El relevo de Illa al frente de Sanidad no será inmediato

Salvador Illa se mantendrá todavía unas semanas al frente del Ministerio de Sanidad. En concreto, tal y como ha confirmado hoy en «La Vanguardia» el ministro de Sanidad, hasta que comience la campaña electoral catalana, dos semanas antes del 14-F. Un tiempo que, en cualquier caso, pospondrá en el cortísimo plazo la crisis de Gobierno que Pedro Sánchez va a acometer tras impulsar que Illa abandone la cartera ministerial para ser candidato del PSC en las próximas elecciones. En el entorno del presidente del Gobierno confirmaban ayer que el proceso de remodelación no sería «inmediato».

Desde la presidencia del Gobierno, que controla este proceso, no planteaban plazos concretos. Pero no descartaban que la sustitución de Illa pudiera demorarse incluso unas dos semanas. En el Gobierno descuentan unos días «duros» en lo que respecta a la evolución de la pandemia. Y el todavía ministro participará, de cumplir esos plazos, en la toma de decisiones que marcarán la estrategia a seguir para doblegar una tercera ola cuya curva de contagios se proyecta en ascenso durante todo el mes de enero.

Algunos miembros del Gobierno consultados reconocen que no les hubiera extrañado un «cambio rápido», el mismo día que se anunciaba. Pero también los hay que no ven necesario acelerar los tiempos y se muestran convencidos de que se tratará de una «transición suave». Algo que garantizaría que Illa fuese sustituido por la actual ministra de Política Territorial, Carolina Darias. También la posibilidad de que el puesto lo asumiese la actual secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, bien valorada tanto en el ministerio como por Moncloa. Aunque no se trata de un perfil con experiencia política, y aunque se espera una exposición mediática menor a la casi diaria que ha experimentado Illa estos meses, esa falta de experiencia política puede ser un hándicap.

La opción Darias es la más factible. El presidente ha evitado confirmarlo, lo que alienta la especulación en torno a otras alternativas. Pero fuentes gubernamentales apuntan a Darias desde el pasado jueves como la opción más factible.

En el Gobierno se defiende la continuidad de Illa el máximo tiempo posible. Una vez asumen una marcha que ya anticipaban: «Todos lo dábamos por seguro. Era lógico», explica uno de ellos. Pero se defiende que se mantenga en el puesto hasta el final, recordando que también sucedió así en el caso de Josep Borrell, cuando exprimió al máximo su estancia en el Consejo de Ministros antes de ser nombrado Alto Representante de la Política Exterior de la UE.

15 de enero, el día clave

Pero esta decisión de esperar a acometer el relevo de Illa tiene una causa fundamental. Que combina sus ocupaciones presentes y futuras: la posibilidad de que las elecciones catalanas convocadas para el 14 de febrero tengan que posponerse si la situación de la pandemia sigue empeorando.

Tras la disolución del Parlamento de Cataluña y la rúbrica del decreto de convocatoria electoral se acordó que una reunión de los partidos el 15 de enero evaluaría el escenario y podría tomar la decisión de posponer los comicios. En esa fecha ya podrán percibirse los efectos, en forma de aumento de contagios y hospitalizaciones que van a dejar las fiestas navideñas. Y estando a un mes de los comicios podría hacerse una estimación muy aproximada de cómo sería la situación entonces.

Si esto sucediese, no habría necesidad de promover el relevo de Illa antes de tiempo. Aunque algunas fuentes consultadas aseguran que en estos momento no es la posibilidad más factible. Ya que con la actual estrategia de lucha contra el virus, que ha descartado el confinamiento domiciliario, sería complejo argumentar en favor de posponer la votación.

Esta situación tiene un tercer afectado colateral. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que a corto y medio plazo espera mantener ese puesto orgánico, y cuyo aterrizaje en el Consejo de Ministros avalan también varias fuentes. En su caso para sustituir a Darias en Política Territorial, lo que le situaría en puesto destacado en la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña.

Aunque en el Ejecutivo recuerdan que Sánchez «siempre ha sorprendido» con los nombramientos para su equipo ministerial, en esta ocasión todo el mundo da por hecho que se tratará de un cambio puntual que afectará a dos ministerios. Así lo creen también en Unidas Podemos: «No puede afectarnos. La estructura está pactada al inicio de legislatura» Y lo corroboran fuentes socialistas del Ejecutivo: «A ellos no les va a afectar».

En Unidas Podemos también aseguran que no les sorprendió el movimiento de mandar a Illa a Cataluña, aunque se expresan cautelas sobre si puede tener algún coste para el Gobierno. Unas reservas que se explican en parte porque saben que el movimiento de Illa pretende dejarlos sin espacio en Cataluña.