Las nietas de Celaá también van a un colegio concertado y religioso

La ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, pasará a la historia y a la colección de retratos de ministros que hay colgados en las paredes del Ministerio, por ser impulsora de la octava ley educativa española desde la Transición, que proclama la educación pública como “vertebradora del sistema”. Y no sólo eso, como la autora de una reforma que, entre otras muchas cosas, devalúa la asignatura de Religión como una materia que ya no contará para hacer la media, ni conseguir becas y que aboca a la concertada a su desaparición, especialmente en las comunidades donde no gobierna el PP, que ya ha dicho que protegerá este modelo.

Pero más allá de su labor como política, está claro que la ministra de Educación, en su esfera personal, apuesta por la educación concertada y religiosa. Primero enviando a sus hijas al colegio Bienaventurada Virgen María-Irlandesas, un prestigioso concertado religioso de Bilbao. Ella misma estudió en otro colegio católico: el Sagrado Corazón. Y ahora sus nietas, siguiendo la tradición familiar, también cursan sus estudios en un colegio concertado religioso y bilingüe. Se trata del Sagrado Corazón de Jesús, en el distrito de Chamberí, un conocido colegio subvencionado con fondos públicos situado en la madrileña calle General Martínez Campos que pertenece a la congregación religiosa de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.

El centro educativo tiene un estilo pedagógico basado en la educación en valores, la formación integral, aplica recursos tecnológicos, se esfuerza por estimular el espíritu crítico de los alumnos y por “aprender a aprender”, expone en su página Web.

Lo curioso del caso es que el mismo colegio donde estudian las nietas de la ministra está participando activamente en la campaña que impulsa “Más Plurales”, que aúna a toda la concertada en España en contra de la “ley Celaá” y participa en actos de protesta contra la reforma educativa con la que estos centros consideran que están abocados a desaparecer. La última de la que se hace eco el centro a través de las redes sociales es la manifestación con vehículos que recorrió el domingo el Paseo de la Castellana, desde Cuzco a Cibeles, en Madrid.

La concertada se queja de que la nueva ley “ataca la libertad de los padres de elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos y atenta contra la pluralidad del sistema educativo al relegar a la escuela concertada a un segundo plano”. En España, una de cada cuatro familias elige la concertada y, en Madrid, una de cada tres, entre ellas, la ministra y su familia.