El Gobierno mintió: un policía y un guardia civil siguen cobrando hasta 7.761 euros menos que un mosso

Julio de 2021, el Ejecutivo de Pedro Sánchez saca pecho y zanja la polémica por la equiparación salarial. No sólo asegura sin tapujos que “sí se ha llevado a cabo” sino que no duda en ponerse la medalla: “Ha sido gracias gracias al esfuerzo y a la gestión del actual Gobierno y del actual equipo del del Ministerio del Interior”, es decir, gracias a Fernando Grande-Marlaska. Una respuesta parlamentaria en el Congreso que dista mucho de la realidad, ya que, a día de hoy, un policía y un guardia civil siguen cobrando hasta 7.761,90 euros menos que un agente de los Mossos d’Esquadra al año.

La equiparación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no es real. Por mucho que el Gobierno insista, las nóminas no cuadran. Los 807 millones “invertidos” no han sido suficientes para equiparar las retribuciones de policías y guardias civiles con mossos o ertzainas. Y si bien es cierto que se ha producido una “subida”, la brecha salarial sigue existiendo, tal y como refleja un informe elaborado por Jusapol, asociación que aglutina a policías y guardias civiles en su lucha por la igualdad. Hay que destacar que esta misma semana, el Tribunal Supremo admitía a trámite un recurso contra la Administración por el “incumplimento” de la equiparación.

Tras haberse producido la llamada equiparación por parte del Gobierno, el sueldo bruto anual de un mosso de categoría 1 ascendería a 37.274,22 euros, frente a los 31.474,10 de un policía o los 31.078,77 de un guardia civil. O lo que es lo mismo, estos últimos perciben en torno a un 15,56% y un 16,62% menos de sueldo que un policía catalán, y todo ello sin tener en cuenta productividades, turnos, horas extras, etc. Una diferencia que se acrecenta cuanto mayor es el cargo. En el caso de hacer la comparación con un mosso de categoría 2 (38.840,67 euros brutos al año) la brecha salarial se amplía hasta los 7.761,90 euros. Si analizamos las cifras mensuales, las diferencias salariales oscilan entre 483,43 euros y 646,82. Así, un guardia civil puede cobrar cada mes, hasta un 20% menos que un agente catalán.

Tanto la asociación de la Guardia Civil JUCIL, como el sindicato policial JUPOL, han denunciado en múltiples ocasiones las “mentiras” del Ejecutivo. La última llegó a través de una nueva respuesta parlamentaria, esta vez en el Senado. El Gobierno destacaba que “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cobrarán de media un 20% más que en 2017, la mayor subida salarial que se ha producido y frente al aumento para el resto de funcionarios públicos en el mismo periodo de un 6,25 por ciento”. Sin embargo, tal y como explica el presidente de JUSAPOL, Miguel Gómez, al Ejecutivo de Sánchez se le olvida explicar que en ese 20% está incluido el 6,5%, como funcionarios públicos que son. Por no hablar de que no es lo mismo subir un 6,5% sobre el salario de un guardia civil que sobre el de un mosso d’esquadra.

El desfase de las pagas extra

Si nos atenemos a los datos. Un agente de los Mossos d’ Esquadra cobra hasta 5.365,26 euros al año en pagas extra, frente a los 3.167,98 que recibe por el mismo concepto un policía o un guardia civil. Hablamos de una diferencia de hasta 2.197,28 euros sólo en este conceptolo que contribuye a agrandar la brecha salarial. ¿Y por qué sucede esto? Porque el sistema retributivo de los mossos contempla un único complemento específico, donde derivan todas sus subidas salariales, lo que facilita que se duplique su cuantía en las pagas extraordinarias.

En el caso de policías y guardias civiles, su nómina se desglosa en varios complementos, y algunos de ellos no son tenidos en cuenta para cuantificar estas dos pagas. Es el caso del Complemento Específico Singular, que es donde se incorpora el dinero de la subida salarial y que es desechado a la hora de calcular pagas extra o jubilación.

Y por si esto no fuera suficiente, el presidente de JUSAPOL explica que la paga extraordinaria, gracias a una reforma de José Luis Rodríguez Zapatero, no se deduce del sueldo base (788 euros) sino que se les resta un porcentaje y se calcula tomando como referencia los 681 euros que estipula la Ley de Presupuestos de este año. Asimismo, las cuantías por trienios también han bajado. Una situación que se repite en toda la función pública.

La asistencia a los juicios es otro caballo de batalla. Mientras mossos y ertazinas reciben compensación económica por ello, los agentes de la Benemérita y la Policía Nacional reciben días libres. Y lo mismo ocurre con las “horas extra” que no son bonificadas, pese a existir una tabla de “precios” establecidos.

Brecha en las jubilaciones

En el momento de la firma del acuerdo, al destinar toda la subida salarial al Complemento Específico Singular, todos aquellos policías y guardias civiles que se encontraban en Segunda Actividad y Reserva, fueron excluidos del acuerdo, por lo que no han cobrado ni un euro de la mal llamada equiparación. Y es que hay que recordar que tanto las pagas extra, como la jubilación, como la segunda actividad… se calculan a partir del Complemento Específico General, donde no se aplicó la subida salarial.

Informe de Jusapol sobre las jubilaciones

Informe de Jusapol sobre las jubilaciones FOTO: LA RAZÓN

Esta situación provoca graves desigualdades, no solo con otras policías del Estado sino con sus propios compañeros en activo. Desde Jusapol siempre han exigido que se les permitiera la jubilación anticipada a los 59 años, sin pérdida de poder adquisitivo y cobrando la pensión máxima. Y no los 1,592,01 euros que reciben ahora si se acogen a la segunda actividad. Hay que señalar que los mossos y ertzainas perciben la pensión máxima incluso cuando se prejubilan.

Pero con la jubilación obligatoria (65 años) la cosa no mejora, ya que la cifra que reciben policías y guardias civiles (1.837,68 euros al mes, en el mejor de los casos) está muy alejada de la de los mossos ( 2.707,49 euros). Una diferencia mensual de 869,81 euros (un 32,13%), que evidencia las graves desigualdades.

“¿Cuál de los criterios no cumplimos para que nos traten igual?”, se pregunta Miguel Gómez, y la respuesta es sencilla: “Los cumplimos todos”. Sin embargo, las nóminas son muy dispares. La subida salarial se desecha cien por cien, no entra en el cálculo. ¿Y qué solución habría? Según el presidente de JUSAPOL hay varias alternativas como el pase al régimen de la Seguridad Social, con unos incentivos para que no sea un lastre y que sea voluntario. De este modo, se podría cotizar más y resultaría más beneficioso a la hora de jubilarse. La reclasificación del grupo C1 al B, sería otra opción, según relata Gómez. Pero sin duda la clave estaría en hacer un trasvase del Complemento Específico Singular al General, para que la subida salarial cuente. Sea como fuere su lucha por la igualdad, asegura, no cesará. De los políticos no espera más promesas sino hechos reales. ¿Su próximo objetivo? Potenciar la Ley de Retribuciones para poner fin a las desigualdades.