El juez duda de los gastos de Podemos en Neurona: «No son propios de una actividad mercantil»

“En el extracto de la cuenta de Neurona Comunidad SL lo que se puede ver, más allá de pagos efectuados a una sociedad mercantil ubicada, parece ser que en México, Creative Advice, es que el resto de gastos no son propios de ningún tipo de actividad mercantil, quitando el cobro por parte del administrador único de unos honorarios de 1.200 y pico de euros mensuales”. De esta forma explicó el juez Juan José Escalonilla su opinión de las cuentas bajo sospecha de la consultora contratada por Podemos, durante el interrogatorio al responsable de comunicación de la formación morada, Juan Manuel del Olmo.

LA RAZÓN ha tenido acceso a la transcripción íntegra de la declaración que el 20 de noviembre prestó el considerado como ‘número dos’ de Pablo Iglesias en la Vicepresidencia Segunda del Gobierno como investigado por un delito electoral. Antes del interrogatorio, el magistrado explicó a Del Olmo los indicios por los que le había citado a declarar como imputado. Y entre ellos el instructor destacó que el Tribunal de Cuentas había considerado que Neurona Comunidad no podía haber desarrollado los trabajos electorales para Podemos porque “no tenía ningún trabajador”.

Además, esta empresa bajo sospecha, según resaltó el juez, había abonado unos honorarios de 1.200 euros mensuales al administrador único de Neurona, “a quien realmente tenían contratado como gestor para pagar impuestos, pero no para otra cosa distinta”. Los administradores reales, prosiguió el instructor, eran los socios de esa sociedad, Andrea Edlin López Hernández y César Hernández Paredes: “Quitando los abonos a Creative Advice el resto son pagos a hoteles, en cajeros, pagos en taxis, comida, tanto en España como en Bolivia, en Brasil y en México”, dijo Escalonilla.

“No es gasto electoral”

Finalmente, el instructor recordó que el Tribunal de Cuentas también descartó que los gastos de Neurona pudieran ser considerados gastos electorales de la formación liderada por Pablo Iglesias: “No solo ya porque conceptualmente no es calificable como gasto electoral sino porque ponen en duda que se haya podido prestar servicios por parte de Neurona Comunidad SL”.

Y se ponían en duda, prosiguió el juez, porque “Neurona Comunidad SL, que fue creada ‘ad hoc’ para la formalización” del contrato con Podemos, “no ha tenido trabajadores”. Además, la firma bajo sospecha, concluyó el magistrado, “fue creada en España el 18 de marzo del 2019, cuando la fecha del contrato de prestación de servicios, el borrador por lo menos, es anterior, es de 27 de febrero del 2019 y el contrato es posteriormente formalizado digitalmente por parte de Daniel de Frutos y el administrador único, Elías Castejón”.

Ya durante el interrogatorio, Escalonilla preguntó a este cargo de Podemos sobre sus relaciones con la consultora Neurona Comunidad: “¿Desconocía la constitución de esta sociedad mercantil pese a ser la contraparte?, interpeló el instructor a Del Olmo, quien contestó: “La desconocía porque no me encargo de esos temas, señoría. Desconocía si se iba a contactar con una sociedad española o mexicana. Lo que conozco es lo que he leído después en la prensa”.

El mexicano César Hernández

Al ser preguntado sobre quién era su contacto en Neurona Comunidad, el imputado afirmó que el empresario mexicano César Hernández había sido “la figura comercial” que le ofreció los trabajos. El jefe de comunicación de Podemos relató entonces cómo había sido la génesis del acuerdo que ahora investiga la Justicia. Dijo que la relación se inició tras convocar Pedro Sánchez de forma anticipada las Elecciones Generales el 15 de febrero de 2019: “César Hernández, como buen comercial, se viene a España y nos dice que tiene interés en trabajar con nosotros en la campaña, y entonces empezamos el contacto”.

