El PSOE se impondrá el 26-M y el PP superará por 5 puntos a Ciudadanos

La «segunda vuelta electoral» del 26 de mayo confirmará la hegemonía actual del PSOE en el mapa político territorial, pero los socialistas podrían llevarse más de una sorpresa, porque el centro-derecha unido suma tantos votos como la izquierda y los populistas juntos, y su posible alianza podría desplazar al partido de Sánchez en ayuntamientos y comunidades, según se desprende del último barómetro de ABC-GAD3. Después del hundimiento en las generales, el PP recupera una parte de su voto, suficiente para consolidar su liderazgo en ese centro-derecha, que se disputa de forma descarnada con Ciudadanos en esta campaña electoral.

El PSOE y el PP cuentan con una ventaja en las elecciones del 26-M: su estructura territorial y su capacidad de movilización interna para presentar candidatos municipales y autonómicos prácticamente en todo el mapa político, algo que les distancia de Ciudadanos pero sobre todo de partidos emergentes como Vox. En las elecciones municipales se observa así un afianzamiento de los socialistas como primera fuerza política y una ligera recuperación de voto de los populares.

Nueve puntos más

En el conjunto de España, el PSOE ganaría las elecciones municipales con un 28 por ciento de voto, nueve puntos más que el PP, que se quedaría en el 19 por ciento. Si se compara con el reciente resultado de las generales, se observa que los socialistas repiten el dato del 28 de abril (28,68 por ciento de votos), mientras que los populares recuperan tímidamente algo de apoyos respecto al 16,7 por ciento de hace dos semanas. Los socialistas mejoran su registro de las municipales de 2015, con tres puntos más de voto, mientras que los populares retroceden 8,1 puntos en estos cuatro años.

Desde el pasado 28 de abril, el PP subiría 2,3 puntos, y Ciudadanos bajaría del 15,86 por ciento al 14 por ciento. La distancia entre el partido de Pablo Casado y el de Albert Rivera sería ahora de 5 puntos, mientras que hace solo un par de semanas fue de menos de un punto porcentual. Para el Partido Popular es claramente un balón de oxígeno, después del «shock» de las generales. Otro descalabro como el del 28 de abril dejaría al partido noqueado y ante una crisis interna impredecible, pero si además perdiera el liderazgo del centro-derecha la tormenta sería perfecta en Génova, y el puesto de Casado podría quedar en cuestión, aunque lleve menos de un año como presidente del partido. Tras las generales, Rivera aprovechó para reivindicarse como referente en la oposición ante en descalabro de un PP que ve «en descomposición».

En este inicio de campaña electoral de las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo, dirigentes populares están insistiendo en la necesidad imperiosa para el PP de reivindicar el centro político, y su obligación de competir con el PSOE para recuperar el terreno que les ha ganado Ciudadanos por ambos lados, a izquierda y a derecha. El objetivo de los populares en esta campaña es el centro, mientras ignoran a Vox, al que Casado situó en la «extrema derecha» dos días después de las generales. Los populares están convencidos de que muchos votantes que se fugaron a Vox lo hicieron de manera provisional, y volverán «a casa» el 26 de mayo. La campaña de los populares ha empezado con un tono moderado y baja intensidad, con actos reducidos, escasa movilización, mensajes poco o nada agresivos, una reivindicación del legado del PP y de su ideología centrista y una apelación al voto unido.

En las ciudades

La distancia entre el PP y Ciudadanos se amplía en las municipales respecto a las recientes elecciones generales, pero el partido de Rivera puede presumir de ser la formación política nacional que más sube desde los anteriores comicios locales de 2015. Los de Rivera obtuvieron entonces un 6,6 por ciento de voto, y ahora añaden 7,4 puntos más.

Vox sumaría ahora mismo, a dos fines de semana de las elecciones, un 5,5 por ciento de voto global en las elecciones municipales, en las que el partido de Abascal podría tener una fuerza especial en plazas como Madrid, pero quedaría desaparecido en una parte del territorial nacional, con problemas evidentes de estructura orgánica.

Podemos y sus marcas asociadas en toda España obtendrían un 9 por ciento de voto en las municipales, por debajo del 14,97 por ciento de voto sumado en las generales del 28 de abril. Al mismo tiempo, Izquierda Unida registraría en solitario un 1,5 por ciento de voto en toda España.

En la encuesta, el voto global de las elecciones municipales refleja un empate técnico entre el centro-derecha y la izquierda. La suma del PP, Ciudadanos y Vox da como resultado un 38,5 de estimación de voto, frente a un porcentaje idéntico que suman el PSOE, Podemos y sus partidos vinculados e Izquierda Unida.

Matices en Europa

En las elecciones europeas, el esquema político añade matices. El PSOE sería el claro vencedor, con un 30,3 por ciento de estimación de voto y 20 eurodiputados de los 59 que le corresponde elegir a España para el Parlamento Europeo. Los socialistas, con Josep Borrell como número uno, obtendrían 7,3 puntos más que en las pasadas elecciones europeas, las de 2014.

Las europeas ajustan más la diferencia entre el PP y Ciudadanos, debido a que hay una única circunscripción en toda España, algo que es una ventaja para las formaciones sin la fuerza de los dos grandes partidos nacionales y que tienen problemas de estructura territorial en algunas zonas del país. En las europeas, con una sola lista para todo el país es suficiente, de ahí que sea una buena pista de despegue para partidos recién llegados a la batalla política, como ocurrió con Podemos en 2014.

Los populares se quedarían en las europeas con un 18,5 por ciento de voto, 7,6 puntos menos que cinco años atrás. La candidatura que encabeza Dolors Montserrat para Europa sumaría 12 escaños, frente a los 16 de 2014. Según la encuesta de GAD3, el PP solo supera a Ciudadanos por 1,9 puntos en estas elecciones al Europarlamento. Es un margen muy reducido, pero mayor al obtenido en las generales, lo que puede indicar el posible regreso de una parte de los votantes fugados al PP.

El partido de Albert Rivera sumaría un 16,6 por ciento de voto en las europeas, con 10 diputados, frente a los dos que obtuvo en 2014. Ese año fue el estreno de Podemos como partido nacional. El partido de Pablo Iglesias irrumpió en el Parlamento Europeo con un 8 por ciento de votos y cinco eurodiputados. Cinco años más tarde consigue un 11,4 por ciento y siete escaños.

En esta ocasión, el partido «revelación» será Vox, que se beneficia de la circunscripción única como lo hizo Podemos en 2014. Los de Santiago Abascal irrumpirán en el Parlamento Europeo con un 7,8 por ciento de votos y cinco escaños, un resultado prácticamente idéntico al registrado por Podemos en las anteriores elecciones europeas, cinco años atrás.

En las europeas se confirma que la candidatura de Puigdemont conseguirá un diputado, pero perderá su particular batalla frente a Oriol Junqueras, ya que «Ahora repúblicas» sumará hasta tres eurodiputados.