Dos milenios con el glaciar de Monte Perdido

Un estudio del Instituto Pirenaico de Ecología revela que el glaciar de Monte Perdido resistió a los periodos cálidos de la época romana y medieval, aunque en la última centuria ha perdido el hielo que se formó hace 600 años. Así, se conforma como uno de los enclaves naturales de Aragón con más trayectoria histórica. La investigación también permitió conocer la edad de esta masa de hielo, situada en el Pirineo aragonés y actualmente casi desaparecida.

El trabajo, que ha estado liderado por el centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IPE-CSIC), ha determinado que el glaciar, uno de los lugares más emblemáticos del Pirineo y de los pocos glaciares que todavía resisten en el actual contexto de aumento de temperaturas a escala global, está presente, al menos, desde los últimos 2.000 años.

Según informó el instituto en una nota de prensa, el volumen total y el espesor del hielo de este glaciar disminuye cada año y está previsto que en unas pocas décadas haya desaparecido completamente. A pesar de que el retroceso de este y otros glaciares pirenaicos es evidente, todavía no se conocía si, en los últimos milenios, el glaciar experimentó otros periodos de retroceso semejantes o si incluso pudo llegar a desaparecer como respuesta a periodos cálidos anteriores.

Gracias a varias dataciones realizadas por la técnica de carbono-14 en pequeños restos orgánicos encontrados en el hielo, los investigadores que han llevado a cabo este trabajo han podido determinar que el glaciar de Monte Perdido está presente desde, al menos, los últimos 2.000 años. En concreto, la investigación ha puesto de manifiesto que esta masa de hielo perduró durante el periodo romano y la Edad Media, aunque experimentó una importante etapa de fusión en un periodo climático que los científicos conocen como la Anomalía Climática Medieval. Esta época tuvo lugar entre los siglos X y XIV y se caracterizó por experimentar elevadas temperaturas medias y abundantes sequías en varias zonas del planeta.

Según la investigadora que ha liderado este proyecto desde el Instituto Pirenaico de Ecología, Ana Moreno, estos nuevos resultados «proporcionan un contexto temporal necesario al calentamiento actual y otorgan la categoría de excepcional al cambio climático de nuestros días, al menos en los últimos 2.000 años».

Además de aportar evidencias de otras épocas cálidas anteriores en las que el glaciar de Monte Perdido retrocedió, este trabajo ha reflejado que el glaciar ha perdido en el último siglo el hielo acumulado en los últimos 600 años. Es decir, prácticamente se ha fundido en los últimos cien años todo el hielo correspondiente al periodo conocido como Pequeña Edad del Hielo.

Los análisis geoquímicos han confirmado esta enorme pérdida de hielo reciente. Pero, además, este estudio concluye que el calentamiento actual en los Pirineos es más rápido e intenso que el ocurrido en anteriores fases cálidas de los últimos 2.000 años, por lo que se prevé que pueda desaparecer en próximas décadas.