Pedro Sánchez promete crear 800.000 empleos tras destruirse más de 700.000 desde que llegó al poder

Con el optimismo en los mensajes sobre creación de empleo a futuro vuelve a llover sobre mojado en España. El socialista Felipe González ya realizó en 1982 la misma promesa que hizo ayer el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien resucitó el fantasma de la cifra de previsión de creación de 800.000 empleos. La pregunta es, ¿volverán a caer estas proyecciones en saco roto igual que hace 38 años? El Ejecutivo de coalición espera que la inyección millonaria europea impulse la economía tras la pandemia, pero queda por ver si la forma de gestionar y distribuir esos fondos ayudan o no a remontar el vuelo. De momento, partimos con desventaja ya que la recesión en España está siendo la peor entre las grandes economías europeas y el ritmo de destrucción de empleo registrado triplica al del resto de la UE durante los útimos meses.

Pese a la pésima situación económica, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció ayer de forma triunfal para anunciar su objetivo de creación de 800.000 empleos en tres años gracias a la inversión de 72.000 millones del fondo europeo. La vicepresidenta de Asuntos Económico, Nadia Calviño, ha sido hoy aún más optimista al calificar estas previsiones de «prudentes» y asegurar que probablemente la generación de puestos de trabajo será superior.

Si repasamos los logros del actual Gobierno en materia de empleo, vemos que hasta ahora se ha caminado en la dirección contraria a la deseada. Las previsiones de de Sánchez se topan así con la realidad que se desprende de los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE. El presidente acaba de augurar la creación de hasta 800.000 nuevos puestos de trabajo, pero las cifras revelan que hay un total de 727.000 personas menos trabajando desde que llegó al poder. A finales del segundo trimestre de 2018 -cuando Sánchez fue nombrado presidente-, se contabilizaron un total de 19.334.000 ocupados; pero en el segundo trimestre de 2020 (últimos datos disponibles), el número de afiliados ha descendido hasta un total de 18.607.000 personas.

Volviendo al pasado en términos laborales, encontramos que las previsiones muchas veces se quedaron por debajo de la realidad. La herencia que recibió Sánchez de su predecesor, el Mariano Rajoy, fue positiva en términos de empleo, pero el popular se quedó corto ya que se crearon 1,18 millones de puestos de trabajo durante su gobierno frente a su promesa de levantar el país con más de dos millones de puestos de nueva generación. Así, cuando Rajoy llegó a finales de 2011, se encontró con 18.1577.000 afiliados y cuando se fue tras la moción de censura en mayo de 2018, la ocupación ascendía a un total de 19. 344.100 personas.

Además, las promesas que se proyectan ahora recuerdan a las que ya hicieron otros presidentes, que llegaron a predecir que conseguirían el pleno empleo, pero el resultado final no pudo ser peor con un aumento del paro y el retroceso en todos los parámetros de crecimiento económico del país. La buena marcha de la economía durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero (abril de 2004-enero 2008), cuando se produjo un aumento de la afiliación de 2,6 millones, le llevaron a creer que lograría el pleno empleo. Sin embargo, la crisis económica estalló en 2008 y acabó con su sueño de generar dos millones de empleos nuevos y de bajar el desempleo hasta una tasa del 7%. Finalmente, la aportación de Zapatero al mercado laboral español fue la de cargarse un total de 2.467.000 puestos de trabajo durante sus últimos cuatro años de Gobierno.

Gran parte de la buena marcha de la economía durante los primeros años del Gobierno de Zapatero vienen de la gestión realizada años antes por su precedecesor en el cargo. José María Aznar puede anotarse el mérito de haber creado 2,6 millones de empleos, hasta un total de 15,4 millones de ocupados en su primera legislatura. Durante la segunda, hasta abril de 2004, el mercado laboral sumó unos 2,5 millones de nuevos empleos, hasta 18.018.000 ocupados.

Misma promesa que en 1982

Aznar fue el artífice de la recuperación económica tras el desastre que dejó Felipe González. El presidente socialista llegó a prometer en 1982, cuando llegó al poder, la creación de 800.000 puestos de trabajo en cuatro años. Sin embargo, González no solo no consiguió aumentar la afiliación, sino que dejó 3,5 milllones de parados a Aznar y un escenario de grave crisis económica.

«Prometí 800.000 empleos y destruimos 800.000 empleos, y ya me callé para siempre porque los empleos los dan los empleadores, no el Estado», llegó a admitir González en 2008 tras ver los resultados de sus promesas.