El PP acusa al Gobierno de bloquear el debate sobre la ley de pandemia

El Gobierno de Sánchez no parece tener ninguna prisa para que se debata en el Congreso de los Diputados una ley de pandemia que dote a las comunidades autónomas de las herramientas necesarias para luchar contra el Covid-19 una vez agotado el estado de alarma. Desde La Moncloa mantienen bloqueado el debate parlamentario de una manera sencilla, que les permite el Reglamento de la Cámara:basta con no trasladar su criterio sobre la Proposición de ley que registró el Grupo Popular, un trámite imprescindible para que la iniciativa salga del cajón donde permanece a la espera y pase al Pleno del Congreso.

La portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, acusó al Gobierno de Sánchez de bloquear el Plan B del

PP para retrasar su debate el máximo tiempo posible, o incluso para vetarlo en el último momento, cuando la Justicia haya tenido que poner orden ya en medio del caos originado desde el sábado por la noche, por la finalización del estado de alarma.

El PP registró su Plan B, una Proposición de ley orgánica de medidas especiales en materia de Salud Pública con el fin de controlar enfermedades transmisibles, el pasado 14 de abril. Es una iniciativa muy similar a la que llevó al Pleno en noviembre del año pasado, como alternativa jurídica al estado de alarma que quería imponer Sánchez. En ese caso, el Congreso tumbó la iniciativa del PPen su primer paso, en la toma en consideración.

Conformidad del Gobierno

En abril, ante la proximidad del fin del estado de alarma, el principal grupo de la oposición volvió a llevar al Congreso una iniciativa que solo cambia un artículo de la ley de medidas especiales en materia de salud pública para permitir a los comunidades la posibilidad de confinar y poner límites a la libre circulación en caso de pandemia. Esa Proposición se calificó en la Mesa del Congreso el 20 de abril, y se abrió un plazo para que el Gobierno emitiera su criterio y su conformidad o no, hasta el próximo 1 de junio.

Según el Reglamento del Congreso, una vez publicada la Proposición, la Mesa la remite al Gobierno para que manifieste su criterio respecto a la toma en consideración, así como su conformidad o no a la tramitación si implicara aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios. Es un paso obligatorio para todas las proposiciones de ley. De hecho, según fuentes parlamentarias, si la iniciativa es de un grupo próximo al Gobierno, la respuesta de ese suele ser inmediata. Pero siempre tiene un margen considerable para aplazar el debate y dejar que pierda fuerza.

El Reglamento también recoge que transcurridos treinta días sin que el Gobierno hubiera negado expresamente su conformidad a la tramitación, la Proposición de ley quedará en condiciones de ser incluida en el orden del día del Pleno para su toma en consideración.

El PP sospecha que el Gobierno agotará el plazo, pero no mostrará su disconformidad, porque tampoco lo hizo con su anterior Proposición, la que se debatió en noviembre. Ya en junio, el Plan B, o ley de pandemia, seguiría su tramitación, con el silencio positivo del Gobierno, y el Grupo Popular lo llevaría al primer Pleno en que tuviera cupo.

Mano tendida

El Gobierno y la Grupo Socialista han dejado claro su rechazo a negociar y aprobar un plan jurídico alternativo al estado de alarma. Pese al nuevo portazo, los populares volvieron ayer a ofrecer sus votos a Sánchez para aprobar en un plazo de quince días una reforma legal que dé garantías jurídicas a las comunidades en su lucha contra la pandemia.

La ley de pandemia ocupó ayer buena parte del Comité de Dirección del PP, junto a su rechazo a la subida masiva de impuestos que prepara el Gobierno de Sánchez. Los populares creen que «el ‘no es no’ de Sánchez y sus contradicciones agravan el caos originado tras el fin del estado de alarma». «Es una enorme irresponsabilidad. Sánchez debe escuchar al PP y a las comunidades», concluyeron.