Ciudadanos planea pactos con los críticos del PSOE para aislar a Pedro Sánchez

Ciudadanos trabaja para que 2019 sea el año de su despegue definitivo como alternativa de gobierno de centro frente a un Ejecutivo del PSOE que pacta con los independentistas y un PP que se acerca cada vez más a la derecha radical de Vox. En las elecciones andaluzas, Cs superó sus propias expectativas, duplicó sus votos, se quedó a menos de 2,5 puntos de adelantar al PP y ganó a este partido en algunas de las capitales andaluzas más importantes, como Sevilla, Málaga, Cádiz y Huelva.

El reciente acuerdo con Vox para la Mesa del Parlamento andaluz y el posible voto del partido de derechas al Gobierno de coalición del PP y Ciudadanos puede trastocar estos planes, empujar al partido de Albert Rivera hacia la derecha y dañar la imagen de transversalidad de la formación naranja. En la dirección de Cs admiten que ahora han de repensar su estrategia. La reciente irrupción del partido de Santiago Abascal ha cambiado el tablero político.

Rivera se quiere sacudir la imagen de aliado de Vox que quiere endosarle el PSOE y demostrar que Ciudadanos es el único partido capaz de llegar a acuerdos constitucionalistas de Gobierno con el PP y con el PSOE, en función de cada territorio y de cada circunstancia. Y la ocasión de oro llegará en mayo, tras las elecciones municipales y autonómicas.

En la sede nacional de la calle Alcalá de Madrid tienen preparada la maquinaria electoral para afrontar unas elecciones generales en cualquier momento. Aun así, Rivera y su equipo consideran más probable que haya comicios generales en otoño antes que a finales de mayo, dado que ERC y PDeCAT van ahora a negociar los Presupuestos que presente el Gobierno de Sánchez.

Ciudadanos rechaza públicamente exportar el pacto de Andalucía al resto de España, como querría el PP y advierte el PSOE. Así lo constató su portavoz en el CongresoJuan Carlos Girauta, el pasado 17 de diciembre. Y así lo reiteran distintos dirigentes de la formación naranja.

El partido de Albert Rivera rechaza las etiquetas que pretenden ponerle el PP y el PSOE y asegura que el eje izquierda/derecha en el que sigue instalado «el bipartidismo» es «cosa del pasado». Como prueba, muestran el tablero político catalán, dividido entre independentistas (PDeCAT y ERC) y constitucionalistas, liderados por Inés Arrimadas, no entre formaciones de izquierda y derecha.

El plan de Rivera en las municipales y autonómicas pasa por pactar con el PP en unos territorios y con el PSOE más alejado del sanchismo en otros, como podría ser el caso de las comunidades de Castilla-La Mancha o Aragón. El líder naranjamantiene contacto y buena relación con los presidentes socialistas de estas dos comunidades, Emiliano García-Page y Javier Lambán.

Fuentes tanto de Ciudadanos como del PSOE confirman que no hay ningún acuerdo cerrado, ni siquiera de forma implícita. Pero también desde ambos lados aseguran que hay serias posibilidades de que se alcance un pacto de centro-izquierda en las comunidades de Castilla-La Mancha, Aragón y en otras autonomías donde Cs podría dar la Presidencia a un candidato del PSOE.

Una de las exigencias de Ciudadanos sería siempre dejar claro el compromiso del Gobierno autonómico con la unidad de España y el constitucionalismo.

Ciudadanos considera que esos acuerdos desestabilizarían al PSOE, darían alas a los críticos con Pedro Sánchez y le harían aparecer como un partido centrado que sabe mirar a ambos lados del espectro político tras el acuerdo de Andalucía.

En la sede de la calle Alcalá resaltan que el pacto andaluz no escora a Cs hacia la derecha por una razón esencial: «En Andalucía no había más opción que desalojar al PSOE tras 36 años de gobierno ininterrumpido, aunque sólo fuera por una necesidad urgente de regeneración democrática». Y para desmantelar el régimen clientelar que, aseguran, cubre toda la región con una malla de favores.

A nivel nacional, Ciudadanos espera crecer hacia el centro y hacia la izquierda, seduciendo a un elector socialdemócrata que considera que está quedando huérfano. Se trataría de gran parte del electorado progresista indignado con los acuerdos de Pedro Sánchez con el independentismo.

Rivera se quiere dirigir a estos millones de votantes socialistas desilusionados, sin referente claro ahora tampoco en el PSOE, tanto directamente como pactando con los barones socialistas más críticos con el secesionismo catalán.

En Ciudadanos siempre ponen un límite a los pactos con el PSOE: que no sirvan para «extender el sanchismo». En la dirección nadie rechaza futuros pactos con los socialistas, ni siquiera a nivel nacional. Pero sí descartan un acuerdo futuro que implique dar la Presidencia a Pedro Sánchez, ya que se ha «arrodillado», entienden, ante «los que quieren romper España» y se ha retratado para siempre.

Por ello, todos los dirigentes consultados ven casi imposible la reedición de un acuerdo de investidura como el de 2016 que Cs y el PSOE firmaron para hacer presidente a Pedro Sánchez, opción que finalmente no prosperó.

«En 40 años de democracia, aún no ha sido posible un Gobierno apoyado por dos partidos nacionales», asegura a EL MUNDO un dirigente naranja; «siempre ha habido mayorías absolutas o un Gobierno del PSOE o el PP apoyado por nacionalistas o independentistas». Para esto nació Cs, añaden, para conseguir ese «cambio histórico» que podría llegar en la próxima legislatura.

En el partido también ven una oportunidad en el escoramiento del PP hacia la derecha. En este caso, para ocupar un espacio central conservador que también se está quedando sin referente.

Por eso, y por el auge de Vox a la derecha del PP, el partido de Rivera ve ahora más próximo que nunca el posible sorpasso de Cs a la formación hasta ahora hegemónica en el centroderecha.

En Cs son conscientes de que ese adelantamiento no se producirá en las elecciones municipales y autonómicas, dado que Ciudadanos aún no se presenta en miles de pequeños municipios por su escasa implantación en el medio rural.

Sin embargo, consideran que si este partido conquista al menos una plaza emblemática -sueñan con la Alcaldía de Madrid-, si vuelven a superar al PP en grandes núcleos urbanos (como ya ha ocurrido en Andalucía) y si son decisivos y aciertan con los acuerdos en comunidades y ayuntamientos, Ciudadanos estará muy bien situado para poder adelantar al PP en los próximos comicios generales.