Así afecta el Covid-19 a los hogares con enfermos de Alzheimer

Las personas que son cuidadoras principales de familiares con la enfermedad de Alzheimer saben muy bien que el coronavirus está afectando en gran medida a sus vidas. Los pacientes que están en las primeras fases de la enfermedad ya no pueden acudir a sus terapias o a los Centros de Día como antes, lo que está perjudicando a su mejoría y favoreciendo un mayor deterioro cognitivo y motriz. Son muy sensibles a cualquier cambio que se produzca en su rutina diaria, requiriendo además una gran cantidad de atención práctica, dos factores muy difíciles de lograr estos días. Por eso, pueden volverse más ansiosos, enojados, estresados, agitados o retraídos

«El problema añadido —tal y como apunta a ABC Andrés Navarro, neuropsicólogo de la Fundación Alzheimer España (FAE)— es que es muy habitual, en el 80% de los casos, que el cuidador sea el cónyuge o un familiar de más de 65 años, que por el confinamiento se ve abocada a llevar toda la carga de los cuidados, que antes era menor gracias al apoyo de los hijos o de cuidadores externos y profesionales».

Este neuropsicólogo incide en que esta situación de cuidados las 24 horas puede acelerar la aparición del «síndrome del cuidador quemado» tanto física como mentalmente «y generar, incluso, vínculos aversivos contra el enfermo que les requiere toda la atención durante el día y, en muchos casos, la noche. Para muchos es difícil encontrar momentos de descanso y desconexión».

Aun así, el experto de la FAE apunta que «aunque sea fácil decirlo» es muy importante que el cuidador no descuide sus buenos hábitos de alimentación, de realizar algo de ejercicio y poder descansar por su propia salud y para poder atender al enfermo de Alzheimer».

Con respecto al familiar recomienda que se mantengan una serie de rutinas, las que ya realizaba, en la medida de los posible, antes del Covid-19, u otras nuevas para que el enfermo se sienta más seguro y tranquilo. «Aunque muchos cuidadores externos no pueden acudir a los domicilios de estas familias, en los casos más complicados y vulnerables se puede llamar a los servicios de emergencias o a Servicios Sociales para que les indiquen cómo poder solucionar su situación. Desde la FAE —prosigue Navarro— ofrecemos servicios de teleasistencia y aportamos consejos y pautas diariamente para que estos cuidadores no se sientan solos, porque uno de los grandes problemas es que, a pesar de estar acompañados por el enfermo, por su patología, se sienten muy solos con una responsabilidad muy grande, anteriormente compartida cuando no había un estado de alarma en nuestro país».

En España, una de cada seis personas mayores de 65 años (un 16,7%) y casi un tercio de los mayores de 85 años (un 27,7%) padecen Alzheimer, siendo este colectivo de pacientes el que se encuentra entre la población con mayor vulnerabilidad frente al Covid-19.