Pablo Casado ha presidido este lunes la Junta Directiva Nacional del PP, el máximo órgano entre congresos, que no se reunía desde enero. En su intervención, el líder del PP ha vuelto a reivindicar el espacio moderado y de centro frente a la deriva «radical» de Sánchez, pero ha dejado claro que los populares no dejarán de hacer oposición por mucho que el Gobierno les acuse de «crispar». Casado ha insistido de forma especial en la mano tendida para lograr grandes acuerdos, como el Pacto Cajal, pero ha denunciado que el presidente del Gobierno solo ha contestado con el silencio.
La Junta Directiva Nacional del PP ha sido telemática por primera vez. Solo han acudido a la sede de forma presencial los miembros de la dirección nacional. Casado ha subrayado en primer lugar lo «terrible» que es que no separamos a estas alturas la cifra real de fallecidos por coronavirus, aunque ha señalado que según los datos del INE y del Instituto Carlos III podríamos tener 16.000 más de los reconocidos.
El presidente del PP ha anunciado que solicitará en el Pleno del Congreso al presidente del Gobierno, la creación de una Oficina de Atención a las Víctimas y familiares del Covid-19.
Casado ha acusado al Gobierno de Sánchez de poner en marcha una fractura social y ha subrayado que el PP ejercerá su obligación como principal partido de la oposición: «Decir que este es un Gobierno muy peligroso para los derechos y el dinero de los españoles es nuestra obligación y la vamos a cumplir».
El líder del PP no ha hecho mención a la portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, por las últimas peleas con Pablo Iglesias, pero ha dejado claro que el PP debe estar en la moderación, alejado de un perfil bronco: «Nuestra función esencial como partido político es unir, no separar. Por eso denunciamos a quienes dividen, polarizan y buscan los desencuentros para crecer en lo suyo a costa de lo de todos. Y por eso, además de esa denuncia infatigable, es capital para nosotros, porque lo es para España, que renovemos nuestro proyecto para hacerlo más atractivo y de muchos más».
Casado cree que Sánchez «ha empezado a bombear la vieja receta de la crispación con la que pillaron a Zapatero en un off the record o a su predecesor con el clásico Doberman» y el posterior «pásalo».
En su discurso ante la Junta Directiva, Casado ha defendido su política de mano tendida y propuestas, y ha recordado que propuso la Comisión en el Congreso para la recuperación de España: «Mantengo nuestra mano tendida para lograr un Pacto Cajal por la Sanidad, el cuidado de los mayores y la investigación».
Por eso, Casado no entiende «por qué razón Pedro Sánchez aún no ha contestado a esta propuesta que sería el nuevo pacto de Toledo para legar a las futuras generaciones, pero sobre todo para proteger a la generación de nuestros mayores que tanto han dado por España».
No es la primera vez que Sánchez responde con el silencio ante las propuestas del principal partido de la oposición. El líder del PP ha explicado que el pasado 17 de febrero visitó el Palacio de La Moncloa por última vez. Allí ofreció a Sánchez un «compromiso por España», «una mano tendida para hablar de los problemas reales de la gente». Pues a día de hoy sigue sin haber recibido una sola respuesta por parte de Sánchez.
Tampoco ha obtenido respuesta sobre «los múltiples pactos de Estado» que ha venido ofreciendo desde hace dos años cuando llegó al poder por la moción de censura.
Casado ha denunciado que «Sánchez no ha transitado el único camino posible de la concordia y la colaboración democrática, sino que ha elegido el camino de la división y de los cordones sanitarios».
«Lo que siempre ha hecho, lo que siempre le ha definido. Y ante ello debemos recordar siempre a los españoles que Sánchez lleva dos años sin proponer nada y descartando por anticipado cualquier camino que lleve al consenso político, al verdadero progreso económico y social, al fortalecimiento de las instituciones y el sistema constitucional».
