A la espera del trámite del próximo jueves en el pleno municipal, el Ayuntamiento de Zaragoza ya tiene presupuesto para este año. No ha habido margen a la unanimidad o al menos a un consenso amplio por la pandemia. PP, Cs y Vox se han ceñido al guion y, como el año pasado, han dado vía libre a las cuentas, que alcanzarán los 825 millones de euros, de los que 72 irán para inversiones. La izquierda ha lamentado amargamente la falta de negociación y de diálogo por parte gobierno, que ha preferido amarrar un acuerdo con la extrema derecha antes que las complicaciones derivadas de un pacto de amplio espectro. PSOE, ZEC y Podemos-Equo han votado en contra.
El debate, centrado en el análisis de las reclamaciones de los ciudadanos (un total de 54) y las enmiendas de los grupos (275), se ha guiado por los cauces previstos. La concejal de Hacienda, María Navarro, ha iniciado la sesión con la que se ha convertido en su frase más repetida las últimas semanas: “Este es un presupuesto extraordinario para una situación más que complicada por la pandemia”. Y ha recordado las “hipotecas” que tuvo que asumir el actual gobierno de los anteriores, como un agujero de 102 millones de euros en partidas infradotadas, sentencias impagadas o revisiones de precios.
También ha detallado las distintas acciones del gobierno durante el año de pandemia para apoyar a los sectores afectados por la crisis y para el mantenimiento de los servicios públicos, en un contexto en el que gran parte de las enmiendas de la oposición pretendían habilitar ayudas directas para estos colectivos. “El presupuesto de 2021 es ambicioso, pensado para las personas y los sectores más vulnerables”, ha señalado Navarro.
El paquete de transacciones del gobierno PP-Cs se ha dirigido a modificar las enmiendas de Vox más conflictivas, como la que trataba de eliminar la partida de 2,5 millones de euros para las ayudas a la cooperación. Finalmente, la rebaja será de 400.000 euros. Vox también había apuntado con sus enmiendas a las áreas de Cs, como Urbanismo. Una de ellas, la del plan Pignatelli Zamoray, pretendía que los fondos se destinarán a las zonas más degradadas del barrio en lugar de al entorno de la iglesia de San Ildefonso o la plaza de San Lambero. El gobierno ha aceptado este cambio de orientación.
También se tocan a la baja las partidas como las del consejo de la juventud, las de las entidades vecinales, la Federación Aragonesa de Solidaridad o la oficina del Cipaj. Se le quitan 150.000 euros al proyecto Zaragalla, que prevé actividades en verano para niños con pocos recursos. La rehabilitación de la Casa de Palafox, vinculada al proyecto de Goya de Cs, pierde 450.000 euros de los 500.000 previstos. El gobierno no ha podido frenar una enmienda de Vox que iba contra un proyecto de Cs: la ‘supermanzana’ del entorno de la plaza de San Francisco. Se ha incorporado al presupuesto con los votos de la izquierda.
Además, a petición de Vox, se incrementan 350.000 la partida de 200.000 de la reforma de un tramo de la avenida de Cataluña, se pondrán en marcha los estudios de la zona franca, la mejora del Camino de Valdeconsejo, la adecuación del pabellón de Movera o la construcción de un monumento en la arboleda de Macanaz en recuerdo a los caídos en Los Sitios. “Es el único gasto suntuario”, ha dicho el portavoz de Vox
