Otro asalto para España en Gibraltar

Ejemplo de la incomprensible estrategia británica es la metedura de pata de David Davis el pasado lunes, cuando en comparecencia conMichel Barnier, y queriendo sumar puntos con los suyos, se ufanó de que elacuerdo de transición del Brexitcubriría a Gibraltar,dándolo por hecho aunque las negociaciones bilaterales con España (a las que están obligados por las directrices de los 27) no están ni mucho menos concluidas.

La diplomacia española, siempre con buenas palabras, una sonrisa y sin boutades, respondió dedicando toda la semana a presionar en el Consejo para que «los recordatorios políticos» fueran claros. Y así ha sido, no sólo en palabras de Barnier o Tusk sino en las conclusiones escritas, que piden nada menos que en su primer párrafo que «se intensifiquen los esfuerzos en relación con (…) las cuestiones relacionadas con la aplicación territorial del Acuerdo de Retiro, especialmente en lo que respecta a Gibraltar, y reitera que nada estará acordado hasta que se haya acordado todo«. Lo que en lenguaje ordinario es una colleja a Londres y un nuevo compromiso con Madrid: sin su visto bueno no habrá acuerdo de Transición. Rajoyestá jugando las cartas con prudencia pero firmeza, no está mezclando el conflicto histórico sobre el Peñón y soberanía, y sus socios lo agradecen mucho.