La Palma estalla contra Maroto por decir que la erupción es un reclamo turístico: «Es una falta de vergüenza»

La Palma ha estallado contra las declaraciones de Reyes Maroto tras la erupción de Cumbre Vieja. La ministra de Turismo definió el volcán como un «espectáculo maravilloso» y un reclamo turístico mientras cientos de personas veían como perdían todo lo que tenían. «Es una falta de vergüenza», que demuestra «una total ignorancia y cero empatía», asegura la empresaria y emprendedora, presidenta de la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (ASCAV), Doris Borrego. Hay cientos de familias que «lo han perdido todo, su casa y su vida entera» bajo una colada de lava que arrasa a su paso, y ante este drama «la ministra habla de atracción turística», es «totalmente indignante y una falta de solidaridad absoluta» para los palmeros.

La asociación que dirige Doris Borrego tiene 1.500 asociados y cientos de personas que viven de esta actividad en La Palma, «los que pueden operar están volcados para prestar alojamiento a quienes ya no tienen casa, pero hay muchas viviendas vacacionales que también han quedado bajo la colada» y como recuerda «hay mucha gente en la isla que vive de los ingresos de esas viviendas turísticas, ahora inoperativas».

Daños que irán a más

Los daños, además, pueden ir en aumento, porque en el camino de la colada hacia el mar «hay muchísimos pisos vacacionales más que quedarán destruidos o aisladas».

La población de La Palma ha sufrido el impacto de tres desastres en apenas unos meses: «La pandemia, el incendio forestal y ahora, esto», lamenta Borrego. «No sé dónde ve la ministra la atracción en este drama».

Lo mismo piensa Lucía, vecina de El Paso. «Esto no tiene nada de atracción. Es un auténtico desastre que ni es bonito ni es fascinante». Ella sufrió los temblores y ahora observa la gran columna de fuego y cenizas desde la puerta de su casa. Se declara indignada por quienes ven de esto un espectáculo y se confiesa «muy preocupada». Sus hermanos han sido evacuados y la catástrofe avanza lentamente ladera abajo. «No es que pase la erupción y ya está, son casas, vidas enteras e infraestructuras» y eso «no se reconstruye de un día para otro». La vivienda de su hermano ha logrado escapar de la vorágine destructiva del volcán «pero ya no tiene agua ni luz y nada será igual» al menos, «por un año o más».

La misma idea comparte Antonio Hernández, vecino de Breña Alta. «No hay espectáculo que valga en todo esto». Es «un desastre de la naturaleza», asegura «da mucho dolor, amistades evacuadas, incertidumbre y familias viviendo un infierno al perder el sacrificio de toda la vida». No hay espectáculo ni hay atracción turística en este «drama humano», opina.

Judith Hernández, también de Breña Alta, tampoco está de acuerdo con lo declarado por la ministra; ella piensa en sus vecinos evacuados y en sus amistades que «no saben si sus casas están afectadas». La gente de la zona «lo está pasando fatal» y aunque sea «impresionante de ver, sobre todo por la noche, es un auténtico desastre que poco tiene de espectáculo».