“¿Usted conocía a César Hernández de antes?”, preguntó entonces el juez a este cargo político de Podemos, quien declaró que se conocieron a mediados de 2018: “En un viaje a España solicita tomarse un café conmigo, en tanto que yo soy el secretario de Comunicación de Podemos y se presenta. Nos tomamos un café, nos conocemos, él me presenta lo que están haciendo en términos que me puedan interesar en comunicación política a lo largo del mundo. Los dos compartimos el interés por la política, charlamos sobre ello y a partir de ese momento mantuvimos el contacto virtual”, declaró.

Sin embargo, según declaró, Del Olmo no se preocupó en conocer qué cargo ostentaba César Hernández en Neurona Consulting, la matriz de la empresa española que contrató Podemos. El empresario mexicano le mostró “los trabajos que hacía en otras partes del mundo, como por ejemplo en la campaña de Colombia y en México. Me mandaba comentarios sobre cosas que hacíamos en Podemos y me proponía cosas”, destacó.

“Estaba en España”

Escalonilla, que centró su interrogatorio en la contratación de Neurona, interpeló entonces a este cargo de Podemos sobre si el encuentro entre ambos se había producido “la semana anterior a la contratación”. Y Del Olmo declaró que comenzaron a trabajar tras aprobar el 2 de marzo la dirección política de Podemos los presupuestos de campaña: “Recuerdo que estaba en España porque él me traslada la propuesta en diferentes encuentros que tenemos aquí. En esa primera quincena de marzo es cuando terminamos de concretar un poco qué trabajos necesitábamos que nos hicieran y qué trabajos nos podían ofrecer”, destacó.

Pero el relato de cómo se había producido la contratación de Neurona Comunidad no convenció a la fiscal encargada del caso, Lorena Álvarez Taboada, quien llegó a preguntar si César Hernández se había presentado “a mediados de 2018. “¿Tal cual? Es decir, ¿hola qué tal me llamo César Hernández vengo a conocerte? Me parece un poco…”.

Ante esta aseveración de la fiscal, Del Olmo trató de dar normalidad a su encuentro con el empresario mexicano y destacó que el cometido de Neurona es el de hacer consultorías para partidos políticos: “El objeto de su negocio, entiendo, es que si hacen campañas para partidos políticos es captar…”. Pero no pudo acabar su razonamiento, porque fue interrumpido por la fiscal, que quería saber si entre ambos había participado alguien como “intermediario”: “Él se pone en contacto conmigo, me dice que le gustaría conocerme y que se dedica a la comunicación política y entonces quedamos y tomamos un café y charlamos, y a partir de entonces establecemos contacto”, contestó Del Olmo.

Se enteró por la prensa

El juez Escalonilla también quiso ahondar en las relaciones de Del Olmo y el presidente de Neurona. Y por eso el responsable de Comunicación de Podemos tuvo que reconocer que no ha llegado a pedir explicaciones sobre las irregularidades detectadas por el Tribunal de Cuentas: “Yo con César Hernández a lo que me dedicaba durante la campaña y a lo que me he dedicado es a hablar de los temas comunicativos. De los temas administrativos yo no he tenido nada que ver con él, es decir, yo tengo información de todo esto que usted me está diciendo porque lo he estado leyendo en la prensa”, reiteró el imputado.

No obstante, Del Olmo sí reconoció haber sido quien eligió “a los proveedores” de la campaña en el área de comunicación: “Contacto con ellos y una vez veo que pueden desarrollar los trabajos que necesitamos y que la propuesta económica que nos hacen está de acuerdo al presupuesto que yo tengo asignado para el tema de la comunicación, en ese momento ya paso el contacto a Daniel Frutos para que ellos se encarguen de todo lo que tenga que ver con eso”, completó.

