Casado, Feijóo y Rajoy se unen por primera vez para impedir el ‘sanchismo’ en Galicia

Mariano RajoyPablo Casado y Alberto Núñez Feijóo han protagonizado este domingo una foto sin precedentes al coincidir por primera vez al mismo tiempo en un mismo foro político. Los tres habían participado en la misma convención en el pasado, pero sin llegar a coincidir en el mismo acto. El escenario elegido para el encuentro no ha podido ser más simbólico del momento que está viviendo la política española, pues todos se han desplazado hasta Orense para celebrar el 11º aniversario del Gobierno de Feijóo en Galicia y empezar una campaña crucial para frenar el ascenso del PSOE de Pedro Sánchez y los gobiernos de coalición con nacionalistas y la izquierda radical.

Este gran primer acto político de los tres juntos ha servido para hacer balance de las tres mayorías absolutas que Feijóo inauguró en Galicia el 1 de marzo de 2009 y también para centrar al PP en la ruta a seguir para frenar el sanchismo. Mariano Rajoy, tras dos años alejado de la política, parecía que llegaba a Orense a hablar de su libro -en octubre presento Una España mejor-, pero sorprendió a los 2.000 asistentes con un discurso muy cargado de intención contra un posible giro de su partido hacia la extrema derecha de Vox o hacia gobiernos de coalición.

«El centro derecha puede y debe gobernar solo, como hasta hoy», señaló el ex presidente del PP, que mostró su confianza en que Feijóo reeditará su mayoría absoluta tras las elecciones autonómicas del 5 de abril y recordó a su partido que «no es bueno ni aquí ni en ningún lugar que los extremistas, sean quiénes sean, estén en los gobiernos o condicionándolos».

El también presidente de honor del PP gallego recordó a los suyos que «Galicia es moderada y centrada y no quiere extremistas», y echó la vista atrás al Gobierno bipartito 2005-2009 entre el PSOE y el BNG que Feijóo logró desalojar de la Xunta en su estreno como candidato, un Ejecutivo que «tanto daño nos hizo» y del que Galicia se recuperó y sorteó la crisis por el «Gobierno fuerte, ordenado, coherente, moderado, preocupado y ocupado de los problemas de la gente» del actual presidente.

En contra de la posible reedición de ese gobierno de coalición tras estas elecciones autonómicas, Rajoy defendió que a Galicia «no le conviene, igual que no lo conviene a España, los ejecutivos bipartitos o cuatripartitos», de los que alerta que «van contra la necesaria estabilidad de las instituciones». Además, advirtió que son «incapaces de gestionar lo público» y «luego tenemos que venir nosotros a arreglarlo». Ante tal evidencia, pidió: «Déjennos a nosotros, ya no vamos a liarla».

Al más puro estilo rajoyniano, recordó que Feijóo se presenta para ganar las elecciones y para defender los intereses de Galicia, que «hoy está amenazados por la dependencia vital que tiene el Gobierno de Sánchez de la extrema izquierda y de los independentistas», y trasladó al presidenciable buenas vibraciones, las mismas y con la misma frase que en 2009: «Querido Alberto, me huele bien, pero hay que tirar».

«DI MI PALABRA Y MI PALABRA ES GALICIA»

Y Feijóo se mostró dispuesto a tirar, a trabajar y a conseguir al menos los 39 diputados que le dieron la mayoría absoluta en 2009. En la actualidad, su victoria es más holgada, de 41 de los 75 escaños del Parlamento gallego, y, para no perderlo, invoca al aval de sus tres legislaturas al frente de la Xunta y a su compromiso irrenunciable con la comunidad.

Al respecto, reveló que Mariano Rajoy, en su etapa como presidente de España, le ofreció un Ministerio y lo rechazó porque «quería ser presidente de Galicia». Contó que Pablo Casado le abrió la puerta a la vicepresidencia de la PP y la respuesta fue la misma. Y, sobre todo, sacó pecho del hecho de que, en junio de 2018, renunció a presentarse a las primarias para presidir el PP estatal en una decisión que «algunos no han entendido», pero que tomó por le mismo motivo.

La canción de Los Limones que le acompañará en todos sus actos, Galicia é moito, y el propio lema de esta campaña, Galicia, Galicia, Galicia, y por cuarta vez Galicia, ahondan en ese compromiso. Tanto él como Rajoy y Casado han repetido la frase en varias ocasiones y, cada vez que se dijo durante el acto, desató la euforia de los presentes, entre gritos y aplausos.

Feijóo lo quiso reeditar y recordar, reafirmándose en que tanto en 2009 en su llegada a la Presidencia como en estos 11 años, «di mi palabra, y mi palabra es Galicia» y firmó un contrato que asegura que mantiene en la pared de su despacho que sigue vigente.

Ese compromiso le hace querer tener una cuarta mayoría absoluta para «ser el presidente de una Galicia más unida entre sí y más unida a España», para que los gallegos «no caigamos en la división de bloques y enfrentamientos en la que está cayendo España» con el Gobierno de coalición y la situación de Cataluña.

«Se puede querer mucho a la tierra de uno sin necesidad de agraviar a la tierra de todos, que es España», añadió Feijóo, que salió en defensa de la Constitución, en la que cree «de principio a fin», en los que la han redactado, los que la han defendido o quiénes «han muerto para defenderla», y se postuló en contra de los gobiernos de coalición, asegurando que lo que nunca hará será «pedir permiso a ningún partido» para ser presidente «a cambio de sacrificar mis principios y mis compromisos», como le ocurre a Sánchez.

CASADO VE A SÁNCHEZ OBSESIONADO CON FEIJÓO

Pablo Casado, que desde que preside el PP ha visitado la comunidad todos los meses, se trasladó a Orense, según explicó, «a hablar bien de Galicia». Para él, hacerlo es «hablar bien de Feijóo». Lo hizo «consciente de que el PP no se puede explicar sin Galicia y Galicia no se puede explicar sin el PP», reivindicando a la ex presidenta del Congreso Ana Pastor como «patrimonio nacional» y a Mariano Rajoy como «un gallego universal», y agradeciendo a la mujer, la hermana, la madre y el hijo de Feijóo que «compartan a Alberto», un «pilar fundamental para esta tierra».

Aseguró también que «España no se puede explicar sin Galicia, no tendría sentido sin ser parte fundamental de España», y por eso ve importante que Feijóo siga en la Presidencia que ocupa desde hace más de una década.

También tuvo unas palabras para Pedro Sánchez, al que ve obsesionado con Feijóo y del que asegura que sólo viaja a esta comunidad para «meterse» con él. Cree que esa obsesión de líder del PSOE y presidente del Gobierno se debe a su interés por que «ahora que controla el futuro de Cataluña» y «pretende ser socia del PNV» en el País Vasco también quiere que la otra nacionalidad histórica «esté también al servicio de la extrema izquierda y los independentistas».