Otra exhibición de un Benzema en racha

El Girona salió con ganas. Al minuto 2 había tirado al palo, ese poste o larguero de Solari de siempre que ya es casi una normalidad. Ese empuje inicial encontró primero la oposición del activo Llorente, de nuevo en el once, y luego la de todo el equipo. El Madrid pasó por las tres fases de la doma del rival. Aguantó su brío inicial, lo embridó tras una fase de apreturas; pasó luego a un período de dominio posicional, de superioridad paulatina y por último llegó la tenencia fluida del balón. Esos pases fueron calmando al bravo Girona y devolviendo al partido a lo esperado.

Aunque no conseguía irse completamente de nadie, Vinicius era el jugador al que más buscaba el Madrid. En el 26 llevó una contra para chut final de Benzema, que ya había intentado minutos antes un remate a la remanguillé. Remanguillé y todo, pareció verosímil. Ahora mismo, hasta un tropiezo de Benzema tiene sentido futbolístico. En el 27 hizo un gol magistral. Si el último contra el Espanyol había comenzado en la banda izquierda, contra el Girona comenzó en la derecha. Fue tanteando la diagonal, la inició, hizo escala en Carvajal y se fue adentrando en el área para colocar finalmente un zurdazo junto al famoso palo largo.

Era un gol de extraordinaria suavidad que demostraba una inteligencia completa de la jugada de una forma parecida a como Messi planea sus diagonales, implicando siempre a un compañero. Cogito ergo gol. El gol sofocó ya cualquier expectativa racional de remontada, aunque el Girona continuó intentándolo. Sus contras topaban con un Varane secante o con Navas, que paró varios tiros peligrosos a Stuani y Granell.

El Madrid se relajaba, perdía el balón, o lo dejaba ir. Sin embargo, era una relajación matizable. No era completa. Perdía el balón pero no el sitio. La banda izquierda era el lado más débil, como siempre, pero también era el que procuraba mayores alegrías. Visto así, la banda izquierda del Madrid es como la parte más conflictiva y querida del equipo. La que más hay que cuidar y guiar, como un hijo revoltoso.

La banda brasileña

Es especial. Cómo no iba a serlo si jugaban Marcelo y Vinicius. Aunque lejos del área, Vinicius hizo una cosa extraordinaria. De espaldas y defendido por dos rivales, salió por entre los dos con un doble taconazo. Algo asombroso. Luego colaboró en una bonita pared con Marcelo, que a punto estuvo de hacer gol.

Eran posible las odiosas comparaciones para quien recordase que Marcelo ya coincidió con Robinho.

Vinicius hurgó en la banda izquierda sin descorchar nunca su fútbol, pero siguió siendo útil. En una de sus incursiones amagó hasta llevarse su defensa y otro más, y al hacerlo la dejó atrás para Benzema, que ajustó el tiro al palo lejano para hacer el segundo. Benzema y racha eran dos palabras que parecían no poder escribirse juntas.

Los equipos no se le rinden al Madrid, tienen algo de orgulloso tentetieso local. El gol había sido en el minuto 43 y ni con esas se rindió el Girona. Justo antes del descanso, Keylor le paró a Stuani otro tiro a bocajarro.

Nada importante pasó en la segunda mitad hasta la entrada de Asensio, que estaba fuera desde el Mundialito.

Entran Asensio y Bale

Mientras Asensio recupera su nivel, la amenaza real sobre este once currante de Solari es la de Bale, y se cierne sobre Vinicius y Lucas. Uno de los dos. En Gerona estuvo mejor el brasileño. A Lucas no se le vio mucho y además falló un gol cantado a puerta vacía.

Descansaron Benzema y Ramos, y también en el Girona el partido comenzó a tener la cualidad de lo inventariable. La calma absoluta del partido se rompió con el gol de Porro (es decir, por la banda izquierda del Madrid) tras un pase de Pachón.

Entró también Bale. El asunto es dramático para Isco. Al volver los compañeros de las lesiones, arriba hay cinco delanteros por delante de él y en el centro otros cinco mediocampistas (hasta Valverde). El resultado es que parece estar fuera por completo.

Las cosas están así. Llorente, por ejemplo, tiene ya un sitio y quiere más. Acabó marcando en el Mundialito y consiguió el 1-3 con un buen disparo lejano. A Solari Isco parece no gustarle ni como interior ni como extremo. ¿Qué hacer con él?

El partido se acabó sin más noticias. Como nota ambiental cabe añadir que hubo mucho madridista en Montilivi. Ese madridismo sufrido, peñista y nacional, lejano a Chamartín y a los campos de la Champions, encarna el corazón del club y la Copa sirve también para mimarlo.

Ficha de partido

Estadio: MontiliviGirona

  • 1Iraizoz
  • 4Ramalho
  • 2Bernardo
  • 20Marc Muniesa
  • 14Raúl García
  • 24Pedro Porro
  • 12Douglas Luiz
  • 6Granell
  • 35Seung-Ho Paik
  • 19Anthony Lozano
  • 7Stuani

Real Madrid

  • 1Keylor Navas
  • 5Varane
  • 2Carvajal
  • 4Sergio Ramos
  • 12Marcelo
  • 18M. Llorente
  • 24Dani Ceballos
  • 8Kroos
  • 28Vinicius Júnior
  • 9Benzema
  • 17Lucas Vázquez
  • Banquillo
  • 37Alejandro Pachón
  • 9Portu
  • 15Juanpe
  • 23Aleix García
  • 13Bono
  • 34Valery Fernández
  • 8Pere Pons
  • Banquillo
  • 20Marco Asensio
  • 6Nacho
  • 25Courtois
  • 22Isco
  • 14Casemiro
  • 23Reguilón
  • 11Bale
  • Goles
  • Pedro Porro 70′
  • Goles
  • Benzema 26′
  • Benzema 42′
  • M. Llorente 75′

Árbitro: Juan Martínez Munuera

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