El primer ministro inglés, Boris Johnson, se ha tomado unos días libres y ha viajado hasta la Costa del Sol para disfrutar de las playas malagueñas. De acuerdo al periódico ‘Mail on Sunday’, Johnson disfrutará de la estancia en una villa de lujo marbellí propiedad del político conservador Zac Goldsmith, muy amigo de su mujer Carrie. El viaje lo ha hecho acompañado de su esposa, que se encuentra embarazada, y su hijo de 17 meses, Wilf.
La visita del líder británico a tierras españolas, sin embargo, se ha convertido en tema de debate atendiendo a la situación de desabastecimiento que afronta el país. Mientras que el primer ministro disfruta de las aguas del Mediterráneo, la población del país que representa hace frente a una situación de falta de recursos.
La crisis, provocada por la falta de camioneros en tierras inglesas tras el Brexit, ha supuesto el desabastecimiento de los mercados. De acuerdo a Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), el 17% de los ciudadanos no ha logrado hacerse con algún producto básico de alimentación en las últimas dos semanas.
Desde el Ejecutivo británico han salido en defensa del líder conservador. El ministro británico de Empresas, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng, explicó en declaraciones a la prensa que «Johnson ha tenido un año y medio en el que casi pierde la vida a causa de la covid-19, su madre ha muerto, tristemente, hace dos o tres semanas y podría haber decidido darse un pequeño respiro. Me parece que es algo razonable».
