Rafa Nadal ratificó en su estreno en Madrid su intachable temporada sobre tierra batida. El número uno del mundo derrotó a Gael Monfil por 6-3 y 6-1 en 73 minutos con lo que amplia su racha de victorias sobre su superficie favorita a 20 y extiende hasta 48 el número de sets ganados. El debut no tuvo nada que ver con el sufrimiento que pasó hace un año en la Caja Mágica ante el italiano Fognini.
“Contento de estar aquí y de empezar con una victoria en este torneo, que es muy especial ya lo he dicho millones de veces”, aseguró Rafa después de deshacerse del galo con autoridad. Salvó las tres bolas de break en contra que tuvo en sus dos primeros servicios y ya todo resultó sencillo para Nadal. Saques a 200 kilómetros por hora, golpes ganadores con la derecha, puntos terminados en la red… Rafa mostró un nivel sobresaliente para tratarse de su estreno en una pista a la que habitualmente le costaba aclimatarse.
“Creo que ha sido un partido bastante solido”, aseguró. La prueba fue como terminó. Monfils acabó aplaudiendo sus golpes y haciendo reverencias al mejor jugador de la historia sobre tierra batida.
La jornada fue muy diferente para Novak Djokovic. El serbio había ofrecido síntomas de recuperación al imponerse en la primera ronda a Nishikori, pero el británico Kyle Edmund acabó con su participación en Madrid. Edmund despidió a Djokovic en tres sets (6-3, 2-6 y 6-3) después de una hora y 42 minutos. “No es el fin del mundo”, afirmó el balcánico tras la derrota. Cierto, pero su temporada es flojísima. Su balance es de seis victorias y otras tantas derrotas. En ningún torneo ha alcanzado los cuartos de final y en Madrid tampoco.
