El líder supremo iraní condena el bombardeo de EE UU en Irak y niega estar tras el asalto a la Embajada

El guía supremo de la República Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, condenó este miércoles «enérgicamente la maldad» de Estados Unidos, tras los bombardeos estadounidenses contra una fuerza proiraní en Irak que causaron al menos 25 muertos el pasado domingo.

‘El Gobierno, la nación iraní y yo condenamos enérgicamente la maldad de Estados Unidos’, afirmó en su cuenta Twitter, reaccionando por primera vez a los ataques del domingo contra bases de las Brigadas de Hezbolá en el oeste de Irak -aliadas de Teherán-, en la frontera siri El domingo por la noche aviones estadounidenses respondieron a disparos de cohetes que habían matado el viernes a un contratista estadounidense en una base militar del norte de Irak. Los ataques fueron dirigidos contra bases de las Brigadas de Hezbolá, una facción pro-Irán de Irak, y tuvieron un saldo de 25 combatientes muertos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó el martes a Teherán con que pagaría un «alto precio» después de que miles de manifestantes asaltaran el recinto de la Embajada estadounidense en Bagdad en protesta por los bombardeos. «Irán será plenamente responsable de las vidas perdidas o los daños sufridos en cualquiera de nuestras instalaciones», dijo Trump en Twitter. «¡Pagarán un alto precio! Esto no es una advertencia, es una amenaza», añadió. Sin embargo, dijo que no espera llegar a una guerra. «No veo que eso vaya a ocurrir», respondió a un periodista que le preguntaba sobre esa posibilidad.

Como respuesta a las amenazas, el ayatolá Jamenei afirmó: «Este tipo tuiteó que (Estados Unidos) considera a Irán como responsable de los hechos en Bagdad y que responderá a Irán». «Primero, no puede hacer nada. Segundo, si tuviera un mínimo de sentido común -que no lo tiene- entendería que sus crímenes en Irak, Afganistán (…) han hecho que varios países lo odien», tuiteó el líder supremo iraní.

El Gobierno de Irán ha negado estar involucrado en el asalto contra la Embajada de EE UU en Irak y ha advertido a las autoridades de Washington respecto a cualquier error de cálculo y acto imprudente.

El portavoz del ministerio iraní de Exteriores, Abas Musaví, dijo en respuesta a las acusaciones de Washington que se trata de «una especie de obscenidad estadounidense y errores de cálculo repetitivos», según informó este miércoles la agencia local iraní de noticias Mehr. El portavoz iraní aconsejó a las autoridades estadounidenses que no olviden que los iraquíes todavía los consideran «ocupantes». Asimismo, instó a la Casa Blanca a reconsiderar sus políticas en la región y advirtió sobre las consecuencias de cualquier reacción imprudente.

Mientras, decenas de seguidores de las milicias chiíes Multitud Popular permanecen frente a las puertas de la Embajada estadounidense en Bagdad, donde consiguieron irrumpir el martes en una parte del complejo y quemar algunas de sus instalaciones.

Una fuente del Ministerio de Interior iraquí informó de que los manifestantes han lanzado piedras hacia la sede diplomática pero sin intentar penetrar en el fortificado complejo. La fuente, que pidió el anonimato, agregó que fuerzas especiales del Ejército iraquí, encargadas de proteger la Zona Verde, donde se ubican las embajadas y sedes gubernamentales de la capital, se han desplegado frente a la legación estadounidense.

Además, al menos seis personas han resultado afectadas de gravedad por el gas lacrimógeno lanzado por efectivos de la seguridad de la Embajada contra los manifestantes. «Los manifestantes han quemado neumáticos frente a la Embajada estadounidense en Bagdad y las fuerzas americanas respondieron lanzando botes de gas desde el interior de la Embajada», ha asegurado una fuente de las fuerzas de seguridad iraquíes en declaraciones a la televisión Al Sumaria. «Como consecuencia, seis manifestantes han sufrido ahogamiento», ha reseñado.

El martes cientos de manifestantes, simpatizantes y seguidores de la Multitud Popular, asaltaron repetidamente la Embajada y se enfrentaron a los guardias que la protegen, que emplearon gases lacrimógenos, pelotas de goma y bombas de sonido para repelerlos.

Los incidentes llevaron a Washington a enviar «fuerzas adicionales» a la zona -unos 750 soldados- para apoyar al personal de la legación diplomática, anunció el secretario de Defensa Mark Esper.

«Hemos tomado medidas apropiadas de protección para asegurar la seguridad de los ciudadanos, personal militar y diplomáticos de EE UU en el país, y garantizar nuestro derecho a la defensa propia’, aseveró Esper en un comunicado. El secretario de Estado, Mike Pompeo, por su parte, sostuvo que el ataque a la Embajada fue obra de «terroristas» y «alentado por representantes de Irán».