Al ser preguntado sobre si tenía constancia de que Neurona había creado “ad hoc” una empresa en España para hacer los trabajos, Del Olmo volvió a eludir cualquier responsabilidad “administrativa o de contratación” en la formación morada. “¿No sabía que se había fundado en marzo de 2019?”, preguntó entonces el magistrado, a lo que Del Olmo contestó: “Yo desconozco esa información. Es que no me encargo de esas cosas en Podemos. Yo me encargo de la parte de la estrategia de comunicación, de todos esos temas, ya le digo, una vez que pongo en contacto a César Hernández con Daniel Frutos yo ya me desentiendo de esa parte. Si nadie me reporta ningún problema, entiendo que todo va bien”.

“Desconozco esas cuestiones”

El juez Escalonilla, que previamente había interrogado como imputado al gerente de Podemos, Daniel de Frutos, aseguró entonces que este había declarado que Del Olmo había sido quien le había ordenado “formalizar ese contrato” con Neurona Comunidad y “que desconocía quién era el administrador único, que no conocía a César Hernández… ¿Entonces, usted desconocía que se iba a constituir esa sociedad mercantil para ese contrato?”, preguntó de nuevo el instructor, a lo que Del Olmo contestó: “Yo lo desconocía. Cuando hablo con una empresa para la campaña, no sé cómo está articulada jurídicamente. Desconozco todo ese tipo de cuestiones”.

“Teniendo en cuenta que César Hernández como persona física no lo llegó a hacer ¿quién pensaba usted que iba a ofrecer esos servicios?”, volvió a preguntar el instructor a Del Olmo, quien negó haber tenido acceso a esa información: “Yo la interlocución que tengo con César Hernández a partir de que le paso el contacto a Daniel de Frutos para que se haga la contratación es ya de temas de campaña, es decir, cómo vamos a hacer la encuestas, cómo vamos a trabajar los productos, es decir, no tiene nada que ver con lo otro, entiendo que si ellos están trabajando es que pueden hacerlo y están en las condiciones de poder hacerlo”.

El secretario de Comunicación de Podemos explicó después que además de César Hernández, con quien se relacionaba principalmente de forma “virtual”, sus interlocutores en Neurona Comunidad fueron el ciudadano ecuatoriano René Ramirez y los mexicanos Waldemar Aguado y Carlos Portillo: “Se dedicaron a la asesoría y los objetivos estratégicos, como la escucha de Big Data, escucha de los medios de comunicación, estudios de encuestas en internet… elaboraban una serie estudios que permitían asesorarnos y todo ese trabajo se aprovechaba en redes sociales”, destacó del Olmo, quien aseguró que este tipo de trabajos se realizaban principalmente de forma oral.

Los empleados les conocían

Y estos trabajadores, siempre según la declaración de Del Olmo, acudían “a un centro, un lugar alquilado. Lo llamábamos ‘Big Data Room’, centro de datos. Por ahí pasó gente de Neurona, con los que yo no tenía tratos”, completó este cargo de Podemos, quién se mostró “seguro” de que los empleados del partido les tendrían que conocer.

Al ser preguntado sobre si los vídeos que elaboraban desde Neurona “eran para Pablo Iglesias”, Del Olmo afirmó que eran para “todos los candidatos”. Además, justificó la contratación de la consultora para elaborar productos audiovisuales, -pese a que Podemos disponía de un equipo propio con cámaras- porque fueron “muy innovadores” en la cobertura de actos. Y eso, según declaró, “consumió muchos recursos. Nosotros hicimos un diseño circular y la gente rodeaba a los candidatos y lo que hicimos fue cubrirlo a cuatro cámaras y la mayor parte de ellas eran del equipo propio de Podemos, y no sé si ellos aportaron algo, lo desconozco”.

Al insistir el juez Escalonilla en la duplicidad de trabajadores en el área de comunicación entre Podemos y la consultora, Del Olmo contestó que durante una campaña electoral “un montón de trabajos se solapan”. Y por este motivo, dijo, se necesitan “equipos dedicados a cada una de las cosas”. Además, no querían “desatender la cobertura de los candidatos, que hacían actos físicos, y las intervenciones en televisión”.