España se queda sola en Bruselas: es el único país que prevé subir impuestos

Bruselas ha comenzado a recibir los ansiados planes de recuperación o al menos los primeros bocetos, y entre los documentos remitidos, el de España destaca por ser el único de los grandes países europeos que contiene subidas de impuestos. «Se establecerá un impuesto sobre el depósito de residuos en vertedero y a la incineración y otro que grave los envases de plástico no reutilizables», señala el documento. Este último tributo se articulará, en todo caso, a nivel europeo. Junto a ello, el plan español también señala que «se revisarán las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante», en referencia al aumento de la fiscalidad del diésel.

Precisamente, ayer la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño,

participó en una declaración conjunta con los ministros de Economía de Alemania, Olaf Scholz; de Francia, Bruno Le Maire; e Italia, Daniel Franco, sobre los Planes de Recuperación nacionales. Los cuatro grandes países de la Eurozona prevén presentar hasta mañana sus planes ante la Comisión Europea y reclamaron al resto de los Estados miembros de la Unión Europea que hagan llegar los suyos a Bruselas «lo antes posible».

En el caso de nuestro país, el documento detallado aún no se conoce y se remitirá mañana, con el compromiso de acordar este año la reforma de pensiones y laboral en el Pacto de Toledo y el diálogo social, respectivamente. La reforma fiscal se dejará para 2022: será entonces cuando el grupo de expertos entregará sus conclusiones.

Francia, que tiene elecciones presidenciales en 2022, incluye dentro del documento de 815 páginas remitido a la Comisión Europea una bajada de impuestos a empresas que ya ha iniciado en 2021 y proseguirá en 2022 por un montante de 20.000 millones de euros, 10.000 cada año. Más allá de esto, no hay grandes novedades del lado tributario, eso sí.

En Italia, el plan presentado por Mario Draghi también pone sobre la mesa un borrador de reforma fiscal, cuya letra pequeña deberá llegar al Parlamento en verano, y que persigue simplificar el sistema tributario y «reducir gradualmente la carga fiscal», sin comprometer las finanzas públicas. Esta reforma se completará con una ley integral que busca aligerar la burocracia que atenaza la actividad empresarial del país. Ninguna subida de impuestos, ni siquiera en materia medioambiental o tecnológica, puede encontrarse en la propuesta del ex banquero central que logró poner a raya a los mercados durante la anterior crisis del euro.

En Alemania, la cercanía electoral ha hecho que el terreno fiscal sea prácticamente prohibido para el Gobierno germano, que también ha postergado la reforma fiscal. El plan presentado a Bruselas por la locomotora europea, que ostenta unas saneadas finanzas públicas y que se ha comprometido a volver al déficit cero en 2022 , solo hace referencia a la necesidad de poner en marcha un impuesto global a las grandes tecnológicas.

Y es que tanto Berlín como París miran a la economía digital como un mercado ahora dominado por gigantes como Google o Amazon y del que esperan poder sacar tajada gracias al impulso de estos fondos. Para este verano es cuando prevén cobrar este impuesto, un tributo que España ya aprobó en 2020 y que ha entrado en vigor, aunque su liquidación esperará a julio. También Francia e Italia tienen tributos similares. Portugal fue el primer país en presentar su plan de recuperación en el que no había rastro de subidas de impuestos.

Como fuere, España fue el país de la UE con un mayor déficit en 2020, del 11% del PIB. Italia (-9,5%), Francia (-9,2%), Portugal (-5,7%) y Alemania (-4,2%) tuvieron desequilibrios mucho más bajos y un mayor margen fiscal ahora.

Al observar la deuda pública, eso sí, Italia cuenta con un 155,8% del PIB y Portugal un 133,6%, aunque España fue, tras Grecia (205,6%), el segundo país europeo que más aumentó su pasivo público, con 24,5 puntos más que en 2019 al alcanzar el 120% del PIB. Ello explica que, frente a otros Estados, nuestro país aprobara menos rebajas de impuestos y guiños especiales. Según el BCE, España fue el país que menos medidas fiscales desplegó contra la crisis del Covid, con un 1,3% del PIB, frente a la media de la Eurozona, del 4%.