La localidad turolense de Andorra se paralizará este sábado a partir de las 12.00 horas para celebrar una concentración a modo de protesta por el inminente cierre de la central térmica, que sustenta económicamente a la zona. En este sentido, los sindicatos hablan de “traición en lugar de transición”, ya que consideran que la falta de acciones concretas está perjudicando a los trabajadores, que se estiman entre 400 y 500 directos y cerca de 4.000 indirectos.
“Ha habido una transición energética, la mina y la central se han cerrado pero no es justa para los trabajadores”, denunciaba el secretario general de la Unión Comarcal de CCOO en Andorra, Antonio Jiménez, asegurando que “igual hay que hablar de traición en vez de transición”.
“Exigimos que se concrete algo y que las empresas que vengan a hacerse cargo del excedente de 1.000MW que quedarían libres se comprometan social y laboralmente”, defendió, proponiendo prioridad a los trabajadores de las subcontratas y de Endesa a través de la firma de un documento. Al menos, ha dicho, “eso garantizaría a los trabajadores que el 30 de junio podrían ir al paro”, explicó.
La movilización contará también con el apoyo de diversas formaciones políticas, entre las que estará Teruel Existe. La fuerza encabezada por Tomás Guitarte mostrará su respaldo así a la causa, en la que también estarán presentes otros partidos como Izquierda Unida, encabezados por Álvaro Sanz y a la que también asistirán el coordinador en Teruel, Daniel Palomo, y cargos institucionales como el diputado provincial por Teruel, Pedro Bello, los concejales Anabel Gimeno (Teruel) y Alberto Cubero (Zaragoza). También estarán presentes los dos concejales de IU en Andorra, Raúl Romero y David Villanueva, y numerosos militantes.
