Los legionarios se atrincheran en los antiguos cuarteles de Barcelona: “No nos vamos hasta que lo diga un juez”

La asociación de antiguos legionarios Hermandad de Antiguos Caballeros de Barcelona se ha atrincherado en los antiguos cuarteles de Sant Andreu pese a que tenían hasta medianoche para abandonarlos. El Consorcio de la Zona Franca (CZFB) es el propietario de los terrenos, pero se los ha cedido al Ayuntamiento de Barcelona para que levante ahí equipamientos y viviendas sociales. Sin embargo, los legionarios no tienen previsto marcharse de ahí hasta que haya una orden judicial: “No nos vamos de ahí hasta que lo diga un juez”, señala uno de ellos, consultado por este diario.

Rechazan marcharse del actual local porque no están de acuerdo con las condiciones que se les ofrecen. Se les ha propuesto dinero, pero deniegan esa oferta porque quieren un local “con las mismas características”. “Queremos que nos alojen en otro sitio, como los vecinos que también están ahí”, señala, explicando que en la parte de arriba del edificio viven militares retirados a los que sí se les ha ofrecido una vivienda en otros puntos de Barcelona. Lo cierto es que tenían hasta medianoche para entregar las llaves del local, pero no lo han hecho. “No salimos”, resume.

En este sentido, el miembro de la asociación carga contra Ada Colau por la decisión de echarles del local ya que cree que se les expulsa porque “no quiere nada relacionado con España”. “Si hubiéramos sido una colla de castellers o cualquier cosa catalana, nos hubieran dejado tranquilos”, señala. De momento, la asociación de legionarios ha recibido un burofax con un ultimátum para que abandonen el local, pero insisten en negarse a marcharse hasta que no lo dicte un juez y han dejado todo en manos de sus abogados.

El CZFB adquirió en 2004 los cuarteles, que estaban en manos del Ministerio de Defensa. Pagó 83 millones de euros por un espacio de 81.000 metros cuadrados de techo para distintos usos. La intención era comercializarlos, aunque mientras esto no llegaba, el CZFB decidió ceder de forma “gratuita y temporal” varias parcelas. La más grande, de unos 5.000 metros cuadrados, fue a parar en 2013 a la Hermandad de Antiguos Caballeros de Barcelona para realizar actividades socioculturales. Otras dos fueron para la Hermandad de los Caballeros Mutilados y la Hermandad de los Sargentos Mutilados, aunque han aceptado una oferta económica y se han marchado ya de las instalaciones.

No obstante, la entrega de este espacio a los antiguos legionarios ha generado también momentos de mucha hostilidad, como las protestas de los vecinos de Sant Andreu de octubre del 2013. Asimismo, la Asamblea Antifascista de Sant Andreu de Palomar elaboró un manifiesto que firmaron más de 80 entidades, en las que se pedía que ningún espacio municipal se pudiera dedicar a la “exaltación del militarismo y del fascismo”. También el Ayuntamiento de Barcelona había pedido en reiteradas ocasiones que se revocara la cesión del espacio.

Ahora, con el acuerdo al que han llegado el Consorcio y el Ayuntamiento de Barcelona para ceder el terreno, el consistorio prevé construir 4 fincas de equipamientos y de viviendas de protección oficial con un coste de 13 millones de euros en obras.