En el artículo anterior establecimos, aunque de modo general, los criterios objetivos que permiten saber cuáles son las Técnicas de Trabajo Intelectual o Técnicas de Estudio que deben conocer y aplicar los estudiantes para realizar un estudio más eficaz. Ahora, nos detendremos a especificar cada una de ellas con más detalle.
* Lectura rápida comprensiva. Su objetivo principal es incrementar los hábitos lectores del alumno. Para ello, hay que mejorar la capacidad de concentración y comprensión y se logra cuando se aprende a leer con mayor rapidez.
Las ejercitaciones se programan de forma individualizada (no puede ser de otra manera) teniendo muy en cuenta el nivel inicial, hábitos lectores, y los intereses y dificultades personales. Se pretende pasar de la tradicional lectura silábica a la lectura globalizada para que, independientemente de su situación inicial, terminen leyendo unidades de pensamiento, que es cuando se alcanza el óptimo nivel de comprensión lectora.
A continuación, vemos un claro esquema de cómo lo anteriormente expuesto tiene un fundamento lógico.
Saltos de ojo: 7
* * * * * * * * Puntos de fijación: 8
Lectura silábica Mañana no es fiesta
Saltos de ojo: 3
* * * * Puntos de fijación: 4
Lectura globalizada Mañana no es fiesta Velocidad de lectura: el doble que la anterior
* Salto de ojo: 0
Mañana no es fiesta Punto de fijación: 1
Velocidad de lectura: 8 veces más rápido que al principio.
* Punto de fijación: tiempo que el ojo se detiene para leer
*Método de Estudio. Su objetivo principal es conseguir que el alumno estudie bien, con método, o lo que es lo mismo, con orden. Debe habituarse a dirigirse al texto con mirada inteligente: cómo y por dónde empezar a estudiar y a seguir un orden progresivo de pensamiento. De este modo, se acostumbra a seleccionar y jerarquizar los contenidos en función de lo importante.
Evidentemente, el proceso de pensamiento que sigue le obliga a comprender lo que lee, que no es lo mismo que entenderlo. Entender, al estar escrito en castellano, lo entiende todo. Otra cosa es que lo comprenda. Para ello, su actitud, apoyado por el método de estudio, le obliga a querer saber, a interiorizar el material de estudio para incorporar los conocimientos nuevos a los conocimientos que tiene. De este modo es capaz de revisarlos, cuestionarlos, e interrelacionarlos. Es la forma de profundizar en los contenidos.
El método de estudio, sirve para que el alumno aprenda a pensar. Pero ¿cómo?. Aplicando el proceso de análisis, síntesis y generalización, que es el fundamento del método de estudio. Consiste en separar la información general de sus componentes, en distinguir lo fundamental de lo secundario (lo que es orgánico de lo accesorio), en jerarquizar las ideas en importantes, secundarias, detalles y subdetalles y, por último, en sintetizar los conceptos en palabras clave.
Estudiar pensando lleva de la mano a descubrir las ideas, a cuestionarlas, a encontrar contradicciones. Así mismo, facilita la comprensión de los postulados en función del texto, dado que permite analizar los objetivos implícitos o explícitos que presentan los textos, los problemas o los ejercicios a realizar por los alumnos. En suma, y como cita Piaget, el pensamiento inteligente permite tomar los elementos propios del material de estudio para, si es posible, modificarlos, modificando al propio estudiante.
El método de estudio obedece a un proceso ordenado del pensamiento y consta de varias etapas. La primera de ellas es la que llamamos la Prelectura.
La prelectura tiene como finalidad conocer las ideas generales (contenidos, temas, preguntas) de la asignatura a estudiar, así como el estilo del autor, del libro de texto, etc. que puede ser inductivo, deductivo o una combinación de ambos. Se aplica al índice del texto y a cada uno de los temas o lecciones, antes de profundizar en sus contenidos. La prelectura queda materializada en un primer esquema que permite tener un conocimiento previo y generalista de dichos contenidos lo que facilitará su posterior comprensión. Sin prelectura separar lo importante de lo accesorio se hace muy difícil. Pero sobre todo es motivador, propiciando la mirada inteligente que busca lo importante con interés y rapidez. Por el contrario, la lectura total de las lecciones o de las preguntas, así como subrayar los contenidos, no es en absoluto recomendable, por ser una actitud pasiva, que dilata en el tiempo la actitud de querer aprender, aunque sea de modo inconsciente. Frecuentemente es una pérdida de tiempo.
