El PSOE sigue disparado en el último macrobarómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el último antes de acudir a las urnas el próximo 10 de noviembre. Según el instituto demoscópico, Sánchez revalidaría su primera posición arrastrando una fuerza del 32,2% de los votos y una horquilla cuyo máximo llegaría a los 150 diputados, doblando la fuerza otorgada al PP, que saldría de las urnas con el 18,1% de los votos y entre 74 y 81 asientos en el Congreso de los Diputados.
El resultado de la ‘cocina’ de Tezanos vuelve a ser de muy buen gusto para los socialistas, que rozarían la mayoría absoluta con las previsiones que otorgan para Unidas Podemos y sus confluencias: ganarían a Rivera el tercer puesto con una horquilla de entre 37 y 45 diputados y el 14,6% de los votos, suficientes para formar Gobierno.
Si en la mayoría de encuestas privadas Pablo Casado camina por un cómodo colchón de 100 escaños, el CIS es bastante menos optimista respecto a las posibilidades del PP tras el 10-N y les sitúa en el 18,1% de los apoyos, un pesimismo que traslada a Vox: mientras el resto de sondeos auguran a Santiago Abascal un dulce regreso a las urnas con la tercera posición casi asegurada y rompiendo incluso la barrera de los 40 diputados, Tezanos pone los pies en la tierra a los de extrema derecha y les pronostica un 7,9% de intención de voto, por debajo del 28 de abril y una horquilla de entre 14 y 21 escaños.
El barómetro minimiza también el descalabro naranja respecto al resto de estudios demoscópicos publicados hasta ahora. A Rivera le otorga un nada despreciable cuarto puesto en el ránking con el 10,6% de los votos -algunos sondeos prelectorales le situaban incluso en la sexta posición-, perdiendo un máximo de 30 diputados en su horquilla más pesimista. La horquilla de entre 27 y 35 diputados permitiría a los liberales salvar el suelo que pisaron en 2016, cuando bajaron hasta los 32 asientos.
Por su parte, la plataforma emergente liderada por Íñigo Errejón -junto a Equo y Compromís- se estrenaría en unas generales lejos de las expectativas generadas: entre tres y cuatro escaños y en torno al 3% de los apoyos.
Entre el resto de partidos, destaca ERC que disputaría la quinta posición a Vox con entre 16 y 18 escaños y que se impondría al PSC en Cataluña, mientras continuaría la sangría de JxCat, con una horquilla de entre cuatro y seis diputados. PNV y Bildu mantendrían sus marcas y, como novedad, la CUP entraría por primera vez en la Cámara Baja con entre uno y dos diputados.
La encuesta se ha realizado entre el 21 de septiembre y el 13 de octubre y, por lo tanto, el trabajo de campo no refleja los hechos de una convulsa actualidad que tienen efectos inmediatos y necesarios en la intención de voto: la sentencia del ‘procés’ y las consecuentes protestas violentas en Cataluña, que comenzaron el 14 de octubre; y la histórica exhumación de Franco del Valle de los Caídos a Mingorrubio.
El macrosondeo se ha elaborado en base a una muestra de 17.650 entrevistas realizadas en 1.091 municipios de 50 provincias, además de Ceuta y Melilla, unas cifras que multiplican las muestras habitualmente utilizadas por José Félix Tezanos.
La última encuesta electoral de Tezanos publicada tan solo unos días antes de la convocatoria electoral, elevó al PSOE hasta el 34,2% en estimación de voto.
El porcentaje era justo el doble que el que otorgaba a Pablo Casado, que se quedaba a 17 puntos de Sánchez. Entonces, el descalabro de Ciudadanos no era tan pronunciado, pues lograba mantener la tercera posición con el 12,9% de los apoyos, seguido de Podemos y sus confluencias, que aglutinaban un 12,2%.
Vox, formación a la que ahora todas las encuestas ubican en la tercera posición política, caía en septiembre cinco puntos según el CIS respecto a los resultados de abril, quedándose en el 7,5% de los votos.
En el último precedente antes de unas elecciones generales, el CIS fue bastante preciso a la hora de pronosticar los resultados de PP y PSOE, a los que en el barómetro de marzo daban una horquilla de entre 66 y 76 a los populares y entre 123 y 138 para los socialistas, pero se quedó corto con Podemos y, sobre todo, con Ciudadanos, a los que daba entre 42 y 51 escaños y que finalmente arrasaron con 57.
