Sturgeon roza la mayoría absoluta en Escocia pero Johnson advierte que no habrá otro referéndum

«Un referéndum en el contexto actual es irresponsable e imprudente». Con estas palabras, Boris Johnson zanjó, una vez más, la discusión sobre una posible consulta popular en Escocia que le permita a sus ciudadanos decidir sobre su independencia del Reino Unido. Las palabras del ‘premier’ británico al diario ‘The Telegraph’ son la respuesta a la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, cuyo partido acarició la mayoría absoluta y que declaró que está «preparada para impulsar un segundo referéndum cuando sea el momento adecuado».

La esperanza de los ‘tories’ era que, pese a su previsto triunfo, no consiguiera la mayoría, pero ayer por la tarde la preocupación entre las filas de la formación política era máxima. De hecho, cuando periodistas

de la cadena Sky News le preguntaron a Douglas Ross, el líder conservador escocés, si el Partido Nacionalista Escocés estaba en camino de una mayoría, respondió que «está en el filo de la navaja» y matizó que aunque «aún quedan asientos cruciales por declarar» y que definitivamente «está muy cerca». No obstante, John Curtice, uno de los principales expertos en encuestas del país, aseveró que una mayoría absoluta era «poco probable», e incluso fuentes del SNP insistieron en que esa mayoría todavía era una «posibilidad remota».

Eso sí, según el segundo del partido, John Swinney, el SNP tiene el mandato de celebrar el segundo referéndum, conocido como IndyRef2, incluso sin una mayoría en el Parlamento escocés, para lo cual contará con el apoyo de Los Verdes. Precisamente Patrick Harvie prometió que «Los Verdes continuarán brindando una mayoría a favor de la independencia». Neil Gray, parlamentario reelegido, consideró que esta mayoría prevista para el conjunto de los partidos independentistas provocará que «Boris Johnson se vea obligado a considerar permitir un segundo referéndum de independencia», mientras que Sturgeon, por su parte, dijo estar «encantada» con el resultado y aseguró que su intención sigue siendo que la consulta se lleve a cabo en la primera mitad de la legislatura, aunque matizó que «superar la crisis del Covid-19 es lo primero».

Los nacionalistas obtuvieron la mayoría en el 2011, lo que les permitió llevar a cabo el referéndum de independencia de 2014, que Johnson ha calificado en varias ocasiones como «único en una generación», de ahí su negativa a autorizar otro, pero el conflicto podría acabar en los tribunales. «Me comprometo a volver al trabajo de inmediato para continuar guiando al país a través de la crisis del Covid-19, para continuar guiando a este país hacia la recuperación», afirmó Sturgeon, y añadió: «y luego, cuando sea el momento adecuado, ofrecer a este país la opción de un futuro mejor». Pero Johnson no da el brazo a torcer: «No creo que este sea el momento de tener más disputas constitucionales, de hablar de destrozar nuestro país, cuando en realidad lo que la gente quiere es sanear nuestra economía y salir adelante juntos», declaró, y consideró que el triunfo generalizado de su partido en las elecciones locales, las primeras de la era Covid y tras su victoria en las generales del 2019 se debe a «la gente está reconociendo que el Partido Conservador es el partido de la aspiración, de la oportunidad».

Mientras tanto en Gales, el laborista Mark Drakeford fue reelegido como ministro principal, lo que contrasta con los malos resultados de los laboristas en general. La formación ganó 30 escaños, igualando su mejor resultado electoral en el Senedd, el parlamento galés, una prueba, según fuentes de la formación política, de lo que ya decían las encuestas: los galeses están satisfechos con la gestión de la pandemia que ha hecho su gobierno, lo que incluso dejó muy lejos de sus objetivos a los partidos que abogan por la independencia, principalmente el Plaid Cymru.

La nota positiva en Escocia fue sin duda la elevada participación de la ciudadanía, que alcanzó un histórico 64%, la cifra más alta registrada. La movilización de los votantes del SNP fue masiva, quizá porque saben que hay mucho en juego bajo la promesa de Sturgeon de convocar un nuevo referéndum, sobre todo ahora que el Brexit se ha consumado y que Escocia quedó fuera de la Unión Europea, un camino que la mayoría de la población había decidido no tomar cuando se hizo la consulta del divorcio. Pero también, como en el resto del país, los simpatizantes conservadores acudieron masivamente a los centros de votación, lo que fue posible en gran parte a que el miedo a la pandemia ha disminuido debido a la baja incidencia de Covid-19 que se registra actualmente en las islas y a la gran cantidad de personas vacunadas.