Zidane comienza rehabilitando

Volvió Zidane al Bernabéu y su cambio, que algunos incluso llaman revolución, empezó por volver a poner a los que estaban antes. Esto es como la toma de la Bastilla pasada marcha atrás. La Revolución empieza siendo una rehabilitación. La naturalidad talismánica de “Zizú” los recupera: Keylor paró, Isco marcó y Marcelo asistió.

Se enfrentaban dos equipos que han tenido tres entrenadores esta temporada. Al último entrenador siempre le dejan de loco. Nadie entendía que Lopetegui no pusiera a Vinicius y ahora parece que Solari se complicó la vida él solo con lo de Marcelo e Isco, como si nadie los hubiera criticado en su momento.

Sensación algo artificial de vida nueva, cortina de humo y paz y amnistía en el vestuario, todo esto trae Zidane en estos meses en los que el Madrid inventa la postemporada. Mientras el resto de equipos comete la vulgaridad de competir por algún objetivo, el Madrid se dedica a ajustar las impresiones de lo vivido este año (Marcelo puede acabar siendo declarado sílfide) y a preparar la pretemporada.

Salió el Madrid con un 4-2-3-1, Isco con la libertad de un Maradona.

El sol proyectaba en la sombra de Zidane una silueta de Gary Cooper. Ese Gary Cooper vio cómo Juncá, el lateral del Celta, se lesionaba él solo en el minuto 3.

Los amnistiados querían. Isco y Marcelo combinaron en una ocasión de cierto peligro en el minuto 10, pero en el Celta comenzó a aparecer Boufal y en el 15 hubo una gran ocasión de Maxi Gómez, cuyo remate salvó Keylor con un paradón. Esa parada iba a ser lo mejor de la primera parte.

El partido tenía muy poco ritmo. Era como el salón de un hotel de Benidorm con 11 parejas de ancianos bailando boleros en una atmósfera rara, como de placenta. Ni gritos por el pasado ni euforia por el presente: ese modo de ilusión vaga por el futuro que se ha convertido en el tono característico del Madrid. Una especie de modorra colectiva que parece como si todo el Madrid se hubiera acabado adaptando a la cadencia del verbo de Valdano.

Es curioso esto. Cómo son las cosas. Al final, Valdano no consiguió realmente influir en el estilo de juego del Madrid, “cruyfficarlo”, sino en su soniquete y escaqueo retórico. Se metían mucho con Valdano, el rapsoda le llamaban, ¡pues el Madrid se ha hecho rapsodia! ¡Se ha hecho fútbol nana!

Al que faltaba por ver era a Asensio, así que Zidane lo cambio de banda y habló mucho con él. Hubo algunos centros que jamás encontrarían a Benzema. El limbo tiene que ser un lugar donde alguien lanza centros y más centros sin que haya rematador (esta temporada de transición ha sido en sí misma un poco temporada-centro).

Se volvía al momento “Un, Dos, Tres”. Por 25 pesetas, excusas para esto que estamos viendo: la falta de ritmo, el calor, la hora…

Antes del descanso el Madrid sí apretó un poco. Bale tiró al palo, Marcelo probó de lejos, Ramos remató con peligro un córner… Pero nada agobiante contra un Celta que sin Aspas no se atreve a cruzar la calle.

El Madrid jugó mejor en la segunda parte. Modric estuvo muy activo y Marcelo se animó dejando su banda desprotegida. Esto no lo supo aprovechar el Celta, quizás el peor equipo que ha pasado este año por el Bernabéu además del propio Real Madrid.

Modric robaba, Modric conducía y Modric pisaba área. Cómo estarían los demás para que haciendo todo esto Modric fuera el mejor. En el 56 marcó de chut lejano, pero fue anulado tras el VAR.

Los espacios se le hacían problemas al Celta, reñido con el fútbol, y los planes de Zidane comenzaron a salir. Cuando su cambio estaba preparado, Isco marcó tras una gran jugada de Asensio. Se oyó el “Isco, Isco”. Lo dicho: el entrenador despedido siempre queda como un loco.

Llegaron los mejores minutos del Madrid. Subió algo en su juego. La dopamina, el ácido láctico, la bilirrubina. Algo se tuvo que alterar en dosis aún muy mínimas. En ese rato lo mejor fue Asensio. Hubo varias ocasiones y Bale marcó el segundo tras pase de Marcelo. Navas, Isco, Marcelo y Bale. Zidane los incluía en su abrazo sanador.

Con esto resuelto, Zidane sacó a los jóvenes. Cuando Mariano entró por Benzema hubo quien despidió de pie al francés, entre aplausos de homenaje. Después de perder cuatro partidos seguidos en el Bernabéu y de dejarse el año allí se iba ovacionado. Esto es obra de unos genios y como tal hay que decirlo.

Como nota de ambiente hay que añadir que se enseñaron algunas pancartas contra la presidencia que fueron inmediatamente retiradas, con la velocidad y urgencia con la que serían reprimidas las Femen si se les ocurriera liberar una teta en pleno Kremlin.

FICHA DE PARTIDO

Estadio: Santiago BernabéuReal Madrid

  • 1Keylor Navas
  • 19Odriozola
  • 12Marcelo
  • 5Varane
  • 4Sergio Ramos
  • 22Isco
  • 8Kroos
  • 10Modric
  • 9Benzema
  • 11Bale
  • 20Marco Asensio

Celta

  • 13Rubén Blanco
  • 17David Juncá
  • 3David Costas
  • 20Kevin
  • 4Néstor Araújo
  • 23Brais Méndez
  • 5Okay Yokuslu
  • 11Pione Sisto
  • 19Sofiane Boufal
  • 14Lobotka
  • 9Maxi Gómez
  • Banquillo
  • 24Dani Ceballos
  • 23Reguilón
  • 21Brahim Díaz
  • 15Federico Valverde
  • 6Nacho
  • 7Mariano
  • 25Courtois
  • Banquillo
  • 12Wesley Hoedt
  • 24Boudebouz
  • 16Andrew Hjulsager
  • 21Jozabed
  • 8Fran
  • 18Mathias Jensen
  • 1Sergio Álvarez
  • Goles
  • Isco 61′
  • Bale 76′
  • Goles

Árbitro: Juan Martínez Munuera