Un ataque de termitas obliga al Pilar a pedir dinero a los feligreses

La basílica del Pilar de Zaragoza, el templo mariano y monumento más visto de toda España con más de 5 millones de visitantes, sufre un ataque de termitas. Para tratar de combatirlas, el Cabildo Metropolitano acaba de instalar un cepillo digital con el que recaudar dinero para combatir una plaga de estos insectos que ha afectado a las puertas de acceso, si bien no habría traspasado, inicialmente, al interior.

En una de las paredes de la Santa Capilla, construida por Ventura Rodríguez entre 1750 y 1765 para alojar el Pilar sobre la que, según la tradición, se apareció María a Santiago en el año 40, está esta máquina de color blanco en la que se solicita la voluntad. El coste total de la actuación es de 8.228 euros, si bien las aportaciones recibidas hasta el 29 de noviembre suman los 2.016,47 euros.

La máquina admite donaciones inferiores a 20 euros no solo en la divisa de la Unión Europea, sino que también admite dólares, yenes y libras estarlinas. Quien quiera dar más dinero, la institución religiosa propone el uso de Bizum, una aplicación móvil que permite hacer transferencias instantáneas entre personas o para pagar en determinados comercios. El código a marcar en este caso es el 33483.

El Cabildo Metropolitano de Zaragoza acompaña la petición con tres fotos en las que se observa cómo las termitas han dañado las puertas del templo. El pasado mes de julio se desplomó una mientras estaba siendo sometida a una revisión, sin causar más daños que los que sufrió la propia hoja al caer sobre el suelo. La afectada fue la situada frente al órgano y el coro, uno de los mayores tesoros artísticos que guarda el templo encargado a Esteban de Obray en 1541.

El tratamiento que se pretende llevar a cabo consiste en la realización de perforaciones en todas las vigas y partes macizas de las puertas, colocación de inyectores provistos de válculas antirretorno, inyección a presión de productos antixilófagos e impregnación a pistola con el mismo producto de todas las superficies de las puertas no pintadas ni barnizadas. Todo ello se va a aplicar en las ocho grandes puertas de acceso a la catedral-basílica.

Desde la institución religioso piden la ayuda de fieles y visitantes con cierta sorna, ya que recuerdan el dicho popular zaragozano que se usa cuando algo se prolonga en el templo se dice que «es más largo que las obras del Pilar. Y es cierto».

Resaltan que «la antigüedad, materiales constructivos, la situación cerca del río Ebro y la climatología de la ciudad obligan al continuo mantenimiento» de la basílica. «El Pilar se ha sostenido siempre gracias a las limosnas de los fieles que, con su generosidad, han ayudado al mantenimiento ordinario y a las reparaciones extraordinarias que continuamente requiere este magnífico edificio dedicado a nuestra señora la Virgen María», añaden desde el cabildo.

La instalación de cepillos digitales no es una novedad. Se adelantó la basílica de Santa Engracia de la capital aragonesa. Fue en enero y también para unas obras, en esta ocasión en la rehabilitación de una fachada.