España derriba el muro de Polonia y ya está en semifinales

España es semifinalista del Mundial. Fiel a su estilo en la segunda fase del torneo, la selección se cobijó en el trabajo colectivo para acabar con la resistencia de Polonia y ganarse un sitio entre los cuatro mejores equipos del mundo. Una hazaña si tenemos en cuenta las bajas con las que aterrizó en Guangzhou y los problemas físicos que han arrastrado muchos de los jugadores a lo largo del torneo. Nada le ha importado al grupo, cuyo orgullo supera cualquier problema, y que espera ya rival en la antesala de la final, donde se medirá a Australia o la República Checa.

Estaba advertida España contra el exceso de confianza. Se había hartado Scariolo de rebajar la euforia y la eliminación de Serbia ante Argentina poco antes de que el balón se lanzara al aire en Shanghái reforzó esa idea en la cabeza de los españoles, que salieron muy concentrados. Más que nunca en el campeonato. Acunada en los brazos de Ricky Rubio (8 puntos en los primeros diez minutos), la selección demostró ambición, pero también puntería. Un acierto que no había exhibido durante el torneo y que apareció cuando más falta hacía. Tanto, que el base de los Suns sumó de tres hasta con falta de por medio. Una señal de lo que sería el resto del partido.

Era un vendaval la selección, sorteando los brazos del rival y anotando con facilidad, mientras Polonia trataba de capear el temporal como podía. Superado por la defensa española, el equipo polaco se refugió en el perímetro, su única arma para hacer daño al equipo de Scariolo en este primer periodo. Recurso que le sirvió para equilibrar el choque (18-18, min. 9) a la espera de tiempos mejores.

Movió el banquillo España y la entrada de los hermanos Hernangómez revolucionó el choque. Entre Willy y Juancho sumaron los siguientes 17 puntos de la selección, que despegó en el partido. Dominaba la pintura el de los Hornets y martilleaba desde fuera el pequeño de la familia. Un Juancho autor de tres triples consecutivos con los que abrió un abismo de diez puntos entre los dos equipos (38-28, min 14). A su exhibición se sumó un Rudy finísimo, que acumulaba 9 puntos sin fallo y que iba a alargar su recital tras el descanso al que España llegó con una ventaja de solo cinco puntos por culpa del olfato ofensivo de su rival (46-41).

El balear, uno de los protagonistas del torneo en la selección, anotó otros dos triples en el inicio de la segunda parte, liderando un parcial de 10-0 que ponía a España más cerca de las semifinales (58-44, min. 23). Cualquier otro equipo habría bajado los brazos ante el empuje nacional, pero no esta Polonia que se caracteriza por su capacidad de sufrimiento. Sin tener ninguna estrella rimbombante, se las habían apañado para llegar hasta cuartos y no iban a desistir tan pronto. Slaugther y Kulig sostuvieron a los polacos, que enjugaron el botín de la selección poco antes del último cuarto (65-58, min. 30).

Apretó aún más Polonia, que estrechó el margen hasta los cuatro puntos (76-72, min. 34). Sufría mucho España, cuyo único sostén ofensivo era Willy Hernangómez, que mientras estuvo en la pista sumó todos los puntos del equipo en el último periodo. Doce consecutivos. Imparable el pívot por primera vez en el torneo. Si ante Italia fue su hermano el protagonista, en estos cuartos de final él ha reclamado también su cuota de protagonismo.

Su último 2+1 antes de irse al banquillo -los últimos minutos aún están reservados para los más experimentados, como dijo Scariolo- inició el empujón final de la selección. Un parcial definitivo de 11-0 que, esta vez sí, acabó con cualquier resistencia polaca (87-72, min. 38). Dos triples seguidos de Ricky y la defensa con la que habían abrumado a Italia y Serbia fueron suficientes para encargar el billete para semifinales, donde España ya espera rival, que saldrá del duelo entre Australia y la República Checa. Si los oceánicos ganan, la selección certificará, además, su presencia en los Juegos del año que viene, donde estará si es uno de los dos mejores europeos del torneo. Algo que tiene al alcance de la mano, pues Francia, el tercer superviviente en el Mundial, se mide el jueves a Estados Unidos.