Cuando se marchó Cristiano asumió el reto de ser el ariete del Real Madrid. Sustituir al portugués era una meta imposible, porque Ronaldo, como Messi, no tienen relevo, son futbolistas que nacen una vez y pasan décadas hasta que surge otro astro de similar calibre. Pero Benzema cogió el testigo que le entregó el club. Tras nueve años como escudero del máximo artillero de la historia de la entidad, el francés se convertía por fin en el «nueve» real del conjunto blanco. «Ahora debes ser tú el goleador del equipo, es tu hora» . Suma quince goles, por once de Bale.
Se preparó bien durante todo el verano para atacar la temporada como referente del ataque. En una campaña definida por veintiséis lesiones en la plantilla madridista, Karim ha sido uno de los líderes del equipo, junto a Sergio Ramos y Carvajal. Disfruta de uno de los mejores momentos de su carrera. Y su aportación goleadora es muy importante para el equipo. Suma quince goles en el ecuador del curso, nueve de ellos en la Liga. Y faltan media Liga, la Copa y la Champions. En un año de transición, el francés ha cogido el estandarte del liderazgo para superar el efecto Cristiano. No se ha lesionado, es uno de los pocos hombres que ha aguantado el temporal de la irregularidad de su equipo con un rendimiento notable, creador de fútbol y rematador en una doble misión que sabe compartir muy bien.
«Karim hace jugar bien a sus compañeros»
«Karim quiere decir generoso, es un futbolista soberbio, que hace jugar bien a sus compañeros», subraya Solari. «Ha hecho un partido soberbio» , valoró el entrenador, que consiguió su primer triplete consecutivo de victorias en Liga. El ariete ha transformado los antiguos pitos en aplausos. Anoche, en Cornellá, anotó dos goles de «nueve» puro. El primero, al rematar un rechace de Diego López tras un disparo de Modric. El segundo, al cruzar un bonito tiro colocado que el guardameta blanquiazul, excompañero hace cuatro años, no pudo despejar. Era la decimoquinta diana del delantero en esta campaña, nueve de ellas en la Liga. Bale, con once, y Ramos, con diez, le siguen en la clasificación del plantel. El galés reapareció veintidós días después de su rotura de sóleo en Villarreal y firmó su gol. Ramos cabeceó también otro de la casa. Benzema ha asumido el rol de primer artillero.
Aplaudido en Cornellá
Karim demuestra para Solari un compromiso con el equipo que es un ejemplo para el grupo. Juega con un dedo meñique roto, con la mano vendada para poder correr sin problemas. No piensa operarse. Con ese dedo afectado ha conseguido tres tantos en los dos últimos encuentros. Acumula 297 en el historial del Real Madrid, 288 en toda su carrera.
En el Espanyol Stadium dio un recital de fútbol. Sus regates marearon a los rivales. Sus paredes con Lucas desbordaron a la defensa local en seis ocasiones. Erró un gol claro ante Diego López por disparar sin mirar a la portería. Dio otros dos, a Modric y a Carvajal, que el portero rechazó en dos buenas paradas. Hermoso y Lluís sufrieron siempre con el «nueve».
El golpe en la rodilla sufrido por Ramos, hoy se le harán pruebas médicas, fue la única preocupante en una noche de «nueve». Benzema fue aplaudido por el entendido público del Espanyol. La calidad no tiene colores.