Familiares de víctimas del franquismo estallan contra Iglesias: «Es un insulto a su memoria»

Con buena parte de la agenda política actual teñida de crispación, el hecho de que Pablo Iglesias o cualquier otro alto mandatario encienda un debate por unas declaraciones en particular no es algo que resulte extraño. Sin embargo, las palabras que pronunció el vicepresidente segundo del Gobierno en una entrevista para el programa ‘Salvados’ de La Sexta ha levantado un polvorín de críticas que trasciende a la riña política y que ha enervado a historiadores, politólogos, asociaciones de memoria histórica y familiares de víctimas de exiliados republicanos. Algunos hacen énfasis en que un dirigente que «se dice de izquierdas» haya «relativizado» de la forma en que lo ha hecho la violencia de la dictadura franquista.

Iglesias sabía que sus declaraciones sobre el «fugado» rey emérito, el «exiliado» Carles Puigdemont y la comparación de la situación de éste con el exilio republicano no iban a pasar desapercibidas. «Lo siento en el alma si esto que digo molesta», decía, antes de que el entrevistador cambiase de tercio. Segundos antes, el líder de Unidas Podemos había defendido que el ex presidente de la Generalitat no puede regresar a España «por llevar sus ideas políticas hasta un extremo» a su juicio «erróneas». «Pero, ¿lo considera realmente un exiliado, como se exiliaron muchos republicanos durante la dictadura, por ejemplo? ¿Los puede comparar?», preguntaba el periodista. «Pues lo digo claramente. Creo que sí. Creo que sí«, respondía Iglesias.

El revuelo en redes sociales se intensificó este lunes, pese a los intentos de la formación morada de matizar las palabras de Iglesias -la portavoz, Isa Serra, subrayó que no es comparable el «sufrimiento» en uno y otro caso, pero se reafirmó en considerar a Puigdemont un «exiliado»- y la condena a esta consideración del vicepresidente segundo vino incluso de parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. «Cualquier comparación entre el Estado del que se fue Puigdemont y la España de la que huyeron los republicanos es desafortunada», comenta a El Independiente Emilio Silva, activista y presidente de la citada organización. «La violencia del franquismo no se debe relativizar porque asesinó física y civilmente a millones de personas», añade.

«Me parece una barbaridad», secunda José Manuel Azcona, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). «Es una aberración comparar ambos fenómenos. Una cosa son los exiliados de una dictadura que tienen que marcharse de manera forzada para no perder la vida por sus ideas. Otra muy distinta la situación de una persona que no puede volver a España por cuestiones judiciales», opina. A su juicio, y más allá de la comparación expresa del también ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, el simple hecho de considerar a Carles Puigdemont un «exiliado» ya es una falta de respeto al exilio republicano. «Se fue de España por un proceso de sedición y rebelión que él impulsó», sentencia.

«Puigdemont no se ve obligado a exiliarse por sus ideas, como sí ocurrió con los exiliados por la dictadura. Él se va al extranjero para evitar ser juzgado por sus actos durante su mandato», comenta en este caso el politólogo Edu Bayón, que pone en tela de juicio las explicaciones de Unidas Podemos a las palabras de su presidente, tanto en tiempo como en forma. «Se ha optado por no entrar en la polémica cuando ésta era ya una realidad. El propio Iglesias debería haber dado explicaciones para hacer una contención de la crisis comunicativa provocada por parte de la entrevista», analiza.

En redes sociales, la indignación no ha sido menor. Decenas de comentarios se han sucedido en las últimas horas a consecuencia de las palabras del líder de Podemos. Uno de estos usuarios, Antonio Saceda, ilustraba su malestar con las declaraciones del dirigente morado con una imagen del campo de concentración de Argelès-Sur-Mer, al sur de Francia, al que internaron a miles de exiliados españoles al final de la Guerra Civil, «entre ellos mi tío abuelo Vicente».

Saceda, ex militante del Partido Comunista y de Izquierda Unida, lamenta en conversación con este medio la comparación que hizo Iglesias el domingo. «Es un insulto a la memoria de cientos de miles de españoles», lamenta, aunque recuerda que «no es la primera vez» que las asociaciones de memoria histórica se levantan contra dirigentes de Podemos por comparaciones de este tipo, en este caso por los líderes huidos del procés. «Es un peaje que paga Pablo Iglesias a la cuota de En Comú Podem, en que buena parte del partido son nacionalistas y secesionistas», reflexiona.

Entre los cientos de mensajes encontrados en redes sociales, destacan los de algunos militantes socialistas, que lamentan que Iglesias «se atreve a ningunear a los exiliados de la guerra» a cambio de dar «masajes al nacionalismo». «El mayor insulto a la memoria republicana», consideraban otros usuarios.

«Comparar a Puigdemont con los exiliados republicanos es injusto y falaz. Mis padres huyeron del franquismo. Mi padre murió sin poder regresar y sus 7 hijos nacimos en Francia. Una dictadura nada tiene que ver con la democracia por muy imperfecta que sea», escribía en este caso el periodista Gorka Landaburu, que hacía referencia a la consideración de Iglesias sobre la «democracia limitada» que, a su juicio, constituye España.

La «gilipollez invent del día»

El revuelo que ha causado la entrevista de Pablo Iglesias en La Sexta ha provocado reacciones de todo tipo en el terreno político, con PP, Ciudadanos o Vox lanzando una ofensiva contra Pedro Sánchez para que condene el «insulto» de su vicepresidente segundo contra la memoria de las víctimas. «Ha perdido el juicio moral», llegaban a considerar desde la formación que dirige Santiago Abascal.

Mientras las críticas llegaban también de parte de algunos sectores del PSOE, y la portavoz de Podemos, Isa Serra, se aferraba a la RAE para defenderse del alud de quejas -sostenía que la Real Academia era la que calificaba a Puigdemont de «exiliado», y no Pablo Iglesias-, el portavoz parlamentario de la formación morada, Pablo Echenique, tachaba de «gilipollez invent» la polémica pese a la claridad de las palabras de su jefe de filas. «Nunca un vicepresidente del Gobierno había dicho la puñetera verdad así en televisión. Espectacular», añadía.