La segunda etapa constituye el proceso analítico – sintético. Su finalidad específica es la comprensión de las preguntas, temas, ejercicios o problemas. Consiste en proceder a identificar y jerarquizarlos los conceptos en función de la idea general a estudiar (proceso de análisis) y, a la vez, reducir las ideas analizadas a la palabra clave (proceso de síntesis). Y, es preciso reseñar que esta etapa viene a desarrollar las capacidades de análisis y síntesis importantísimas para la realización de todo tipo de trabajo intelectual y de la propia vida. Constituye la plasmación de la existencia de orden mental en las deliberaciones y decisiones personales, siendo un freno a la improvisación y a los sentimientos incontrolados.
Dicho proceso analítico – sintético quedará reflejado en un esquema en donde aparecen: la idea general, las ideas principales, las ideas complementarias, los detalles y los sub-detalles. Ahora bien, con la finalidad de comprobar si existen omisiones en lo importante (los detalles y sub-detalles se sobreentienden normalmente) habrá que revisar el esquema. Es la forma de depurar y corregirlo para lograr mayor claridad a la vez de que, por tratarse de una repetición, comienza la memorización comprensiva de lo que se ha pensado.
En ocasiones, es muy conveniente realizar lo que denominamos la repetición activa del esquema. Consiste en, partiendo del esquema, de las palabras clave, reconstruir los contenidos de modo oral o escrito. Es una nueva repetición que viene a asentar los conocimientos en la memoria, constituyéndose así en la respuesta que el estudiante da a la comunicación recibida. Se cierra así el proceso de comunicación iniciado en la recepción de la información, al concluir dicho proceso desde lo interiorizado por el estudiante y no en una mera repetición memorística de los contenidos.
La repetición oral y escrita es, además, el mejor modo de ayudar a desarrollar la capacidad de expresión oral (expresarse con corrección y de modo inteligible) y de la capacidad de expresión escrita (redactar con corrección)
* Técnicas de Memorización. Sabemos que la memorización por repetición, literal, de los contenidos sin haber sido comprendidos es no sólo costoso sino inútil. Se olvida fácilmente. Y como apuntábamos con anterioridad se pueden aprender Técnicas de Memorización basadas en la creación de imágenes mentales y de su posterior asociación. La imagen mental de ideas, palabras o conceptos hace posible convertir algo que no tiene interés en sí mismo, en algo vivencial, propio y, por ello, transformarlo en interesante. Por otro lado, la capacidad de asociar, si se hace de modo intencional, es un método eficaz para recordar nombres, fechas, obras literarias, etc. La ejercitación de esta técnica potencia la capacidad de imaginar y de asociar del alumno, ambas imprescindibles para la creatividad.
* Técnicas para Tomar Apuntes con eficacia. En ocasiones el alumno coge los apuntes que le dicta el profesor. Pero, en cuanto se va avanzando los niveles de aprendizaje (Universidad) conviene tener un fiel procedimiento que permita aprovechar las explicaciones recibidas para ser ampliadas y complementadas en el estudio personal. El modo de tomar apuntes es, como es lógico, escuchar las explicaciones, pero pensando, con la finalidad de comprender . Ello lleva a anotar las ideas, jerarquizando y sintetizando. El resultado será un esquema. En la clase, se transmiten contenidos argumentados, lo mismo que ocurre en los libros de texto y apuntes. Así pues, una vez que se domina el proceso analítico-sintético aplicado al estudio del material escrito, la adecuación a la toma de apuntes, con la misma actitud y eficacia, se viene a realizar de modo natural.
* Técnicas de Concentración y Relajación. El método de estudio obliga a estar concentrado porque hay que trasladar a un esquema lo pensado para, después, memorizar y comprobar lo aprendido. Sin embargo, antes de estudiar, el alumno puede estar cansado, con sueño, o inquieto por circunstancias vividas durante el día que le hacen difícil lograr la concentración y relajación física y afectiva necesarias. Para estas ocasiones, y otras como ante un examen, puede aprender sencillas y efectivas técnicas de Relajación y Concentración.