Álex y Dani Dujshebaev, el apellido del éxito

Se pregunta por el relevo en la selección en futuro cuando el relevo está escribiendo ya un nuevo camino en presente continuo. Tiene apellido que en otras épocas sonó extraño, pero que en el balonmano es tan español como un García. Porque España, como en otras épocas, vuelve a tener en el apellido Dujshebaev un líder en el que apoyarse para seguir escribiendo éxitos. Y en este caso, por partida doble, porque a la confirmación de Álex, 28 años, en este Mundial se une el despegue fulgurante de Dani, 23.

El hermano mayor destapó su osadía en el Europeo de Dinamarca y Suecia de 2020, pero ha sido en este Mundial donde ha mostrado hechuras para liderar a la España que ya está llegando. Un lateral derecho siempre en el aire para cazar balones perdidos cuando defiende, un brazo letal cuando se incorpora al ataque. Ayer, ante Francia, desquició a la zaga y taladró la moral de Vincent Gerard. De su zurda, magistral, colocada y potente, se acordará bien el portero francés. Marcó ocho goles, desde el exterior, para minimizar la máxima de que España no tiene lanzadores. Y regaló, además seis asistencias. Algunas de ellas, a su hermano pequeño, que combina de maravilla la frescura de los 23 años con la inteligencia de juego del apellido: seis tantos y cuatro asistencias, en un crecimiento imparable. La complicidad es patente.

Ambos Dujshebaev tienen un maestro del que aprenderlo todo, pues su entrenador en el Kielce polaco es su padre, Talant. Y son buenos estudiantes. En la selección Álex ya no se esconde si hay que tomar la responsabilidad de mantener al equipo en el partido cuando peor se ponen las cosas. Como en la semifinal ante Dinamarca, cuando marcó cuatro tantos en 22 minutos y espoleó a los compañeros para seguir peleando hasta el final. Fue, curiosamente, el mejor partido del pequeño (7 goles), el primero que perdía España desde el Mundial de 2019 contra Alemania. Pero les duró poco el sofoco de ese balón de prórroga de Marchán que se quedó en el larguero. Como en la pista, enseguida encontraron las ideas suficientes para apabullar a Francia con goles, asistencias y robos de balón para llevarse el bronce. Son Álex y Dani. Uno vuela para liderar a la próxima generación; el otro le sigue de cerca y aprende muy rápido. Y son Dujshebaev, un apellido de éxito.