A regañadientes y sin que la mayor parte de sus propuestas hayan sido aceptadas por la DGA, el Ayuntamiento de Zaragoza se va a sumar al plan de rescate de la hostelería diseñado por el Ejecutivo autonómico con una cuantía que rondará los 3,6 millones de euros. “Pese a la nula capacidad de negociación del Gobierno de Aragón, la ciudad de Zaragoza va a respaldar a sus empresarios”, ha dicho este lunes la concejal de Economía de la ciudad, Carmen Herrarte.
Tras semanas de tensión entre las dos administraciones por este asunto, lo que debería haber sido una comparecencia en la que se hiciera gala de la cooperación institucional se ha convertido en el primer episodio de una nueva batalla. Herrarte ha asumido que se suma al plan sin que la DGA acepte las exigencias municipales, como controlar las bases de la convocatoria de ayudas o incluir el criterio de calidad de aire. Lo único que ha podido rascar es el compromiso de estudiar si hay sectores que se quedan fuera de las ayudas y las fórmulas de apoyo que podrían obtener. Pero poco más.
La edil ha sido dura con la DGA. “Se nos ha invitado a poner dinero en un proyecto que no conocemos. Este proyecto no nos gusta y llega tarde. Pero cabían solo dos opciones;: que los hosteleros recibieran menos o que nos sumáramos”, ha declarado Herrarte, que ha declarado que “los ciudadanos jamás pueden ser víctimas de los desacuerdos, están por encima de las luchas políticas” de las instituciones.
“Este gobierno ha estado desde el principio del lado de los empresarios pese a no haber tenido ayudas ni de la Comunidad Autónoma ni del Estado”, ha dicho. En este sentido, ha recordado las bonificaciones en la tasa de veladores, los cambios normativos para admitir nuevas terrazas en la ciudad que compensasen los cierres y reducciones de aforo, el plan de rescate fiscal o los microcréditos, que ascienden a 10 millones de euros.
Herrarte ha criticado las bases aprobadas por la DGA, las “rectificaciones” del Gobierno autonómico y la tardanza con la que en su opinión van a llegar las ayudas a la hostelería. Al mismo tiempo, ha recordado la “injusticia” que supone que en otras ciudades españolas los criterios de aforo y horario sean más favorables para la hostelería que en Zaragoza. Está cuestión, a su juicio, se resolvería permitiendo trabajar a los establecimientos que garantizasen la calidad del aire.
Al margen de la disputa con la DGA, la concejal de Economía ha explicado que los 3,6 millones que aportará el Ayuntamiento al plan de rescate de la hostelería no saldrán del presupuesto, sino de deudas liquidas, vencidas y exigibles que tiene la administración autonómica con la municipal, como los recibos del Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI) de varios edificios de la Expo 2008. El plan de rescate de la hostelería está dotado con 50 millones de euros. La DGA aportará el 60% de las ayudas (30 millon
