Teresa Perales: «Somos muchos los que nos esforzamos en avanzar hacia la igualdad»

La ganadora del Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2021, Teresa Perales, ha centrado su discurso durante la ceremonia de entrega en la figura de su madre, Sebi, a la que se refirió en una decena de ocasiones para agradecerle ese «aquí estoy para ayudarte». «¡Quien me iba a decir en 1995 cuando oí las palabras ‘no vas a volver a andar’ que el camino que iba a recorrer con mi silla me iba a llevar hasta aquí!», afirmó sobre el escenario del teatro Campoamor de Oviedo, antes de recoger el galardón de manos del rey Felipe.

La nadadora aragonesa, poseedora de 27 medallas paralímpicas, recordó la figura de una vecina de su infancia que, tras asumir sus «miedos y vergüenzas» por lo que le pasaba «y salir a la calle», les paró a ella y a su madre para referirse a ella, ya en silla de ruedas, con un «pobrecita niña» que la hizo que dejara de ser «la niña del tercero para ser la pobrecita hija de Sebi».

Para esa vecina, la vida de Perales «se había acabado antes de empezar», dijo la nadadora, a cuyo juicio, por el contrario, «la vida simplemente continuaba por un camino distinto al previsto».

Así, desgranó cómo su madre, que seguía emocionada su discurso desde uno de los palcos del Campoamor, siempre ha estado a su «lado», cuando Perales quiso bañarse en la piscina, ser diputada, escribir un libro o ir al desierto saharaui a llevar latas de sardinas en un 4×4.

La nadadora celebró lo que la sociedad ha cambiado «para bien» en el caso de la discapacidad, de manera que la mirada de la vecina «probablemente ya no sea la misma, o mejor dicho, no es la mirada de tantas vecinas».

Apuntó que hay más portales accesibles, menos comercios con escaleras en la puerta, incluso una ley de la dependencia, si bien es preciso «seguir mejorando».

Perales aprovechó el altavoz de la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias para decir «a los niños y a los no tan niños que no hay que esperar a que alguien nos diga lo que va a pasar o lo que debemos hacer. Hay que pensarlo o soñarlo. Decidir tú lo que quieres e ir a por ello. Con decisión».

A juicio de la aragonesa, no hay que dejar que los obstáculos te impidan «al menos intentarlo», y planteó rodearse en el camino de gente, de amigos y de personas que, como su madre, estén dispuestos a ayudar. «Así, aunque el destino sea distinto al imaginado, el viaje habrá merecido la pena», concluyó.