El Rey: «La Constitución significa para España democracia y libertad»

El Rey ha hecho en Oviedo una defensa cerrada de la Constitución, a la que calificó como «una lección de convivencia» y como «la mejor muestra de responsabilidad de todo un pueblo que ganó la democracia y la libertad», y anunció que el próximo 6 de diciembre «celebraremos el 40 aniversario como corresponde y en justicia se merece».

Don Felipe siempre ha aprovechado la entrega de los premios Princesa de Asturias, en el Teatro Campoamor, para marcar el camino y hacer unas reflexiones, primero como Heredero de la Corona y después como Rey, sobre los principales asuntos que atañen a la nación. Y el de hoy podría ser su último discurso en el Teatro Campoamor, si finalmente él y Doña Letizia decidieran que su hija, la Princesa de Asturias, que el 31 de octubre cumplirá trece años –los mismos que tenía Don Felipe en su debut–, se incorpore el próximo año a la ceremonia. Quiza, esta posibilidad hizo que el Rey se emocionara al final de su discurso, cuando se refirió a España y a la Constitución.

Don Felipe también se emocionó cuando recordó la reciente primera visita de la Princesa de Asturias a Covadonga, «raíz de España», un día que, según dijo, sus dos hijas «siempre tendrán grabado en su corazón».

En cualquier caso, esa decisión aún no está tomada, y todo dependerá de que los Reyes consideren en su momento que su hija ya ha alcanzado una edad razonable para pronunciar sus primeras palabras en público. Además, siempre queda la opción de que Don Felipe vuelva a la tribuna del Campoamor cuando la Princesa no pueda hacerlo para no interrumpir su formación, como hizo Don Juan Carlos en algunas ocasiones con Don Felipe.

Sea o no el útimo discurso del Rey en el Campoamor, lo que ha quedado claro es que el mensaje de hoy ha recuperado el tono habitual de esta ceremonia, después de que hace un año se celebrara en una situación política excepcional, tras el referéndum ilegal en Cataluña y el mensaje que Don Felipe transmitió 48 horas después, y poco antes de que se aplicara por primera vez el artículo 155 de la Constitución.

Defensa de valores

En esta ocasión, el Monarca no ha mencionado expresamente al desafío separatista catalán, pero sí ha salido en defensa de los valores de la Constitución que se ven amenazados en la actualidad: concordia, reconciliación, paz, democracia y libertad. El Rey ha destacado que la Constitución es «fruto de la concordia entre españoles, unidos por un profundo deseo de reconciliación y de paz; unidos por la firme voluntad de vivir en democracia». En un discurso que ha sido interrumpido cuatro veces con aplausos, ha añadido que la Constitución «recuperó para el pueblo español la soberanía nacional», «devolvió a los españoles su libertad y su condición de ciudadanos» y «reconoció también la diversidad de sus orígenes, culturas, lenguas y territorios».

Por todo ello, el Rey ha afirmado que el próximo 6 de diciembre se celebrará su aniversario «como se merece: como un gran ejemplo del que podemos sentirnos profundamente orgullosos; como una lección de convivencia que dignifica la política y engrandece nuestra Historia; como la mejor muestra de la generosidad, la madurez, y la responsabilidad de todo un pueblo que ganó la democracia y la libertad». Porque, ha añadido, «democracia y libertad (aplausos) es lo que representa y significa para España, para el pueblo español, nuestra Constitución».

Don Felipe ha empezado sus palabras recordando que esta era la 38 ceremonia de entrega de los premios y que «el paso del tiempo nos permite comprobar cómo los grandes principios, los grandes ideales y valores, siguen vivos entre nosotros».

En su recorrido al Teatro Campoamor, los Reyes y Doña Sofía fueron acompañados por miles de personas que se congregaron en las calles para vitorearles y aplaudirles, muchos de ellos con banderas de España y de Asturias. Como es habitual, grupos de manifestantes buscaron también su minuto de protagonismo a la sombra de los premios.

En el interior del edificio, les han recibido los poderes del Estado: la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor; el presidente del Senado, Pío García-Escudero; el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y los ministros de Exteriores, Josep Borrell; Sanidad, María Luisa Carcedo; Transición Ecológica, Teresa Ribera, y Ciencia, Pedro Duque, que también es premio Príncipe de Asturias. Dentro, les aguardaban entre los 1.300 invitados, los líderes del Partido Popular, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Albert Rivera, dos políticos con los que todo el mundo parecía querer hablar en Oviedo y que también aprovecharon para conversar entre ellos, en un corrillo al que se sumó Adolfo Suárez Illana. Entre el público también estaban Mario Vargas Llosa, con Isabel Preysler, y la madre de la Reina, Paloma Rocasolano.

Doña Letizia ha asistido a la ceremonia con un vestido joya de color azul cobalto con bordados en azabache e hilos de plata con un ligero toque rosa, que algunos interpretaron como un guiño al Día Mundial contra el Cáncer de Mama, diseño de Felipe Varela, mientras que Doña Sofía, que siguió la ceremonia desde el palco, escogió un traje de chaqueta gris perla.

Tras el himno nacional, el nuevo presidente de la Fundación Princesa de Asturias, el oftalmólogo Luis Fernández-Vega, ha dirigido unas palabras de lealtad y afecto a los Reyes y a Doña Sofía, que fueran seguidas de sendos aplausos; ha reconocido la labor de su antecesor en el cargo, Matías Rodriguez Inciarte, y afirmó: «Juntos hacemos de nuestra querida España un país más libre, abierto, equilibrado, tolerante y justo».

Antes de que el Rey entregara los premios, han intervenido dos de los premiados: el filósofo estadounidense Michael J. Sandel (premio Ciencias Sociales) y la periodista mexicana Alma Guillermoprieto (Comunicación), que ha emocionado al público con su defensa del periodismo, su alusión directa a los «compañeros de Venezuela» y su recuerdo al amigo asesinado, el periodista Javier Valdez.

Después, durante la entrega de los premios, la activista masai Nice Nailantei Leng`ete, embajadora de la ONG Amref Health Africa (Cooperación Internacional), ha llenado el escenario de color con su espectacular vestido indígena. Don Felipe también ha entregado los galardones a los alpinistas Reinhold Messner, de Italia, y Krzysztof Wielicki, de Polonia, que ha acudido sin corbata (Deportes); al biólogo sueco Svante Pääbo (Investigación); a la oceanógrafa estadounidense Sylvia Earle (Concordia) y al director y guionista de cine estadounidense Martin Scorsese (Arte).

De todos ellos, el Rey ha afirmado que «iluminan nuestro camino, nuestras conciencias y nuestro saber, como un faro de esperanza y libertad» y, tras glosar a cada uno de los premiados, ha añadido que «siempre hemos ido al encuentro de vidas ejemplares. «Las necesitamos como referencias, como inspiración para los tiempos que vivimos». La ceremonia ha terminado con el himno de Asturias, interpretado por la Real Banda de Gaitas de la Ciudad de Oviedo. Pero los Reyes aún tienen un premio pendiente de entregar, el del Pueblo Ejemplar, que llevarán mañana a los vecinos de Moal.