiseñores).

Según la vicealcaldesa la ciudad tiene «una deuda pendiente» con la figura del único Premio Nobel de Ciencias que ha tenido España. La liberal señaló que es el momento de «devolverle el amor que profesaba por Zaragoza» y para ello recordó las palabras que el ilustre dedicó a la ciudad en el periódico El Noticiero: «Zaragoza es algo mío, muy íntimo, que llevo embebido en mi corazón y en mi espíritu y palpita en mi carácter y en mis actos».

El nombre del científico aragonés Santiago Ramón y Cajal es, después del de Miguel de Cervantes, el que más se repite en el callejero de las ciudades y pueblos de España, con 1.176 referencias por las 1.629 del escritor de El Quijote. Huesca, capital de la provincia en la que creció y vivió, cuenta con el vial más largo en honor al premio Nobel del conjunto de los municipios españoles, con una longitud de 2.500 metros y una anchura de 30.