La reforma de Sucesiones sigue adelante pese al voto en contra de IU, CHA y Podemos

La reforma del Impuesto de Sucesiones pactada por el PSOE con PP, PAR y C’s seguirá adelante, a pesar de los votos en contra de Podemos, IU y CHA. El pleno de las Cortes ha aprobado hoy la toma en consideración del proyecto de ley, que no descartan que pueda entrar en vigor este año, a partir de octubre. Cuando finalice la tramitación, el límite exento se elevará a 500.000 euros por persona, en herencias entre padres, hijos y cónyuges, sin que se tenga en cuenta el patrimonio preexistentes, como ha recordado el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno. La rebaja beneficiará a unos 1.300 contribuyentes que en la actualidad tienen que tributar por herencias que oscilan entre los 150.000 y los 500.000 euros. Con su aplicación, las arcas públicas dejarán de recaudar unos 40 millones de euros al año. A la sesión plenaria han asistido varios miembros de la plataforma Aragón Stop Sucesiones, una organización que había recogido más de 150.000 firmas para la modificación de este impuesto y que hoy sí ha dado la cara al consejero.

La diputada de IU, Patricia Luquin, ha vuelto a ser la más crítica con el pacto entre el PSOE: «Con esta propuesta que usted ha pactado con la derecha, le da la espalda a la inmensa mayoría social aragonesa». De hecho, ha propuesto a Gimeno volver al punto de partida, a la actual ley que no estaba generando ningún tipo de problema de interés general, y le ha instado a que «dé la batalla por la armonización fiscal» para no hacer «el juego sucio» a la derecha». También Gregorio Briz, de CHA, se ha mostrado muy molesto con su socio de gobierno porque considera que Sucesiones es un impuesto «justo» porque redistribuye la riqueza patrimonial y sobre el que se ha creado un conflicto «artificial» en el que la izquierda está «comprando el discurso neoliberal».

El popular Antonio Suárez ha acusado a las formaciones de izquierda de no preocuparse más que por los ingresos y ha recordado al PSOE que, al inicio de la legislatura, subieron «todos los impuestos». «No dejaron ni un pelo en una calavera», ha ironizado. También ha anunciado que el PP, que «ha mejorado la propuesta pactada por PSOE y Ciudadanos, va a seguir «en la brecha» con las enmiendas y en la oposición, hasta que «a partir de junio de 2019 haya un gobierno del PP». 

Alfredo Sancho, del PSOE, ha asegurado que su partido impulsa esta reforma sin renunciar a sus principios y a la política fiscal en la que cree, sustentada en una armonización y en la existencia de este impuesto y su progresividad fiscal.

Podemos no ha compartido sus argumentos. El diputado Héctor Vicente ha acusado a los socialistas de «anteponer los intereses de su partido a los intereses de Aragón» y ha instado al Gobierno regional a que, si quiere bajar tributos, se centre en el ICA (Impuesto de Contaminación de las Aguas), que ese lo paga igual el rico que el pobre.

La aragonesista Elena Allué ha hecho incidencia en los años que lleva su partido luchando para que se reforme el Impuesto de Sucesiones. Y ha ido a más, al expresar que su partido que que este tributo se elimine. 

Javier Martínez, de Ciudadanos, ha señalado que se fijaron tres premisas para la reforma del Sucesiones: conseguir suprimir el impuesto a las clases medias, no poner en peligro la prestación de los servicios públicos o las inversiones comprometidas y que se armonizara con el resto de comunidades autónomas. Y los da por conseguidos, así que ha anunciado que no presentarán enmiendas.