ERC acusa al Gobierno de soberbia y los nacionalistas avisan: «Falta un buen trecho para apoyar los PGE»

MADRID, 04/11/2021.- El portavoz parlamentario de Unidas Podemos Pablo Echenique (i) conversa con el portavoz de ERC Gabriel Rufián durante la segunda jornada de debates de las siete enmiendas a la totalidad del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2022, este jueves, en el Congreso de los Diputados. EFE/Mariscal

Los socios del Gobierno de coalición son «insaciables». ERC, PNV y EH Bildu preparan la factura al Ejecutivo a cambio de su rechazo a las enmiendas a la totalidad planteadas a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Independentistas y nacionalistas han lanzado sendas advertencias de que aún está lejos su apoyo definitivo a las cuentas públicas; avisos con los que pretenden encarecer la negociación que resta hasta finales de año y arrancar con ello nuevas concesiones al PSOE y a Unidas Podemos.

Su posición, anunciada la semana pasada ‘in extremis’, ha sido clave para que los vetos a los Presupuestos sean rechazados este jueves y prospere su tramitación. Pero ahora se abre la segunda fase de negociación, en la que los grupos parlamentarios pueden registrar enmiendas parciales -hasta las dos de la tarde de mañana viernes- para intentar introducir cambios en el proyecto de ley. El Gobierno, en minoría, necesita al menos veintiún escaños para la aprobación final de las cuentas, y ha convertido a los nacionalistas en aliados indispensables.

ERC, PNV y Bildu lo saben, de ahí que en el debate de totalidad de este jueves hayan respaldado al Gobierno no sumándose a la devolución de las cuentas, pero también le hayan exigido más contrapartidas si quiere un voto afirmativo. El más duro en su intervención ha sido el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien ha acusado al Ejecutivo de «soberbia»: «Empiezan a tener a mucha gente cabreada».

Rufián ha advertido al Gobierno de que su «motor» no es la «esperanza» en su acción, sino el «miedo» a la alternativa. Señalaba el diputado independentista a las bancadas de PP y Vox, antes de pasar revista a sus discrepancias con el proyecto defendido por la ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero. Rufián ha desvelado que la semana pasada cerraron el acuerdo para no presentar enmienda a la totalidad «a quince minutos» del final del plazo para registrarlas, a cambio de que se cumplan los compromisos pendientes de los vigentes Presupuestos y de que el PSOE pacte con ERC la futura ley audiovisual -en la que los republicanos quieren fijar cuotas para la producción en lenguas cooficiales-. Rufián, como también ha hecho después Bildu, ha echado en cara a la ministra que no se aborde una reforma fiscal.

«No sé si les queda gasolina»

Montero, por su parte, ha admitido que los PGE no son «ambiciosos» en materia fiscal, pero sí se ha comprometido con Rufián a negociar la ley audiovisual con ellos y a mejorar la ejecución de las cuentas públicas. «Calculen sus fuerzas, porque no sé si les queda gasolina para tanto viaje», le había avisado antes Rufián, poniendo en duda la viabilidad de la legislatura.

Por el PNV no ha intervenido su portavoz en la Cámara Baja, Aitor Esteban, sino la diputada Idoia Sagastizabal, quien ha protagonizado una intervención mucho más técnica que la de Rufián. La parlamentaria nacionalista ha instado al Gobierno a actualizar sus previsiones macroeconómicas en línea de los avisos del Banco de España y de la Airef, a que no fíe toda la recuperación a los fondos europeos y a que tome ejemplo del País Vasco en materia recaudatoria.

Después, Sagastizabal ha subrayado el objetivo del PNV, «la agenda vasca», y ha reclamado una mayor inversión presupuestaria en su comunidad autónoma en cuestiones como la llamada ‘Y vasca’ -conexión ferroviaria de las tres capitales de provincias vascas- y los aeropuertos. Eso sí, en la línea de Rufián también ha remarcado que el Gobierno no tiene mayoría absoluta y que trasladarán enmiendas parciales con espíritu «constructivo»: «Nos falta un buen trecho para poder apoyar los Presupuestos». El PNV, ha dicho la ministra Montero, es un socio «prioritario» del Ejecutivo.

Por Bildu ha intervenido Oskar Matute, quien ha querido dejar claro que su formación, heredera de la ilegalizada Batasuna, carece de «sentido de Estado» -así lo ha dicho- y vela solo por los intereses de la ciudadanía vasca y de las personas de izquierdas del resto del Estado. Antes, el presidente del Grupo Confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, le había reconocido a la izquierda ‘abertzale’ y a ERC «más sentido de Estado» que a la bancada de la derecha. Enmienda por tanto de Matute a los comunes.

Derogación «íntegra» de la reforma laboral

Paréntesis aparte, Matute ha dado la razón «a la menguante fuerza naranja», en alusión a Ciudadanos: «Somos insaciables». Después, como es habitual, ha criticado las partidas a la Casa Real, a Interior y a Defensa. «Entenderán, señorías de la derecha, que mientras no nos dejen soñar, nosotros no les dejaremos dormir», ha clamado, antes de reivindicar su principal línea ‘sine qua non’: la derogación «íntegra» de la reforma laboral: «Si rebajan el alcance de la derogación para obtener el apoyo de la CEOE, quizá pierdan el apoyo de los grupos de izquierda de esta Cámara. La CEOE puede tener mucho poder, pero no tiene los cinco votos de EH Bildu».

La ministra Montero le ha agradecido el tono y su disposición para negociar los Presupuestos, algo que también ha hecho con ERC y PNV. A los tres les ha tendido la mano para presentar las enmiendas parciales que consideren y negociarlas con el Gobierno para «mejorar» el actual proyecto de ley. A Rufián, eso sí, le ha dicho que el Ejecutivo carece de «soberbia» en su situación de minoría parlamentaria: «Para este Gobierno el diálogo se convierte en una obligación».