España ha duplicado el número de empresas exportadoras en tan solo una década, aunque las compañías que venden en el exterior con regularidad forman un grupo muy reducido y presentan una elevada concentración. El porcentaje de exportadores ha pasado del 3,2% en el año 2009 hasta el 6,1% sobre el total de empresas en 2018 –el último año contabilizado–, pero su capacidad comercial está polarizada en apenas 500 empresas, que acumulan el 58% de todas las exportaciones. De ellas, solo cinco firmas concentran el 10% del total de ventas de bienes al exterior.
En el último estudio Esenciales, elaborado por la Fundación BBVA, en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), destacan que las exportaciones de bienes han sido fundamentales para que la economía española remontara en los años posteriores al estallido de la gran crisis de 2008. Su peso en el PIB ha aumentado 8,8 puntos porcentuales desde 2009, hasta situarse en el 23,6% en 2018. Pero este crecimiento no ha sido homegéneo en todas las regiones. Sólo Madrid (16,4%) y País Vasco (11%) tienen un porcentaje de empresas exportadoras por encima del 10% y dejan muy por detrás a Cataluña (7,7%), que sigue perdiendo peso en la economía nacional, ya que hasta dos regiones, Aragón y Galicia, le superan por peso en el PIB de las exportaciones.
